José Calvo defiende el valor divulgativo de la novela histórica
Ensalza este género en su discurso de ingreso en la Academia Andaluza de la Historia

«Gran precisión arqueológica, profundo estudio y acopio de documentación; no alterar los hechos; creatividad e imaginación sobre una acción y personajes que no pueden sustituir las circunstancias históricas». La receta es de un historiador como el catedrático y político egabrense José Calvo Poyato, que se ha erigido en uno de los primeros nombres de la novela histórica en español con más de una docena de títulos en los últimos veinte años de notable éxito. Un nombre muy respetado en el complejo círculo literario nacional. Un ferviente defensor de un «género, a veces lo llaman subgénero y a veces sección de un subgénero» literario, ironiza, que gana cada día muchos enteros entre el gran público a medida que cosecha enemistades en la ortodoxia inamovilbe de ciertos historiadores. No todos, claro está.
Y en esta encrucijada, en la que el también columnista de ABC Córdoba ha dicho muchas veces que se siente por encima de todo un historiador que escribe (y disfruta haciéndolo) novelas históricas, Calvo Poyato optó por la heterodoxia para hacer su ingreso ayer de manera oficial en la Academia Andaluza de la Historia, en un acto celebrado en un repleto Salón del Artesonado de la Diputación de Córdoba, que contó con la presencia de su presidenta María Luisa Ceballos y otros cargos públicos de la provincia.
De la mano de la doctora en Historia Medieval y profesora de la Universidad de Sevilla Gloria Lora, José Calvo realizó una elocuente y reveladoa alocución sobre el valor de la literatura y, por ende, de la novela histórica, como fuentes de divulgación. La enumeración de ejemplos para ilustrar tal aserto fue prolija. Una de las más claras «La Ilíada» de Homero, el poema épico gracias al cual y muchos siglos después Heinrich Schliemann pudo descubrir la propia ciudad de Troya.
«A los historidadores se nos exige rigor y objetividad, pero al igual que los cenáculos de historidadores critican a la novela histórica tenemos que admitir que hay trabajos históricos que son una pura contradicción o que se han escrito al calor del poder político...¿Qué parte nos debemos creer entonces?», se cuestionó.
La novela histórica cumple 200 años. Su título de referencia es «Wave rley», de 1814, obra del escritor escocés Walter Scott, que entonces la firmó bajo pseudónimo. La crítica la destrozó. El gran público la consagró. Curiosamente, una historia basada en la actual rebeldía escocesa frente a los ingleses y su continuo choque.
El éxito de la novela histórica es indiscutible hoy en día, con sus filias y fobias. No hay nada más que observar los ranking de ventas. «Su valor divulgativo, para trasladar la historia al gran público, es claro», señaló José Calvo, quien tampoco dudó en criticar con severidad los intentos de presentar como novela histórica «aquella que renuncia y altera los hechos como fueron», sin dejar pasar el ejemplo de «El Código Da Vinci».
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