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Religión

El obispo de Córdoba ante el inicio de su sucesión: pastor activo, voz que no duda

En 14 años, Demetrio Fernández ha pisado toda la diócesis, animado a las cofradías y defendido la Mezquita-Catedral

El obispo de Córdoba pide al Papa un coadjutor para preparar su sucesión en la diócesis

Demetrio Fernández, en su toma de posesión como obispo de Córdoba en marzo de 2010 Valerio Merino
Luis Miranda

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Todavía faltan catorce meses para el momento en que Monseñor Fernández presente por escrito al Papa su renuncia como obispo de Córdoba. El 15 de febrero de 2025 cumplirá 75 años y aunque su pontificado no ha terminado todavía, la noticia de que ha pedido un coadjutor que le ayude y con el que preparar la sucesión en los próximos meses hace caer en la cuenta de que el final de su etapa está próximo.

Demetrio Fernández ha destacado por su voluntad de pisar la calle, tanto en la ciudad como en el resto de la diócesis. Los obispos están obligados a hacer visitas pastorales en su territorio, pero en los últimos años los prelados habían permanecido en Córdoba en períodos cortos y no había sido posible.

Demetrio Fernández completó una visita y ha continuado recorriendo las parroquias y pueblos y allí no sólo se ha entrevistado con los sacerdotes y fieles, sino también con las instituciones y empresas, para conocer el latido humano de cada lugar.

Le tocó una época en que hubo que defender que la Iglesia es propietaria de la Mezquita-Catedral, frente a los que decían que se había apropiado de ella con la inmatriculación, y lo hizo apoyando al Cabildo.

A su vez, el prelado insistió en que los movimientos de la diócesis, empezando por las cofradías, supiesen que la Catedral era la iglesia madre y un lugar en el que podrían tener protagonismo. Precisamente las hermandades reciben de él mucho apoyo. En este tiempo se ha logrado que el primer templo forme parte de la carrera oficial y Demetrio Fernández ha apoyado la creación de nuevas cofradías, siempre dentro de un proceso muy reglado, y ha presidido muchos de sus actos, desde las bendiciones hasta las fiestas de regla.

San Juan de Ávila

Fruto de esa voluntad de pisar el terreno, Demetrio Fernández ha insistido en que algunos de los hitos del catolicismo en la diócesis de Córdoba tengan la consideración que merecen. Suele contar que en Roma se refieren a él como 'El obispo de San Juan de Ávila', por su interés en que se conozca la figura y la obra del patrón del clero secular español.

El trabajo había comenzado antes, pero en 2012 se le declaró como Doctor de la Iglesia Universal y entró en un grupo de santos con una particular aportación a la doctrina. Desde entonces la diócesis difunde por varios medios, incluido un 'podcast', la obra del sacerdote enterrado en Montilla. Allí se ha multiplicado la actividad.

Se han conseguido las beatificaciones del Padre Cristóbal y de los Mártires, y queda pendiente que Osio vuelva a ser santo

Además, y aunque el proceso había comenzado antes, en 2013 se celebró en la Catedral la beatificación del Padre Cristóbal de Santa Catalina y en 2021 la de los mártires de la Guerra Civil. También ha reivindicado a Osio, que ya tuvo la condición de santo aunque la perdió por sospechas de semiarrianismo.

Su voluntad es que la Santa Sede lo vuelva a inscribir en el Martirologio Romano. Él mismo es miembro desde 2018 de la Congregación para las Causas de los Santos.

El seminario sigue aflorando sacerdotes cada año, pero además de la diócesis han salido tres obispos en los últimos años: Santiago Gómez Sierra, Francisco Jesús Orozco Mengíbar y Antonio Prieto Lucena este mismo año.

En el aspecto social, su voz ha sido la de un obispo comprometido con la defensa de la fe y de los valores cristianos. Desde luego ha alzado la voz por el derecho a la vida, pero también contra la ideología de género y contra la pornografía que «empapuza a los jóvenes».

No ha vacilado en urgir a las Administraciones una solución para la pobreza, ha animado a vivir la primera comunión con austeridad y, ya en los últimos tiempos, ha recordado que «la unidad de España está en peligro» por la ley de amnistía.

Una de sus principales preocupaciones ha sido la educación, tanto en los colegios que tienen carácter católico, privados y concertados, como en la enseñanza de la asignatura de religión en centros públicos, y siempre ha animado a los padres a solicitarla. Su presencia en los actos de colegios religiosos ha sido constante.

Ha dicho su opinión en muchos debates, desde la pobreza hasta la pornografía o la defensa de la unidad de España

En un tiempo en que los ataques a la Iglesia eran frecuentes, la diócesis se defendió a través de la transparencia y siempre publicó sus cuentas, tanto en los ingresos como en los gastos y en los conceptos a que se destinaban.

En línea con ello va la elaboración de un protocolo para la actuación de los que tienen que estar en contacto con menores, de forma que se puedan prevenir posibles casos de abusos sexuales, y para actuar cuando haya denuncias por este tema.

En Córdoba apenas se han conocido casos en los últimos años, pero fue una de las primeras diócesis de España en que se elaboró un documento que fomenta los «estilos sanos de relaciones interpersonales», pero a la vez muestra cómo detectar si pueden existir abusos.

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