
Diez cesiones que marcaron la historia del Córdoba CF
La fórmula del préstamo ha reportado gratas sorpresas al club blanquiverde, que vuelve a repetir al pauta en Primera
Actualizado: GuardarLa fórmula del préstamo ha reportado gratas sorpresas al club blanquiverde, que vuelve a repetir al pauta en Primera
12345678910Del Bosque
Vicente Del Bosque (a la derecha) - ABC Vicente del Bosque vistió la camiseta blanquiverde durante el curso 1971-72. Pertenecía al Real Madrid, que lo había cedido al Castellón el año anterior. El conjunto blanco entendió que el Córdoba era un buen destino para que el centrocampista salmantino siguiese madurando como futbolista. Así recaló en un equipo recién ascendido, lleno de gente joven, al que no hicieron justicia los resultados.
El buen juego no pudo evitar el descenso, por lo que Del Bosque tuvo que salir de la entidad, de nuevo, con destino a Castellón para seguir creciendo en la máxima categoría antes de consolidarse en el Real Madrid, donde levantó cinco veces el trofeo de Liga y cuatro, el de Copa del Rey. Sus mayores éxitos llegaron, no obstante, como entrenador del cuadro merengue (ganó la Copa de Europa y la Liga) y como seleccionador español (Mundial y Eurocopa).
Fermín
Fermín se lleva el balón entre dos jugadores del Barcelona - ABC Fue otro de los jugadores que el Real Madrid cedió al Córdoba CF de la temporada 1971-72. Fermín ostentó un papel importante en la mediapunta califal durante todo el año, aunque entraría en la historia de un modo peculiar, gracias a su gol de penalti al Fútbol Club Barcelona que permitió a su club de origen ganar la Liga.
Lo consiguió cuando el conjunto blanquiverde ya había certificado su descenso matemático a Segunda y permitió que la plantilla cobrase una importante prima de la entidad merengue. Pero el penalti también dio un empujón significativo a la carrera de Fermín. Finalizada su cesión, de vuelta a la capital de España, recibió el cariño de una afición que ni siquiera le había visto jugar en el Bernabéu.
Pichi Lucas
Pichi Lucas, como entrenador del Real Valladolid - ABC Argimiro Pérez García, conocido futbolísticamente como Pichi Lucas, fue uno de los muchos jugadores que tuvo que actuar como cedido en algún equipo mientras cumplía con su servicio militar obligatorio. Le tocó hacer la mili en Cerro Muriano en 1979, por lo que tuvo que dejar el Celta de Vigo para defender durante un año y medio los colores cordobesistas.
Durante aquella etapa, logró una gesta curiosa: participó en el ascenso de dos equipos durante la misma temporada, algo que repetiría Miguel Ángel Nieto en la 2013-14 (Córdoba, a Primera; Racing de Santander, a Segunda). En el caso de Pichi Lucas, que jugó de blanquiverde durante los primeros meses de competición y volvió al Celta en el mercado invernal, la gesta consistió en un doble ascenso a Segunda (Córdoba y Celta).
López Murga
Iñaki López Murga, como entrenador del Villanueva - Archivo Iñaki López Murga llegaría a ser uno de los futbolistas con más partidos en la historia del Córdoba CF. Pero todo comenzó con una cesión. De nuevo, el servicio militar llevó a vestir de blanquiverde a un jugador formado en una de las canteras más prestigiosas de España. El atacante de Orduña pertenecía al Athletic Club de Bilbao, pero se convertiría en una pieza clave del Córdoba que logró el ascenso a Segunda B en 1985.
Después, se marcharía nuevamente cedido al Elche. Pero en 1987 regresó a Córdoba para consagrarse como una de las referencias de la entidad califal durante finales de los años ochenta y principios de los noventa. Como técnico, también ha asumido diversas responsabilidades en el club blanquiverde. Actualmente, forma parte del organigrama del Alavés.
Javi Moreno
Javi Moreno, en un partido del Córdoba CF - Archivo Javi Moreno abanderó en 2005 el proyecto que prometía devolver al Córdoba a Segunda. Dos años más tarde, el objetivo estaba cumplido y la afición idolatraría a uno de sus principales artífices. El delantero de Silla había dejado el Zaragoza, entonces en Primera, para bajar a los terrenos de juego de Segunda B.
Casi una década antes, en el curso 1996-97, conoció la categoría de bronce con el Córdoba, aunque su papel era bien distinto. «El Killer», como se le conocía, procedía de la cantera del Barcelona y dejó pocas muestras de la calidad y el olfato goleador que le llevaron a alcanzar una final de la Copa de la UEFA con el Alavés o a vestir las camisetas del Atlético del Madrid y el Milan. Su cesión en el Córdoba, sin embargo, no cuajó. En su caso, las segundas partes sí fueron buenas.
