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LA PRIOSTÍA

La penitencia de las bandas de música

Agrupaciones como la Redención realizan viajes fuera de la provincia que supone un esfuerzo añadido

Los músicos de la Redención preparan el viaje que realizaron para tocar en Málaga Á. Carmona

Fernando López

Las distintas Agrupaciones Musicales y Bandas que ponen su música a los distintos pasos de Semana Santa , realizan un verdadero maratón de salidas durante toda la semana. Es el caso de la Redención de Córdoba , que en la tarde del Jueves Santo se desplazó a Málaga a poner sus sones a la hermandad de la Sagrada Cena .

Esta banda comenzó sus actuaciones el Jueves de Pasión acompañando a Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Divina Misericordia. Después de un Domingo de Ramos en la capital y el lunes junto al titular de su hermadad, el Martes Santo, el Miércoles Santo y el Jueves Santo, harán estación de penitencia fuera de la provincia de Córdoba.

Esto supone una organización especial en muchos aspectos. Son muchas las horas que pasan fuera de casa, acumulando cientos de kilómetros para culminar un año entero de trabajo. Para la salida del Jueves Santo en Málaga, los músicos estaban citados en el local de ensayo a la una del medio día. A ese mismo punto llegaron en torno a las dos de la mañana. Más de doce horas cada día .

Las bandas actúan en los viajes casi de memoria. Cada músico es responsable de su traje y de sus instrumentos, aunque el vocal de cada voz supervisa que nada se quede atrás. En esta banda en concreto son dos autobuses más algunos coches particulares los que se desplazan hasta la capital de la costa del sol.

Los uniformes a un lado, los instrumentos a otro. El carro con medicinas y repuestos tampoco faltan. Todo también supervisado por los asistentes de la banda que velan porque el músico intente estar concentrado exclusivamente en tocar.

Pese a las horas fuera de casa, cada componente corre con los gastos de los tentempiés de la merienda. Solo por la noche y tras el término de la procesión , la hermandad ofrece a cada músico un bocadillo de embutidos y una lata de refresco , que rara vez suele tener una temperatura lógica.

Aunque parezca sorprendente, este menú es la dieta que siguen la gran mayoría de músicos durante toda la Semana Santa . Más de doce horas diarias de pie, tocando un instrumento y cenando después de la procesión un simple bocadillo.

Eso sí, en el carro de las medicinas sí que se porta agua, para la hidratación de los músicos, pero a poco más acceden durante las tantas horas de procesión. Y las normas están establecidas para todos. Incluso para los alrededor de quince niños que también forman parte de la banda.

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