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20 ANIVERSARIO ABC CÓRDOBA

ABC y Córdoba | Una historia de arte y cultura a lo largo de 117 años

La presencia de Córdoba en ABC y Blanco y Negro fue constante, de Lozano Sidro a escritores, toreros y patrimonio

Una joven fotografía la primera portada de Blanco y Negro, en una exposición celebrada en Vimcorsa en 2011 R. C.

Luis Miranda

Cuando ABC salió por primera vez , Ángel Díaz Huertas y Adolfo Lozano Sidro ya estaban allí . Salió a la calle el primer número de la mítica revista «Blanco y negro» 109 años antes del primer número de ABC Córdoba pero ya había entonces alguna prefiguración de lo que tenía que suceder no en el siglo XX que se avecinaba entonces, sino en el XXI en el que ni se pensaría. La primera portada de la mítica revista que luego fue de ABC era una dibujo de Ángel Díaz Huertas , en que se representaba a un coche de caballos junto a un insecto de gran tamaño. Desde aquel momento Blanco y Negro primero y ABC después se fijaron en Córdoba y en los autores cordobeses y la edición que nació hace veinte años no llegaba a un territorio desconocido, sino que florecía en un lugar que había estado vinculado al periódico desde siempre.

Lo sabían los cordobeses que compraban la revista y luego el periódico , y también los de hoy, que han podido disfrutarlo en las muchas exposiciones que se han realizado en los últimos años, con fondos del Museo ABC, en que se custodian. Ángel Díaz Huertas (1866-1937) fue el autor de aquella primera portada y con su firma se conservan en los fondos 1.915 dibujos. También se asocia mucho a ABC y a Blanco y Negro el nombre de Adolfo Lozano Sidro (Priego, 1872-1936), un artista que dejó un total de 609 dibujos en una época en que tenían mucha importancia en la prensa . Su ciudad natal de Priego de Córdoba acoge un museo con su nombre en el que de forma periódica se hacen exposicione temáticas con su obra.

Ángel Díaz Huertas fue el responsable de la primera portada de Blanco y Negro

La directora del Museo ABC, Inmaculada Corcho, explicó que son pintores que beben del regionalismo costumbrista propio de su tiempo. Por eso en parte plasmaron lo que se llamó el gran mundo, las fiestas sociales de alta sociedad en el Madrid de su tiempo, pero también, y sobre todo Lozano Sidro, recogía el campo andaluz que le era tan familiar , y que se había llevado en la maleta. Los temas populares tuvieron atención constante. «Retrata la sociedad de los labriegos y los terranientes, y el mundo andaluz más costumbrista de su tiempo», cuenta. En su gama de colores destacan la luz y el color que habían visto en el sur de España , y que los marcarían para siempre. Hicieron portadas y temas costumbristas, pero también, sobre todo Lozano Sidro, ilustraciones para relatos que se difundían por entregas y que tenían mucho éxito en aquella época. Los dos fueron ilustradores de cabecera y trabajaron para la casa de forma constante , pero también hubo otros pintores , como el también prieguense José Moya del Pino o Juan González Cebrián , que firmaba sólo con su segundo apellido y que era capaz de captar los rasgos de cualquier persona en un género que tuvo mucha importancia en la época.

Los temas cordobeses estuvieron muy presentes aunque no fueran de la provincia los autores que los representaban, y aparecen los Patios, el Puente Romano, la Mezquita-Catedral y la plaza del Potro, entre otros rincones. Siempre que se hablaba de los viajes por España, Córdoba estaba y en la lista de quienes firmaron estuvo Enrique Romero de Torres . Fue pintor como su hermano y como su padre, pero se decantó más por la docencia.

Portadas de ABC dedicadas a Alfonso XIII en Córdoba y a la Virgen de las Angustias

A partir de la llegada de ABC , primero de la edición nacional en 1903 y más tarde la de Sevilla en 1929, Córdoba comenzó a ser noticia . Lo fue muchas veces y de muchas formas. Aparecían noticias sobre obras e infraestructuras, y en ocasiones con protagonistas de excepción, como el rey Alfonso XIII. El monarca protagonizó una portada en 1925 cuando visitó las obras del pantanto del Guadalmellato , que ya había estado antes en la primera página de ABC.