Montenegro
Montenegro, en su época de jugador blanquiverde - Archivo El Club Atlético Independiente de Avellaneda (Argentina) cedió a Ariel Montenegro al Córdoba antes de comenzar la temporada 2000-01. El mediocentro se convirtió pronto en una de las figuras de la Segunda División española y pasó a ser el principal objeto de deseo de la afición de El Arcángel. El verano de 2001 se hizo oficial el fichaje de Montenegro por la entidad califal, en la que permanecería hasta 2005.
Tras dejar el club blanquiverde, Montenegro militó en varios equipos de Segunda, antes de recalar en el Lucena, en Segunda B, en 2009. Tras su retirada, trabajó como entrenador en las categorías inferiores del Córdoba. Actualmente, dirige al Ciudad Jardín, en Primera Andaluza.
Lawal
Lawal, en uno de los entrenamientos blanquiverdes - Archivo El Córdoba CF ocupa un capítulo muy pequeño de la rocambolesca historia de Abass Lawal. Extremo nigeriano, potente, rápido y con un gran disparo; fue a parar al Atlético de Madrid en una operación ilegal que después sería conocida como el Caso Negritos, mediante la que los directivos colchoneros justificaban cantidades millonarias a costa de futbolistas de países en vías de desarrollo.
De todos ellos, el que demostró condiciones para jugar a nivel profesional fue Lawal. El Córdoba logró el préstamo del nigeriano, que marcó ocho goles en 19 partidos pese a jugar casi siempre escorado en la banda derecha. Al Atlético de Madrid, con el que disputó seis encuentros, jamás volvería. Sus siguientes destinos en España fueron Leganés, Albacete y Xerez.
Cristian Álvarez
Cristian Álvarez, tras la finalización de un partido - Archivo La cesión de Cristian Álvarez al Córdoba guarda fuertes similitudes con la de Ariel Montenegro. Los dos argentinos se ganaron al público de El Arcángel durante sus primeras etapas, algo que en el caso de Cristian Álvarez tiene más mérito si cabe. Y es que el carrilero cerró con un descenso a Segunda B (2005) su primera época como blanquiverde.
Pero sus disparos a balón parado (incluido un gol olímpico frente al Salamanca) reservaron un lugar de privilegio a Cristian Álvarez en el corazón cordobesista, por lo que su fichaje se convirtió en una prioridad para el club en 2007, una vez recuperada la categoría de plata. El rendimiento del argentino en su segunda etapa no cumplió las elevadísimas expectativas que rodearon su contratación.
Dubarbier
Sebastián Dubarbier, en un partido - Archivo Sebastián Dubarbier completa la terna de argentinos (junto a Ariel Montenegro y Cristian Álvarez) que se hicieron imprescindibles para el Córdoba después de una cesión. La del carrilero zurdo tuvo lugar en el mercado de invierno de la campaña 2011-12. Los últimos meses de competición a las órdenes de Paco Jémez encumbraron al hoy futbolista del Almería.
El Córdoba apostó por la contratación de Dubarbier una vez finalizada la temporada. El jugador se desvinculó así del Lorient francés y comenzó de lleno una etapa en el fútbol español que le llevó, una temporada más tarde, a Primera División. Posiblemente, todo fue consecuencia de aquella cesión de 2011.
Uli Dávila
Uli Dávila marcó el gol que subió al Córdoba a Primera para esta temporada - Valerio Merino Aunque si hay una cesión que ha marcado la historia del Córdoba, ésta es la de Ulises Dávila. El delantero mexicano se enroló en el conjunto blanquiverde en agosto de 2013. Con su operación, el club pretendía insuflar una dosis de calidad a la plantilla que dirigía Pablo Villa y que tenía el objetivo de ascender a Primera.
Dávila procedía del Chelsea inglés. Allí, a las órdenes de José Mourinho, había realizado la pretemporada. Se incorporó tarde al Córdoba y tardó en hacerse un hueco. Alternó buenas actuaciones con partidos grises. No se terminó de ganar la confianza del técnico. Hasta que Albert Ferrer no se hizo cargo del equipo, apenas tuvo continuidad el héroe del ascenso. Un golazo al Barcelona B consolidó a Uli en el equipo. Pero no fue hasta el 22 de junio, en el minuto 93 del Las Palmas-Córdoba, cuando la cesión del mexicano dio sus verdaderos frutos.