El entorno del narcotráfico en el Campo de Gibraltar se organiza ya como la kale borroka
Los últimos altercados en La Línea hacen temer un estallido social debido a la pérdida del principio de autoridad
Alertan de que los narcos están ahora «crecidos» debido a la disminución de la presión policial por la falta de medios
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Un polvorín a punto de estallar, otra vez. Es la sensación de los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que prestan servicio en la zona cero del narcotráfico, el Campo de Gibraltar, debido a la reducción de la presión policial por la ... falta de medios y, según subrayan sindicatos de la Guardia Civil, la desarticulación de la unidad de élite que le ha plantado cara al narco en los últimos años, el OCON-Sur.
Los últimos altercados vividos en La Línea de la Concepción el pasado día 4 así lo constatan. Una legión de personas apedrearon, increparon y amenazaron a policías nacionales cuando acudieron a la barriada de Mirasierra -popularmente conocida como Las Palomeras- a detener a dos hermanos por narcotráfico que se han hecho fuertes en la zona. Tres agentes resultaron heridos y hubo importantes daños en vehículos policiales y mobiliario urbano. Fue necesario emplear material antidisturbios en una intensa y compleja madrugada.
No es la primera vez que ocurre. En mayo de 2021 se vivió un auténtico estallido en esta ciudad que se prolongó varios días después de que dos hombres murieran ahogados cuando participaban supuestamente en una operación de trasvase de combustible a una narcolancha. Hubo incluso disparos hacia los agentes y objetos incendiarios.
La disminución de la presión policial hace temer que estos episodios se repitan y vayan a más porque los narcos y su entorno están de nuevo «crecidos». De hecho, actúan de manera organizada para repeler la acción policial tal y como hacía la kale borroka. Así lo reconocen a ABC fuentes de la Policía Judicial de la comisaría de La Línea tras los últimos incidentes del pasado día 4: «Esta gente va a por todas. No es la primera vez y cuando actúan así se organizan, y bastante bien, por cierto. La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) nos hablaba de actitudes propias de la kale borroka. Cada participante en los altercados tenía un rol bien definido: unos eran los encargados de lanzarnos piedras y vidrios, otros de quemar contenedores, otros hacían barricadas... Cada uno tenía un reparto de funciones establecido. El atestado policial está bastante detallado y hasta me dio escalofríos al leerlo», asegura un inspector de la Policía Judicial.
Los capos del barrio
El dispositivo de la Policía Nacional fue desplegado para detener a dos narcotraficantes. La turba intentó impedirlo e hizo lo posible para que pudieran huir. No lo consiguieron. Ambos narcos, que son hermanos, se han hecho los «hombres fuertes de la barriada y su legión de fieles trataba de impedir que los detuviéramos», añade.
En los vídeos que se difundieron de lo ocurrido se ve a numerosas mujeres, de diferentes edades, arengando a la multitud y llamando «ratas» a los policías. «Las mujeres, en estos casos, suelen calentar los ánimos del personal. Allí funcionan todos como una comuna, como una sociedad. Cada uno tiene también su papel, van todos a una y se vienen arriba. Hay gente joven y personas mayores. Son del barrio que creen en la ley del más fuerte y que aquello es su territorio».
Los tres agentes heridos ya se encuentran mejor. Las piedras que les arrojaron les causaron lesiones en los tobillos y en una mano al rebotar en el suelo «pero si les llegan a impactar directamente estaríamos hablando de lesiones más graves. Tuvimos suerte dada la cantidad de piedras que nos lanzaron; no tanto los coches, que resultaron con lunas rotas e impactos de diversa consideración. En otras ocasiones las heridas han sido más graves. Fue una madrugada realmente complicada y gracias a la intervención policial evitamos que se prolongara más días».
La investigación policial ha posibilitado la detención de ocho personas implicadas en estos incidentes por atentar contra agentes de la autoridad y la juez, con el apoyo de la Fiscalía, ha enviado a seis de ellos a prisión, algo que los agentes agradecen «porque lo contrario habría sido un mazazo para los compañeros. No pueden agredir a agentes de la autoridad y salirles gratis».
Los arrestados por estos hechos tienen antecedentes, algunos por narcotráfico y/o contrabando, otros por lesiones e incluso por violencia de género. Se esperan más detenciones en los próximos días.
Tiroteo entre clanes
Entre los arrestados, un viejo conocido de la Policía al que le seguían la pista. Tenía órdenes de busca y captura en vigor por narcotráfico. «Consideramos que es el principal autor de un tiroteo ocurrido también en Las Palomeras hace unos meses entre clanes de la droga. Son luchas de poder entre ellos para quitarse a la competencia y demostrar fuerza y poder. El juez lo ha enviado a prisión».
Antonio Flores es el secretario del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Cádiz y reconoce que en el Campo de Gibraltar se ha vuelto a perder el principio de autoridad que quedó restablecido con la puesta en marcha del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar hace unos años tras la escalada de violencia de los narcos. «Tratamos con bandas organizadas dedicadas al narcotráfico, el contrabando de tabaco y la inmigración irregular. Tienen estructura y muchos medios. La Línea de la Concepción necesita una UPR, una unidad preparada para intervenir este tipo de situaciones. El otro día en Las Palomeras entramos vendidos, sin vehículos ni medios adecuados. En La Línea la situación ahora es de calma tensa hasta que estalle otra vez. El Campo de Gibraltar sigue siendo la puerta de la entrada de la droga en Europa».
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