A partir de ahí estaban los grandes temas y los grandes personajes . La cultura siempre fue uno de los pilares del periódico y por eso se fijó en uno de los artistas más carismáticos de aquellas primeras décadas del siglo XX , y lo hizo protagonista de muchas páginas. Era Julio Romero de Torres . En 1919 estaba en uno de los mejores momentos de su carrera y se había establecido en Madrid. En la capital se codeó con la intelectualidad madrileña y con escritores fundamentales como Ramón del Valle-Inclán y Manuel Machado. Su primer reportaje lo retrataba en su estudio acompañado por sus «aristocráticas modelos». Era un reportaje extenso y literario, muy al estilo de la época, en que llegaba a acompañar a Julio Romero de Torres a la tertulia del restaurante Maxim’s. Otros periodistas hablaron de las mujeres que aparecen en sus cuadros.

A lo largo de los años aparecieron también otros autores , como los escultores Mateo Inurria y Amadeo Ruiz Olmos . Un reportaje en Blanco y Negro en 1909 ya mostraba el primer proyecto del monumento al Gran Capitán, que ahora está en Las Tendillas y que primero estuvo en la avenida que rinde homenaje a Gonzalo Fernández de Córdoba. «En la plenitud del triunfo, de las facultades creadoras y de las energías físicas; cuando apenas acababa de tramontar la cumbre de cincuenta años de existencia fecunda y gloriosa, ha sucumbido al agobio de traidora enfermedad el egregio escultor cordobés Mateo Inurria y Lamosa, figura representativa del Arte de la España mayor que dilata sus dominios espirituales allende el Atlántico, por tierras de Hispanoamérica.», decía la crónica de su fallecimiento.

Del segundo, valenciano afincado en Córdoba durante décadas , se recordaba su aportación a la estatuaria en la calle, ya que muchas de las obras que rinden homenaje a los ciudadanos más ilustres en las calles y plazas son obra suya. «Todos mis hijos son cordobeses. Puedo decir con orgullo que quiero a esta tierra tanto como a aquella en que nací», confesaba el autor de, entre otros, el monumento a Luis de Góngora.

ABC siempre fue un periódico de gran vocación literaria , y en él no sólo aparecieron los grandes escritores de su tiempo para hablar de su obra y analizarla, sino que también firmaron. Una noticia de los primeros años daba cuenta de la muerte de Manuel Reina, un poeta de Puente Genil que brilló en el auge del modernismo y que destacó por la musicalidad de su obra.

En ABC, firmó Pablo García Baena y aparecieron Mateo Inurria y Ruiz Olmos

A partir de la posguerra , cuando los miembros de la Generación del 27 se habían marchado de España o habían muerto, la c iudad representó , primero casi secretamente y luego de forma ya reconocida, una de las lamparillas en las que ardía la renovación de la poesía , la creatividad y la continuación de la tradición sin renunciar a las últimas aportaciones. Sí, era el grupo Cántico, que comenzó en 1947 pero que no fue hasta la década de 1970 cuando tuvo el lugar que merecía. En las páginas de ABC aparecieron Ricardo Molina y Juan Bernier, pero sobre todo Pablo García Baena , que a la postre fue el escritor más longevo del grupo y el que encarnó su espíritu durante toda su larga vida, porque falleció en 2018 a los 96 años.

De Pablo se ofrecieron entrevistas y textos en las páginas de Cultura , pero también firmó en ABC , y en uno de sus rincones más nobles y prestigiosos por la calidad en el fondo y en la técnica. El 17 de agosto de 1986, la víspera de que se cumpliera el 50 aniversario del asesinato del poeta, escribió una llamada «Andalucías lorquianas », en la que recogió algunas de las impresiones que Federico había tenido de sus viajes por aquella región «donde los árboles prestan las enramadas del crepúsculo para el paseo largo de los pájaros del llanto». «Ahora, cuando noviembre arrastra como una pesada capa pluvial la vaga tristeza litúrgica del otoño y el doble de las campanas eleva desde las torres su morado salmo responsorial, nos parece oír en la vigilia de la noche silbante el chapalear de la nave acercándose y la secular carga de pasajeros que sumerge la quilla, con el peso de lo mortal, en las aguas estigias, tal aquel barco a la deriva en el relato de Poe».

