MAYO FESTIVO
¿Cuál es el origen de la fiesta de las Cruces?
La tradición arranca a principios del siglo XX, pero los primeros concursos son de la década de 1950

Cuando ha pasado un tiempo, las tradiciones parece que son eternas, porque muchos nacieron cuando existían. Sin embargo, todas tienen un origen, y también pasa con las Cruces, la primera de las citas de mayo en Córdoba. La cita tiene su origen en los primeros años del siglo XX con un carácter popular muy distinto al de hoy. Con ella se festejaba, con signos plenamente primaverales, el triunfo de la cruz en la que Cristo había muerto para redimir a la humanidad, y se hacía poco después de la Semana Santa.
Entonces se instalaban en patios de vecinos, engalanados para la ocasión con flores, igual que las propias cruces. Era la época en que nacían, así que el calendario y el clima ayudaban a configurar la fiesta. Eran de menor tamaño que las actuales, con flores populares muy variadas, que eran las que se encontraban en los huertos y patios, y siempre con el sudario, pues era la cruz de la que se había descendido el cuerpo de Cristo. Hoy ha desaparecido. El exorno de los conjuntos era muy de la época, también con guirnaldas y mantillas, entre otros elementos, tal y como se recoge en las imágenes que conserva el rico archivo fotográfico de ABC. Bodegas Campos recreó esta estética en la cruz que instala desde hace algunos años en uno de sus patios.
En los años 30 la fiesta ya estaba consolidada, pero también cobraban atención los Patios. Tanto fue así que las cruces salieron de muchos y se realizó el primer concurso de Patios, coincidiendo con los nuevos aires laicistas de la II República. El primer concurso de cruces iba dentro del de los Patios, pues ambos elementos estaban unidos. Se hizo en 1953, cuando era alcalde Antonio Cruz Conde, y ya en 1954 estaban ambos separados.
Desde la década de 1960, el aspecto es más parecido al que tienen hoy
La fiesta salió entonces a la calle y en la década de 1960 ya presentaba un aspecto más parecido al de hoy, con la cruz de un tamaño mayor, sin sudario y un exorno floral más homogéneo, aunque conservando las macetas en las calles. En aquellos tiempos las ponían peñas y grupos de vecinos. A partir de la década de 1970, con el nuevo auge de las hermandades y también del asociacionismo, aumentó el número de las que participaban en el concurso y su tamaño, y cobró importancia la barra como una forma de recaudar fondos.
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