LAS 10 NOTICIAS DEL AÑO
Una sequía para disgusto de todos en Córdoba
Pantanos bajo mínimos, la amenaza de cortes a la población y las pérdidas millonarias en la agricultura marcaron el 2022 de principio a fin
La producción de aceite de oliva en Córdoba se quedará en la mitad en una campaña marcada por la sequía
La siembra de cereales en Córdoba cosecha motivos de preocupación: sequía, PAC y falta de abonos

El año que acaba de finalizar estuvo marcado de principio a fin por la sequía. Empezaba un año con los pantanos bajo mínimos y con la amenaza de llegar al otoño sin poder garantizar el suministro de agua para los habitantes de las comarcas del Guadiato y el Valle de Los Pedroches por la delicada situación de los pantanos. Como dato, en enero pasado el mayor embalse de Andalucía, el de Iznájar, estaba al 24 por ciento de su ocupación.
Para colmo, el primer mes del año contribuyó a agravar la situación al ser el segundo enero más seco del siglo XXI en la cuenca del Guadalquivir y el quinto más seco por la ausencia de lluvias desde 1961. Un invierno famélico en lluvia y una casi total ausencia en primavera terminaron por encender todas las alarmas. Había que pasar a la acción y así se hizo desde determinados ámbitos.
Una de las principales medidas fue la aprobación, el pasado 15 de marzo en Consejo de Ministro, del decreto con medidas excepcionales para hacer frente a los efectos adversos de la falta de agua en la agricultura y la ganadería, así como para poner los medios necesarios para hacer un uso más eficiente del agua, medidas que incluían un importante paquete de inversiones para mejorar las infraestructuras hidraúlicas.
Fue aquí donde saltó la polémica en Córdoba al excluir el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos las obras de urgencia para la conexión del embalse de La Colada con Sierra Boyera, actuación que se daba por hecha y que incluso llegó a priorizar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir entre las inversiones a realizar de urgencia con cargo al decreto de sequía.
En vista de que el Gobierno no iba a dar su brazo a torcer, y que el asunto empezaba a tomar cierto cariz político por los reproches entre partidos por las obras incompletas de la red secundaria de La Colada, dependientes de la Junta de Andalucía y que quedaron paralizadas con el PSOE al frente del Ejecutivo andaluz, se optó por una solución alternativa.
Las últimas lluvias apenas tuvieron impacto en los embalses y vaticinan la prórroga en 2023 de las medidas incluidas en el decreto de sequía
Apareció en escena la Diputación que, a través de la Empresa Provincial Aguas de Córdoba (Emproacsa), lideró un proyecto consistente en una conexión de urgencia y transitoria para conectar ambos embalses y trasvasar el agua de La Colada, a más del 70 por ciento de su nivel, al mermado pantano de Sierra Boyera, desde donde se potabilizará el agua y se distribuirá a más de 80.000 vecinos del norte de la provincia. La conexión, que iba a estar lista para otoño, se fue demorando y no estará operativa hasta mediados de enero.
Pasos para mitigar los efectos de la sequía
Mientras tanto, desde Emproacsa se han dado pasos para mitigar los efectos de la sequía, como la redacción de una ordenanza pionera en Andalucía, que insta a los ayuntamientos y empresas privadas a un consumo sostenible, sopena de sanciones e incluso cortes de suministros, así como la búsqueda de alternativas para evitar cortar el grifo en la zona norte. Entre estas cabe destacar la localización de láminas de agua para destinarlas a consumo humano o labores agrícolas, como fue el hallazgo de una importante balsa de agua en una antigua mina en Fuente Obejuna.

A pesar de que la lluvia irrumpió con fuerza en la recta final del otoño, el daño en la agricultura estaba hecho y la recuperación de los pantanos llevará su tiempo. Tal es así que desde la CHG se baraja pedir la prórroga del decreto ley de sequía en Andalucía. La federación andaluza de regantes pide también ser realistas. La situación ha mejorado pero el estado de los embalses sigue siendo preocupante.
2022 acabó confirmando los malos augurios para el campo. Los aforos oficiales para la aceituna y los cítricos rebajaban la producción hasta la mitad de lo cosechado en la campaña anterior. Las salidas de aceite de la actual temporada confirmaron ese temor e hicieron buena la medida del Gobierno central de reducir a tan sólo 10 peonadas las necesarias para cobrar el subsidio agrario. En los dos primeros meses de aceituna se produjo en la provincia 37.000 toneladas frente a las 72.000 del mismo periodo de la campaña anterior.
La sequía provocó pérdidas millonarias en la agricultura y dio la puntilla final a uno de los principales motores de empleo con unos tajos más cortos y con menos personal trabajando en la almazaras.
Otros cultivos, como los cerales de invierno, o la propia ganadería, con dehesas sin pasto y el encarecimiento de los costes de producción por la necesidad de tener que alimentar con pienso a los animales, sufrieron los envites de una sequía que sigue siendo una pesadilla para todos.
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