FÚTBOL INTERNACIONAL
La aventura de David Carmona en Islas Maldivas
El cordobés, nombrado mejor extranjero de la Liga el curso pasado

El fútbol no es el deporte rey en Islas Maldivas , pero eso no implica que sus responsables quieran mejorar progresivamente el nivel de una selección que a nivel internacional pugna por no estar en el Top 5 de las peores del ranking de la FIFA. Por eso, como en otros muchos países, se ha dedicado a la importación de jugadores entre los que se encuentra David Carmona .
A sus 17 años llegó a debutar bajo las órdenes de Iosu Ortuondo en Segunda con el Córdoba en La Romareda , pero después el fútbol le llevó por muy diversos caminos hasta que un día de de mayo de 2014 una llamada de su agente le cambió la vida o le ofreció una aventura a la que no pudo resistirse: «Me preguntó que si me quería ir a Islas Maldivas a jugar a Primera División». El delantero reconocía que «me quedé en blanco y le pregunté que si tenía que ir a prueba o ya iría firmado», si bien para su tranquilidad «me dijo vas firmado, porque han visto tu vídeo y le has gustado».
Obviamente, Carmona no tardó en detectar que «en Islas Maldivas es muy diferente a lo que estamos acostumbrados en España», porque «aquí se juega fútbol más directo y feo». Aun así, comentaba que «tampoco hay afición por el fútbol, aquí son más de cricket» . De hecho, bromeaba al reseñar que «juego ahora mismo en el BG Sports y creo todavía no he visto a ningún aficionado». Por su condición de extranjero, Carmona considera que «a los jugadores europeos nos tienen bien considerados por nuestro estilo de juego y somos a los que pagan mejor, por lo que te obliga a dar un plus».Además, habla del choque cultural que le ha supuesto la experiencia porque «son musulmanes y a las 4:40 llaman a la oración y yo vivo cerca de una», por lo que, a veces, conciliar el sueño no parece fácil.
Deportivamente, Carmona está satisfecho porque «el año pasado conseguí 3 de los 4 títulos en juego y fui nombrado mejor jugador extranjero de la liga 10 goles y 17 asistencias en 20 partidos con el New Radiant». A lo que suma que «es una experiencia inolvidable y hasta he mejorado mi inglés, algo que me puede ayudar para el futuro». Hablando de eso, tiene claro que su estancia en Maldivas tiene fecha de caducidad pese a ser un jugador cotizado, puesto que echa de menos a la familia y especialmente a su hijo de casi tres años, por lo que no descarta iniciar una nueva vida en la que el fútbol no tenga un rol principal.
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