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PERDONEN LAS MOLESTIAS

Escaleras al campo

El responsable municipal acaba de aplicar un principio básico de la física mecánica a las imperfecciones de la naturaleza

La Cuesta del Reventón de Córdoba luce ya reformada

Escalera de la Cuesta de los Pobres abc
Aristóteles Moreno

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El camino más eficaz entre dos puntos a distinta altura es la escalera. No hay que ser ingeniero de puentes para llegar a esa conclusión. Eso mismo debió de pensar el concejal del ramo cuando contempló la Cuesta de los Pobres, el atajo que une la Cuesta del Reventón con las Ermitas de Córdoba. El sendero es bastante vertical y particularmente pedregoso. Tiene apenas 500 metros de longitud y ahorra unas cuantas curvas de la Cuesta del Reventón para alcanzar el bello cenobio desde donde se contempla la inmensidad.

Así ha sido durante siglos. Hasta antes de ayer. Ahora una escalera de madera salva el desnivel de la trocha, gracias a la genialidad del responsable municipal, que acaba de aplicar un principio básico de la física mecánica a las imperfecciones de la naturaleza. Hay que reconocer que la iniciativa del edil está presidida por la lógica. Una lógica aplastante. Si la escalera es el mejor invento de la humanidad para superar una acusada pendiente, ¿por qué renunciar a ella?

Es la misma lógica que ampara el sendericidio perpetrado en la Cuesta del Reventón. Donde antes había rocas, tierra y una vereda silvestre ahora hay una impecable pista de tres metros de ancho por donde podría transitar una moto con sidecar sin el menor problema. En términos de movilidad, el avance es acojonante. De eso no nos cabe la menor duda.

En lo que sí estamos de acuerdo con el señor concejal del ramo es en que el campo es pelín incómodo. Está lleno de bichitos molestos, los árboles no han sido podados y los senderos se encuentran plagados de piedrecitas y obstáculos fastidiosos que dificultan enormemente el tránsito. Nada que ver con el territorio domesticado de un parque periurbano.

Las escaleras de marras han mejorado ostensiblemente la subida. Eso tiene poca discusión. Pero se han cargado la Cuesta de los Pobres. El proyecto (hay que reconocerlo) está animado por un objetivo noble: facilitar el acceso al campo a personas que sencillamente desprecian el campo. A cambio, están expulsando de la naturaleza a la gente que ama el universo indómito de barrancos y quebrados.

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