Es otra de sus terceras , que se titula «Ánimas» , y que se publicó el 1 de diciembre de 1987, y en él describe el espíritu y la historia de la cofradía de aquella cofradía que había existido en San Lorenzo para rezar por las almas del purgatorio y que él contribuyó a refundar ya como cofradía de penitencia.

Una Tercera se dedicó también a otro de los poetas de Cántico, Ricardo Molina , aunque tuvo que llegar tras su fallecimiento en 1963. Aquel texto lo firmó u no de los gigantes de la poesía en el siglo XX, Gerardo Diego , que evocó su talla literaria y su perfil humano, y no se dejó ninguna de sus muchas atenciones. Ni la cultural, ni la poética, ni desde luego la flamenca, porque fue el creador del que primero se llamó Concurso Nacional de Cante Jondo. «Mis últimos recuerdos de Ricardo Molina se unen al cante jondo en una de las semanas de mayo, pronto hará tres años; semana flamenca de estudios y fiestas a la que le pisó la cola el comienzo de la otra semana, la del centenario del Duque de Rivas», decía el escritor cántabro, que terminaba recordando un poema del escritor cordobés dedicado al patio.

Antes que ellos habían firmado más escritores cordobeses , en la época en que los periódicos se hablaba de literatura, pero también se ofrecía como tal, y se podía leer poesía. Es el caso del texto de Manuel de Sandoval, un escritor que estuvo activo en los primeros años del siglo XX . Firma un largo poema llamado «Otoño», en que a base de cuartetos va describiendo un sugerente paisaje por donde va discurriendo el río Guadarrama.

Patrimonio

Córdoba es además una gran ciudad patrimonial , y ABC también lo reflejó de forma constante. Desde luego que aparece la Mezquita-Catedral, tanto en la descripción intemporal de sus naves, arcos y columnas, como también en las obras de restauración y novedades. Se dedicó mucha cobertura a la restauración que finalizó en 1978, y que introdujo algunos de los cambios y mejoras que todavía perduran hoy, y fue portada cuando en el año 1985 Sus Majestades los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía , acudieron a los actos por los 1.200 años del inicio de la construcción del gran emblema de Córdoba . A principios del siglo XX se recogieron fotografías de la bendición y colocación de un nuevo cuerpo de campanas en la torre.

Pero también había actualidad con otros monumentos. Puede decirse que ABC y Blanco y Negro son contemporáneos de Medina Azahara , al menos en el sentido de la vuelta de la ciudad califal a la vida cuando comenzaron las excavaciones.

Se iniciaron en 1913 , cuando se dio la evidencia de que había estado allí la residencia y la administración de Abderramán III , y Blanco y Negro tiene ya varios reportajes hablando de ella y de la almunia Al-Miriya, un yacimiento arqueológico vecino que también tiene una importancia fundamental para el estudio de la Córdoba del siglo X. «En una se observan trozos de la magnífica ornamentación que decoraba las paredes, y en la otra, un informe montón de pedazos de estuco, solería, capiteles, columnas y adornos, en los cuales se descubren trabajos hechos por oureros de diferentes países, dando aproximada idea de la magnificencia de aquella mansión, más para soñada que para vista», dice el autor.

