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Segunda B

Cinco errores que han sido clave en el descenso del Córdoba CF y que no deben repetirse

La veteranía de la plantilla o la inestabilidad en el banquillo marcaron la pauta del curso

Luismi Redondo en el último partido ante el Cádiz B Valerio Merino

Fernando López

El Córdoba CF jugará la próxima temporada en Segunda RFEF . Esto supone un fracaso histórico para la entidad, que volverá a jugar en la cuarta categoría nacional 36 años después. Llegar aquí no es casualidad, si no que se deben a ciertos factores que han influido a lo largo del curso. Entre ellos destacan cinco errores que han sido claves en el descenso de la entidad y que no se deben repetir el próximo curso.

El más notorio ha sido el de contar con una plantilla veterana . En numerosas ocasiones se confunde la experiencia con la veteranía y en la temporada ya finalizada se ha demostrado que la veteranía ha jugado a la contra del Córdoba CF. De los 22 jugadores que han acabado formando la plantilla del Córdoba CF, diez superan la treintena : Becerra (32), Xavi Molina (34), Jesús Álvaro (30), Mario Ortiz (32), Javi Flores (35), De las Cuevas (35), Moutinho (30), Valverde (36) y Piovaccari (36).

Todos ellos han sufrido lesiones musculares esta temporada, incluido el meta Isaac Becerra. Las lesiones más llamativas han sido las de Miguel de las Cuevas y Javi Flores , que han pasado más tiempo en la enfermería que en disposición de salir a sumar minutos en el campo. Ese factor también va ligado al condicionante físico. Salvo Jesús Álvaro, ningún jugador de estos -que además debían ser los más importantes-, ha destacado por su físico.

A eso se le suma el hambre de fútbol . Este factor no va tan unido a la edad si no a la personalidad de cada futbolista, pero con el paso de las temporadas para los futbolistas es más difícil agarrarse a unos objetivos que les motiven y más aún cuando estás en categorías como la Segunda B después de haber sido futbolista en Primera y en Segunda División.

Pero al final los jugadores están gobernados por los entrenadores . En 24 partidos se han sentado tres entrenadores. La entidad apostó por Juan Sabas de inicio porque consideraban que merecía la oportunidad después de hacerse cargo del equipo justo en la semana que estalló la pandemia y se detuvo el fútbol. Solo duró seis partidos de liga antes de la llegada de Pablo Alfaro , quien también se tuvo que marchar después de no conseguir buenos números. El último integrante llegó tras promocionar desde el filial: Germán Crespo.

Tres entrenadores en 24 partidos es demasiada inestabilidad en el banquillo. Es por eso que para el próximo curso deben acertar con el comandante del banquillo. El nuevo entrenador debe tomar parte a la hora de decidir qué jugadores deben estar la próxima campaña en la plantilla. Y ahí también debe jugar un papel fundamental Germán Crespo , que ha estado al frente del filial y del primer equipo y conoce de primera mano el rendimiento de los más de 40 jugadores que han estado entre las dos plantillas.

En esta última temporada también se ha echado de menos algo más de identidad local. De los 32 futbolistas que han disputado minutos con la primera plantilla, solo dos eran cordobeses : Bernardo Cruz y Javi Flores . El sentimiento de arraigo debe imperar por encima de otros factores en numerosas ocasiones, pero aún más cuando las categorías son más bajas y las posibilidades de encontrar futbolistas acordes al nivel son más altas.

Lentitud en las decisiones

Este proyecto, ejecutado en Córdoba pero pensado en Baréin ha anunciado las decisiones con cierta lentitud . En el verano pasado fueron varios los futbolistas que estuvieron entrenando y cuyos fichajes no se hicieron oficiales hasta que la propiedad no dio su consentimiento. La forma de proceder desgasta tanto a dirigentes como a los aficionados. Tras más de una semana después de consumarse el descenso aún no se ha convocado ninguna rueda de prensa de los dirigentes.

Y el último de los errores es el gol. El Córdoba necesita más gol y por ende otro tipo de goleadores. Piovaccari ha cerrado un ciclo en Córdoba y los nueve goles de Willy han sido insuficientes para conseguir los objetivos. Desde la segunda línea tampoco han llegado los goles que se esperaban. La próxima temporada ya se ha empezado a planificar y a buen seguro que encima de la mesa estarán estos errores para no repetirlos.

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