Enrique Lovera: El éxito del trote firme

En la memoria infantil hay caballos . Sobre todo caballos. Los de su padre. Los de su abuelo. Los de su finca. Los de la yeguada de renombre internacional que él dirige ahora. «Aquí en Córdoba se vivía muy bien entonces y se vive bien ahora, pero la verdad es que cuando yo era un chaval no había de nada y ahora tenemos de todo; bueno, o casi de todo», reflexiona Enrique Lovera , uno de los embajadores más activos de la tradición ecuestre cordobesa.

Felipe II sonreiría si levantara la cabeza y viera que la semilla que él puso en Caballerizas Reales tiene quien la custodie y la mime tantos siglos después «En el mundo del caballo hemos avanzado mucho , aunque hemos pasado momentos muy duros , porque debido a la crisis el caballo ha pasado a ser considerado por una parte de la población como un artículo de lujo », suscribe este hombre nacido en 1970 y de hablar pausado y cabal.

La trayectoria profesional de este ganadero simboliza cómo se puede ser un hombre de mundo sin perder de vista lo más primario del lugar del que uno es. « Estudié empresariales en Sevilla y desde que acabé estoy vinculado a las empresas de mi familia: en un primer momento a la fábrica de harina de San Lorenzo, en La Rambla, y desde 2002 a la finca El Guijarrillo, en Santaella, donde tenemos una explotación agrícola y la ganadería Lovera», relata.

«A veces, el secreto de mi trabajo es una sola palabra: la constancia y la fuerza para hacer las cosas a la altura de cómo las hizo mi padre cuando estaba al frente de todo: él se esforzó mucho y yo trato de seguir su ejemplo », relata.

La pregunta kennediana de qué hace uno por su país, y no al revés, tiene una respuesta clara para Lovera. «Creo que yo contribuyo en la medida de mis posibilidades a llevar el nombre de Córdoba por donde me muevo , que es por todo el mundo, cuando voy con mi caballo Norte Lovera , perteneciente al equipo nacional, a participar en campeonatos mundiales», indica.

El ganadero sabe que el hierro que lleva el apellido de su familia innovó mucho en la concepción del sector ecuestre: «Nosotros vimos que la manera de dar a conocer una ganadería era presentarse a concursos : y ahí seguimos, poco a poco pero sin pausa», concluye Enrique Lovera, consciente de que la conquista del éxito no es cuestión de galope sino de trote .