Los lectores de la revista en este tiempo conocieron también uno de los lugares más singulares del término municipal: el desierto de Nuestra Señora de Belén, conocido como las Ermitas, «Un cenobita con sayal del color de la tierra abre un portón; entramos. Dos hileras de cipreses ensimismados con su follaje recio, de un verde casi negro, conducen á la iglesuca y al aposento del capellán. En la sacristía se ven dos cuadros que figairan una antítesis doíorosa: es uno la imagen horrenda de una pobre ánima del purgatorio ardiendo en llamas de ocre; en un rincón del lienzo está escrito: Alma en pena. En el otro cuadro se lee: Alma en gracia; representa una mujer tan bella, con unos ojos tan azules, unos cabellos tan augustos y dorados y unos labios tan deleitosos, que á no hallarnos á tamaña altura sobre el nivel del mar y de los instintos, alguna inquietud nos sobrecogería», cuenta el autor en un reportaje en que todavía están allí los ermitaños que se quisieron apartar absolutamente del mundo y vivir con muchas privaciones y sólo en compañía de Dios. No es el único cambio: luego llegó el monumento al Sagrado Corazón, en 1929, que puso el broche a una de las joyas más queridas de Córdoba.

El mundo de los toros

Dentro de la cultura está la Fiesta de los toros y Córdoba siempre tuvo un papel protagonista . Las primeras décadas de ABC coinciden en el tiempo con el esplendor de los Califas del toreo . Sólo Rafael Molina Sánchez, «Lagartijo», no vivió para aparecer en el periódico, ya que falleció en 1900.

Hubo amplia cobertura de la vida de los demás y de la significación de Córdoba en la fiesta. De Rafael Guerra Bejarano, «Guerrita» , y de Rafael González, «Machaquito» , y muy especialmente de Manuel Rodríguez Sánchez, «Manolete» , el más influyente de todos ellos en la configuración del toreo. Incluso hubo una portada para la becerrada de la mujer cordobesa, que organizaba el Club Guerrita, y que ya desde el comienzo era una cita que llamaba la atención.

Portada de ABC dedicada al entierro de Manolete ARCHIVO DE ABC

El diestro protagonizó portadas vivo, pero también después de fallecer , porque en agosto, en el aniversario de su muerte, se le recordaba con mucha intensidad. Se cubrió el entierro y la intensa despedida que la ciudad dio al que a partir de su trágica muerte a los treinta años pasó a ser un auténtico mito. La portada del día de su despedida fue del féretro bajo la torre de la Malmuerta con otras imágenes del llanto por aquel hombre tan joven que había muerto en los pitones de un miura.

A partir de él, la siguiente figura fue más heterodoxoa, pero igual de icónica en la España que le tocó vivir. En los años 60 el gran revolucionario de la fiesta fue Manuel Benítez Pérez «El Cordobés». Para entonces los medios habían crecido y la fotografía era todavía más importante, así que muchas de las imágenes fueron portada de ABC. En las que triunfaba y en aquellas en las que el toro lo tiraba al suelo o le hundía el pitón en la carne, que también pasó. El rostro juvenil de Manuel Benítez protagonizó portadas de ABC y Blanco y Negro, y de ellas destaca una de mayo de 1964, en su presentación en Madrid. Estaba gustando, pero el toro lo echó al suelo y lo corneó, y esa fotografía apareció también en la primera página.

La Semana Santa se asomó a las portadas enseguida y pronto también los Patios

La religión en todas sus vertientes y la dimensión espiritual y cristiana del ser humano forman parte también de la identidad de ABC , y por eso buscó las señas de identidad de la fe en Córdoba. También aparecieron en la primera página.

La Semana Santa

El 23 de marzo de 1932 era Miércoles Santo , pero aquel año fue especial para las cofradías . Era la primera Semana Santa tras la llegada, casi un año antes, de la II República y el ambiente no parecía el más propicio para las manifestaciones externas de fe que representaban las cofradías en la calle. En Córdoba apenas hubo procesiones en esos años , y en 1932 no salió ninguna , pero una imagen cordobesa protagonizó a toda la página la portada de ABC para toda España. «He aquí la magnífica talla de la Virgen de las Angustias , de Córdoba, obra de Juan de Mesa, que solía salir, en solemnísima procesión, el día de hoy. A causa de las actuales circunstancias permanecerá en el templo y habrá en él un besamanos. Todos los católicos cordobeses se proponen desfilar ante la imagen», decía al pie de un impactante primer plano de las imágenes. Ya habían aparecido en el periódico algunos años antes, con una insólita fotografía en que el Cristo aparecía con corona de espinas metálica, por una conferencia que certificaba el nacimiento en Córdoba de Juan de Mesa, a quien ya se daba entonces como uno de los grandes maestros de la escultura barroca.

La Semana Santa de Córdoba aparecía de forma frecuente , aunque fuera en páginas en que compartiera protagonismo con las de otras ciudades y pueblos en España. Por aquellos mismos años ya se hizo una composición en que estaban Jesús Caído, la Virgen de los Dolores y el Crucificado de marfil que está en la Catedral y que en ocasiones preside el presbiterio. También hay una ocasión en que se mira a la provincia y se ve la entrada, en la parroquia de Santa Catalina, de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Rute.

Con los años, y tras la llegada y consolidación como gran periódico regional de ABC de Sevilla, las miradas a la ciudad de Córdoba fueron más profundas y constantes . Allí siguieron teniendo importancia las cofradías. ABC Córdoba nació once años después de la muerte de Juan Martínez Cerrillo, el escultor que marcó a las cofradías en el gran renacimiento de la posguerra, y que dejó allí muchas imágenes. Pero en ABC de Sevilla ya apareció en 1974, con una entrevista que se hacía, conforme a lo habitual en aquella época, de forma muy extensa, por entregas en varios días y con varias páginas cada una. También por aquel tiempo apareció el entonces presidente de la Agrupación de Cofradías, Rafael Salinas Martínez, que habló de la Semana Santa y de un proyecto que varias décadas después sigue pendiente: la creación de un museo de las hermandades. También habló el presidente de la Federación de Peñas Cordobesa, José Varo Zafra.

Portada de ABC dedicada a los Patios ARCHIVO DE ABC

Hay muchas referencias a los Patios de Córdoba, y dos portadas, una en el año 1959 y otra en 1961. Por la época no pueden ser más que portadas en blanco y negro, pero se intuye el colorido de recintos del barrio de San Basilio. Antes ya habían aparecido fotografías de la fiesta en sus primeros años. Eran ya entonces el momento más singular de Córdoba, y también a la Feria de Nuestra Señora de la Salud, que en ciertos momentos parecía ser la más popular y conocida de mayo.

En 1955 ABC de Sevilla dedicó todo un especial , con páginas patrocinadas por el propio Ayuntamiento de Córdoba, a esta cita. Eran los años del alcalde Antonio Cruz Conde , cuyo mandato de casi una década configuró el urbanismo de la Córdoba actual, abrió la ciudad al turismo y consolidó nuevas infraestructuras muy necesarias.

A lo largo de sus páginas, con publicidad de muchas empresas de Córdoba, se hablaba del origen de la fiesta y de la veneración a Nuestra Señora de la Salud , la imagen en torno a la cual nació, pero también había muchos asuntos de actualidad que permiten conocer, como sucede hoy, cuáles eran los proyectos en que trabajaba el Ayuntamiento.

De ellos llama la atención un reportaje sobre el Alcázar de los Reyes Cristianos , que había funcionado como residencia real ya desde el final de la Edad Media, y que se preparaba para ser un monumento patrimonial visitable. El texto lo firmaba alguien que conocía la obra de muy primera mano : Víctor Escribano Ucelay , el arquitecto municipal que dirigió muchas actuaciones en la Córdoba de aquellos años, y que incluso incluía dibujos de su propia mano del monumento, que en aquellos años dejó de ser propiedad del Estado para pasar a manos municipales, tras la petición del alcalde al mismísimo Franco.

Las noticias relacionadas con Córdoba fueron portada , como la coronación como Miss España de Paquita Delgado en 1967 , pero también hubo páginas más pequeñas en que se recogía la actualidad más general de la ciudad. Aparecía, por ejemplo, la reinauguración de la iglesia de San Pablo, décadas después de la Desamortización, además de sucesos y pequeñas notas de sociedad.

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