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La Iglesia tilda de «irresponsables» las críticas del consejero de Cultura

El Ayuntamiento y los hosteleros también rechazan las acusaciones de Alonso, que achacó la baja estancia de los turistas a la gestión de la Mezquita-Catedral

La Iglesia tilda de «irresponsables» las críticas del consejero de Cultura VALERIO MERINO

B. LÓPEZ / R. AGUILAR

El consejero de Cultura, Luciano Alonso, logró ayer algo difícil para un político: poner de acuerdo a agentes muy diferentes, como la Iglesia, el Ayuntamiento y los hosteleros. Lo malo para él fue que la unanimidad llegó para reprobar su posicionamiento del jueves en sede parlamentaria cuando ligó la gestión que realiza el Cabildo Catedralicio de la Mezquita-Catedral con la baja estancia media de los visitantes en la capital, un eterno problema del sector turístico. Igualmente, apuntó que sobre dicha gestión, como elemento de atracción turística, «habría mucho que decir», pero no precisó más.

Suficiente como para que la Diócesis de Córdoba, a través de su delegado de Medios, Pablo Garzón, calificara las palabras de Alonso como «una irresponsabilidad más de la Junta» dentro de las declaraciones que «se vienen dando desde que empezó la polémica. Y van unas cuantas». Una clara alusión a que desde febrero la Junta se ha aliado con las voces que piden que el histórico templo sea de titularidad pública, aunque pertenece a la Iglesia desde hace ocho siglos. Reiteró el calificativo, pues dijo que es una «irresponsabilidad grandísima» pronunciarse como lo hizo el consejo de Cultura «sin ningún elemento de juicio». «Insinúa que nuestra gestión daría mucho de que hablar, pero no dice nada al respecto», añadió. Argumentó que «acusar a una institución sin ningún porqué es un juicio un tanto temerario».

No en vano, para la Diócesis el reproche del consejero se «cae por su propio peso» si se miran elementos como los cuatro años consecutivos que suma la Mezquita-Catedral aumentando sus visitas; que el templo esté abierto «todos los días del año» a los viajeros —la mayoría de monumentos y museos de la capital cierran los lunes—; o el hecho de que esta joya arquitectónica se pueda contemplar en un «horario continuado». No en vano, sólo es imposible la visita de lunes a sábado de 9.30 a 10.00 y los domingos de 11.30 a 15.00 por la celebración de misas. Añadió que «llevamos siete años con los precios congelados».

Mismo nivel de rechazo mostró el alcalde, José Antonio Nieto. Tildó sus palabras de «desafortunadas» y aseguró que «no tienen ningún argumento técnico. Por eso son algo subjetivo». «Ahí, incluyan [dijo dirigiéndose a la prensa] la campaña que sea, si es la de cuestionar la titularidad de la Iglesia sobre la Mezquita-Catedral u otra. Para hacer esa crítica tan rotunda debía sacar cifras y argumentos técnicos para sustentarlo. No lo ha hecho ni lo hará, pues no existen», añadió. Y pidió a Alonso «menos ideología y discurso partidario y más gestión, que es algo que tiene abandonado».

Reproches a Cultura

Reprochó a la Consejería de Cultura varias cuestiones sobre la Sinagoga que gestiona. Lamentó que el templo judío, segundo hito patrimonial más visto en la ciudad, tenga «uno de los horarios más estrechos» de los monumentos de Córdoba —no abre por las tardes— o que «nadie se haya preocupado» de informar a Capitulares de «los motivos de su cierre» en junio y julio. Se someterá a una rehabilitación de yeserías, dijo el jueves Alonso.

Además, denunció que el Ayuntamiento trabaja intensamente para que el 700 aniversario de la Sinagoga, que se celebrará desde septiembre, sea un «gran evento» turístico, pero «Cultura no se ha preocupado nada» de esta efeméride. Contrapuso la «implicación» de la Junta en otros eventos similares en Andalucía con su actitud con el 700 aniversario de la Sinagoga: «Es un tremendo desprecio [de la Junta], una vez más, a las cosas importantes de Córdoba».

Desde el gobierno local, el edil de Turismo, Rafael Navas, defendió que «el Cabildo gestiona bien la Catedral. Si fuera la Junta la que lo hiciera, seguro que tendría menos visitantes».

Y el presidente de Hostecor —la asociación provincial de los hosteleros—, Antonio Palacios, también rechazó las opiniones del consejero de Cultura: «Usar la Mezquita-Catedral como motivo de polémica y poner en duda su gestión no aporta nada positivo al sector turístico». Añadió que sus declaraciones «no me parecen oportunas». Recordó que el Cabildo tiene el monumento abierto «365 días al año, un montón de horas, en una labor de generosidad con Córdoba».

Frente a eso, siguió, se topan con un balance «muy negativo» de la gestión de Cultura, pues, desde el 16 de junio y durante el verano, los Museos Arqueológico y de Bellas Artes y Medina Azahara adelantarán su cierre a las cinco. Con las altas temperaturas de esas fechas, eso supone que «no haya más de cuatro horas útiles de visita», lo que «facilita el turismo de paso».

A eso se une que en el estío estará cerrada la Sinagoga, por las citadas obras de rehabilitación, algo que, advirtió, se ha producido «sin previo aviso». Señaló que son las iniciativas nocturnas de Mezquita-Catedral, Alcázar, Córdoba Ecuestre o Palacio de Viana, así como la oferta gastronómica de la hostelería local, las que podrán sostener los niveles de ocupación, estancia media y empleo en verano.

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