Sanidad
Estos son los medicamentos que escasean en las farmacias andaluzas
La amoxicilina y el Efferalgan están en una lista con 700 productos que presentan problemas de suministro, apenas un 2 por ciento del total
La ministra de Sanidad explica cómo será el final del uso de mascarillas en los transportes públicos

Las farmacias andaluzas, como las de todo el país, están teniendo problemas con el abastecimiento de determinados medicamentos que, o bien no se están suministrando por parte de los laboratorios, o están llegando con cuentagotas. Cuando un fármaco no cubre las necesidades del consumo nacional, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) lo considera oficialmente en situación de «problema de suministro».
A fecha de 23 de enero -última actualización de la AEMPS- hay escasez en casi 700 presentaciones de fármacos. La lista es larga, pero en realidad se trata de tan sólo de un pequeño porcentaje del vademécum. Según la memoria más reciente de la Agencia del Medicamento, en 2021 había autorizados en España más de 19.000 prospectos con 32.000 dosificaciones diferentes. Es decir, la situación de escasez afecta a un 2 por ciento de los productos que pueden encontrarse en las estanterías de una botica. Para calcular el desabastecimiento la AEMPS se basa en las presentaciones (sobres, dosis, cápsulas, comprimidos...), de modo que un mismo producto puede tener varias entradas en la lista de medicamentos autorizados.
El problema actual radica en que algunos de los fármacos afectados son de amplio uso. Ese es el caso del Efferalgan, una marca comercial, y la amoxicilina, un antibiótico genérico. El primero es un medicamento del laboratorio UPSA que comenzó a tener problemas de suministro ya en agosto de 2021 y que se agravaron a finales del año pasado; escasean ahora también las dosis infantiles. Su principio activo es el paracetamol, por lo que resulta fácil de sustituir.
La amoxicilina, un principio activo empleado para combatir un amplio catálogo de infecciones, lleva con problemas de abastecimiento desde noviembre del año pasado, cuando la AEMPS detectó la carencia en las dosis pediátricas. En la actualidad, la alerta afecta a 27 presentaciones de todo tipo y de diferentes laboratorios basadas en este compuesto semisintético, pero existen también otras alternativas. Al tratarse de un antibiótico, son los facultativos quienes deben decidir qué medicamento debe sustituirlo.
Desde el Colegio de Farmacia de Córdoba apuntan a ABC otros medicamentos destacados con carestía: Ozempic, para diabéticos; Tardyferon, pastillas con hierro para prevenir y tratar la anemia; Caverject, un vasodilatador que actúa como la Viagra; Rivotril, una benzodiazepina indicada en los casos de epilepsias infantiles; o Zitromax, otro antibiótico.
Los problemas en el suministro de medicamentos no son nuevos. Siempre hay tensiones en la cadena de abastecimiento y en periodos anteriores han llegado a ser superiores a las actuales, según indican los informes semestrales de la AEMPS. Así ocurrió en el primer semestre del año pasado, cuando un 3,4 por ciento de los fármacos se encontraban en esa situación. El Covid, en contra de lo que pueda pensarse, tuvo poco que ver con la escasez de determinados productos médicos y sólo puede achacarse a la pandemia el 3 por ciento de los casos de desabastecimiento. En general, son los fármacos para tratar enfermedades del sistema nervioso los que registran las mayores dificultades.
Origen del problema
¿A qué se deben entonces los problemas de abastecimiento actuales? El secretario del Colegio de Farmacia de Córdoba, Antonio Ortega, da las claves. El factor más importante es la escasez de materias primas para elaborar medicamentos en los dos principales países productores. Aunque los laboratorios farmacéuticos están repartidos por todo el mundo, los principios activos que necesitan se fabrican sobre todo en China y la India. «Cuando esos países tienen problemas, todos los laboratorios los tienen», explica Ortega.
La insuficiencia de materias primas es un hándicap en todo el mundo, pero el siguiente elemento que cita Ortega es exclusivo de España, o casi: los precios de los medicamentos, que están regulados por el Estado. «Aquí son mucho más baratos» que en otros países de nuestro entorno, apunta el secretario del Colegio cordobés. Y cuando hay carestía de determinados productos, los fabricantes van a preferir venderlos en los sitios donde pueden poner un precio más elevado. Es la ley del mercado o la ley de la selva.
Aún queda una última causa que está detrás de los problemas en el suministro de las farmacias. Se trata, pura y llanamente, del invierno. Con la llegada del frío hay más demanda de ciertos medicamentos y además, recuerda Ortega, se han dado muchos casos de gripe y bronquiolitis infantil que requieren el tratamiento con amoxicilina, uno de los productos más afectados.
Más allá de la escasez puntual de un determinado prospecto, Ortega recuerda que en la mayoría de los casos los boticarios pueden ofrecer alternativas. Conocen bien la farmacopea y pueden ayudar a que «el paciente no sufra el desabastecimiento dentro de sus posibilidades, cuando un productos se pueda sustituir por otro de igual composición y biodisponibilidad. Se trata de no perder la adherencia al fármaco y eso lo sabe el farmacéutico», concluye.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete