leoncio lorente, comisario provincial de córdoba
«La comisaría de Campo Madre de Dios no reúne las condiciones; hay que hacer otra»
El responsable provincial del Cuerpo recuerda el «compromiso» de la Dirección General para construir un edificio desde sus cimientos cuando está a punto de cumplir un año en el cargo

A pocos días para cumplir su primer aniversario al mando del Cuerpo Nacional de Policía en Córdoba, el comisario provincial, Leoncio Lorente, se muestra satisfecho con los niveles de eficacia de su plantilla, a la que considera «excepcional» y cuyo esfuerzo se premiará (al menos, el de una muestra representativa) el próximo jueves, en su día grande, el de los Santos Custodios. El descenso de la criminalidad desde su llegada al cargo corrobora la profesionalidad de los agentes, ya que «han bajado los delitos, se han llevado a cabo buenos servicios y creo que hay transparencia», apunta el mando. No obstante, en esa carrera hacia la optimización de resultados, Lorente considera necesario invertir en infraestructuras y, más concretamente, en la construcción de una nueva comisaría que sustituya a la de Campo Madre de Dios, que «no reúne unas condiciones adecuadas y dignas para los efectivos y los ciudadanos».
—Pero este recinto ha sido objeto de diversas reformas...
—Así es. De hecho, desde el año pasado se han invertido 40.000 euros en Campo Madre de Dios para arreglar desperfectos puntuales. Pero, en definitiva, esto es poner parches y el problema no se termina de solucionar. No cumple las condiciones adecuadas para las personas que trabajan allí, ni para nadie. Lo ideal sería que en un futuro próximo se construyera una comisaría nueva allí. A eso se comprometió la Dirección General.
—Además de esto, ¿el Cuerpo cuenta con los medios suficientes?
—Siempre es deseable una mejora, tanto de medios materiales como personales. Pero la misión de los jefes es la optimización de recursos y, hasta el momento, vamos funcionando. Sería bueno llevar a cabo una modificación de la flota de vehículos de las patrullas y los servicios, pero cuando las circunstancias lo permitan.
—Entonces, ¿diría que la plantilla necesita ampliarse?
—Numéricamente, la estructura es buena, aunque es cierto que se está jubilando mucha gente y las circunstancias actuales de ingreso en el Cuerpo no permite la sustitución de estas personas. De momento, no es un problema, pero más adelante sí puede llegar a serlo. Actualmente, el Cuerpo de Policía en Córdoba está compuesto por alrededor de 600 efectivos.
—Siempre se ensalza que Córdoba es una ciudad segura...
—Así es en comparación con el resto de las ciudades andaluzas. No obstante, la seguridad completa no existe y hay que cuidarla mucho en un enclave como éste, en el que el turismo tiene mucho peso. Además, hay que transmitir al ciudadano esa seguridad.
—¿Sería necesario reforzar las actuaciones policiales en alguna materia?
—Considero que cada día hay que adaptar los recursos, el trabajo, a las necesidades que van surgiendo, a los retos diarios. Teniendo en cuenta esto, entiendo que es necesario incidir mucho en la seguridad en el Casco Histórico, en esos pequeños delitos que, a veces, son meras faltas.
—Los datos sobre criminalidad referidos al primer semestre reflejan un descenso significativo de los robos con violencia. ¿Qué acciones concretas se han llevado a cabo para la consecución de estos resultados?
—Puedo añadirle que la tónica ha seguido hasta la fecha. Los robos con violencia han caído un 40 por ciento y las sustracciones con fuerza, un 20. Para conseguir esto, se trabaja en dos líneas: la prevención y la investigación. Considero que en ese descenso de los delitos y las faltas tiene mucho que ver la presencia uniformada en la calle. Por descontado que las pesquisas para dar con los infractores también contribuyen a esos resultados. Dos aspectos que se complementan.
—El último informe de la Fiscalía cordobesa alerta de un incremento en las simulaciones de delitos, sobre todo, robos de teléfonos móviles.
—Así es y lo achaco a ese afán de juventud de cambiar de teléfono. También hay casos de personas que han perdido sus dispositivos y como los seguros solo se hacen cargo de su reposición si ha sido sustraído, optan por fingir que han sido víctimas de un robo. Pero esos casos de investigan y, finalmente, acaban en los juzgados. También se están dando muchos casos de hurtos en establecimientos comerciales mediante el uso de bolsas especiales que hacen indetectables para los arcos de seguridad de dichos locales los objetos apropiados.
—Hace pocas semanas se dieron a conocer los resultados de la operación contra una mafia de georgianos que a los que se atribuye más de un centenar de robos en viviendas de Córdoba capital. ¿Cómo fue la investigación de este caso?
—Quisiera destacar que los asaltos a viviendas han descendido en torno a un 32 por ciento. Sobre la investigación, destacar que fue muy importante y se desarrolló durante un año, aproximadamente. Hablamos de una mafia a nivel internacional muy preparada para el robo, con una cualificación profesional nueva que permitía a sus integrantes acceder a las viviendas como si tuvieran las propias llaves. Ha costado muchísimo cerrar el caso y detener a los presuntos implicados. Desde que están en prisión, no se han vuelto a registrar este tipo de asaltos, que entrañaban una gran peligrosidad.
—Los resultados en cuanto al narcotráfico hablan de un incremento de las infracciones en torno a un 82 por ciento. ¿Es la «espinita» de la Comisaría cordobesa?
—Quiero aclarar algo. ¿Cómo se analiza el repunte del tráfico de estupefacientes? Con arreglo a la eficacia policial. Si hay mucha, teóricamente es que hay más delitos, y no es cierto. Porque, por esa regla de tres, si la Policía no detuviera a nadie, ¿significaría eso que no habría infracciones de ese tipo? El aumento de la actividad policial significa eso, que está teniendo eficacia en las investigaciones que emprende.
—El pasado año ya se vieron los resultados de la labor policial con la intervención del mayor alijo de Europa. ¿Qué tipo de drogas son las que más se mueven en la provincia?
—Destacaría la cantidad de plantaciones de marihuana que se ha intervenido, tanto en parcelas privadas como en locales y en pisos. En lo que va de año los agentes han desmantelado una treintena, sobre todo, en la capital.
—¿Qué retos se marca para el futuro?
—Como mínimo, mantener los mismos niveles de seguridad. Y quisiera llamar la atención en la necesidad de mejorar en ciberseguridad. En este sentido, la educación de los padres es vital para controlar el uso que hacen sus hijos de internet. Los delitos a través de la red van a seguir aumentando, porque el número de usuarios es cada vez mayor.
—¿Hay algún servicio o medida que le gustaría tomar durante el tiempo que ocupe el cargo de comisario?
—Ya he comenzado a dar los preceptivos pasos para que en la comisaría del Distrito Oeste, la del Parque Figueroa, se instale una oficina de denuncias y considero que es necesario. Ya se están disponiendo las modificaciones en cuanto a estructura para poder poner en marcha este servicio.
—¿Le gustaría acabar su dilatada trayectoria en Córdoba?
—De hecho, cuando vine aquí, llegué con la intención de jubilarme en Córdoba. La fecha de nacimiento es algo que no se puede cambiar y me queda un año y pico para terminar.
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