Urbanismo
El futuro puente de Loyola en Córdoba se convierte en la clave del Cordel de Écija
El alcalde asegura que están trabajando para aprobar la operación ajustada a condiciones urbanísticas claras
La propuesta de una promotora andaluza de un parque comercial reactiva el plan del Cordel de Écija de Córdoba

El Ayuntamiento de Córdoba está trabajando «para que se apruebe el proyecto presentado en el Cordel de Écija», explicó este miércoles el alcalde, José María Bellido, aunque sometido a una serie de prescripciones urbanísticas que «pusimos nosotros mismos» y que no se van ... a cambiar.
En concreto, la creación del puente entre la desembocadura de la calle Motril, en el barrio del Guadalquivir, y el estacionamiento de la universidad Loyola se ha convertido en la clave de todo. La piedra de toque para que la propuesta revivificada por la promotora de parques comerciales y espacios logísticos LRI 21 alcance un final feliz.
Bellido fue claro en ese sentido. El puente es una condición básica para que el proyecto salga adelante toda vez que eliminarlo supondría un problema para la movilidad general de la ciudad. El regidor se mostró muy satisfecho de que una empresa haya tomado el proyecto donde lo dejó el grupo Lar.
Sin embargo, aseguró que el gobierno municipal mantiene las infraestructuras asociadas al proyecto, más o menos, como aparecen en el Plan General de Ordenación Urbana. La innovación del documento de planeamiento se considera necesaria. Un paso que no será posible eludir dada la complejidad de la operación.
En estos momentos, el plan urbanístico considera el Cordel de Écija como una serie de unidades de actuación autónomas que tienen asociadas una serie de infraestructuras. En los planos del documento, aparecen dos puentes, uno de los cuales se ha interpretado como un paso peatonal aunque la realidad es que eso no quede claramente explicitado en ningún sitio.
Se considera una iniciativa lógica teniendo en cuenta que el proyecto en curso puede meter decenas de miles de metros cuadrados de uso comercial en la zona y no menos de dos mil viviendas que ocuparían la franja derecha de la avenida de Cádiz sobre una zona que en estos momentos está ocupada por antiguas naves industriales. La parte más cercana al río está reservada a un gran parque de ribera.
El hecho de que el puente de Loyola sea relevante no solamente es una cuestión urbanística. Es, fundamentalmente, económica. La teoría dice que los promotores que se van a beneficiar de la explotación de los suelos serán quienes corran con la factura aunque un tercio de esos terrenos son de instituciones públicas.
El paso fluvial está presupuestado en 23 millones para dos carriles de tráfico y 350 metros de longitud
Y eso genera un fuerte gravamen sobre el desarrollo del proyecto al convertirlo en un sistema general viario. Parte de las obligaciones de los promotores que lleven a cabo actividades lucrativas en los terrenos del Cordel de Écija.
El puente de Loyola tiene ya un presupuesto estimado: 23 millones de euros. Fue la cifra que divulgó el anterior teniente de alcalde de Urbanismo y actual presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, durante la campaña electoral. Fuentes fue claro: «no habrá Cordel de Écija sin puente ni puente sin Cordel de Écija». Ambas actuaciones estaban profundamente ligadas en lo económico.
El Ayuntamiento de Córdoba -el partido que lo gobierna, en concreto- ya ha dicho el puente que quiere. Dos carriles para tráfico, doble acerado, 350 metros de longitud y 23 de anchura. No sería el primer paso fluvial financiado con dinero privado ya que el de Miraflores ya se pagó, casi íntegramente, con fondos de Prasa.
La relevancia del paso fluvial pasa por su ubicación aguas abajo del de San Rafael. Es un paso plenamente urbano, que da acceso a la ciudad sanitaria y al campus universitario de Menéndez Pidal sin necesidad de salir a la Ronda de Poniente.
El proyecto ya tiene preinstalada la glorieta de la avenida de Cádiz, donde se generó parte del futuro acceso, pero obligaría a entrar en los terrenos de la universidad privada para la conexión que bordearía la Ciudad de los Niños y el Zoológico.
El alcalde ha recordado, en la clausura del I Congreso Andaluz del Comercio, que la generación de una gran superficie en la zona obliga, por imperio de la ley, a alcanzar medidas compensatorias con el pequeño comercio antes de iniciar la inversión.
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