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Contramiradas

Auxiliadora Fernández, Fundación Emet Arco Iris:«La enfermedad de hoy día es la insatisfacción»

Dirige desde hace una década el centro pionero en la lucha contra las toxicomanías en Andalucía

Auxiliadora Fernández, el pasado miércoles, en la plaza de San Nicolás Valerio Merino

Aristóteles Moreno

A principios de los ochenta , cuando la heroína sembró de cadáveres la juventud española, su tío Alfonso Fernández Zamorano lideró uno de los proyectos terapéuticos más pioneros de Andalucía. Las denominadas «granjas» para toxicómanos se convirtieron en el único refugio para rehabilitar a aquella legión de «yonquis» enganchados a una droga que se reveló devastadora . Auxiliadora Fernández apenas rebasaba la veintena . Y aún recuerda aquella Nochebuena de 1983 cuando su familia sentó en la mesa a un puñado de aquellos jóvenes drogodependientes en proceso de recuperación.

« Para mí , entonces, era un mundo desconocido . Le confieso que sentía una mezcla de miedo y ganas de ayudar. Alguien tiene que echar una mano a esa gente» Hoy, casi cuarenta años después, Auxiliadora Fernández es directora general de la Fundación Emet Arco Iris , una organización humanitaria que emplea ya a un centenar de profesionales y despliega un amplio programa de atención a toxicómanos, mujeres víctimas de la trata de personas y menores con problemas de conducta.

Finca Prado de Santa María. ¿Le suena?

Me suena. Un bonito recuerdo. Hace años tuvimos que abandonar esta finca de Hornachuelos , pero gracias a eso nos trasladamos a La Muela, en Montilla. Y para el equipo de profesionales era mejor porque estaba en el camino del otro centro de Benamejí.

«En las drogas, han cambiado las sustancias, las formas de consumo y el perfil»

¿Se acuerda la primera vez que pisó la finca Prado de Santa María?

Yo fui muchas veces de voluntaria a dar clases en pleno agosto a las cuatro de la tarde. Recuerdo que entraban los chavales en calzoncillos asaditos de calor. Y también recuerdo las fiestas que celebrábamos en mayo para conmemorar el día de Arco Iris .

Fue la primera comunidad terapéutica de Andalucía.

Lo que entonces se llamaban granjas . Desde entonces, se han abierto muchos caminos. Y aquello es historia .

Hace 38 años la heroína era una mortífera pandemia entre la juventud. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Han cambiado las sustancias , las formas de consumo y el perfil de los consumidores porque está cambiando la sociedad. Y las personas adictas son parte de la sociedad. Hay mucha enfermedad mental asociada a las adicciones. La mujer se está incorporando tanto al consumo como a los tratamientos. Y sigue costando trabajo para que accedan a los programas.

¿Por qué?

Hay toda una lectura que tiene que ver con el género . El consumo de la mujer es de sustancias legales. Pastillas, alcohol, tabaco. Es más individual. Y en casa, para que no se vea.

Es más vergonzante.

Sí. Si un hombre comete un delito bajo los efectos del alcohol es atenuante. Y si una mujer es violada y había consumido algo era lo que se merecía . Sigue siendo así. Pero todo lo que se ve tiene más visos de poder cambiar.

¿Cuál es la droga de nuestros días?

Yo creo que no hay solo una . Desde que tenemos el programa Ödos se me ha abierto el mundo . No es lo mismo hablar de la droga y la violencia de género en Córdoba que en Costa de Marfil. Aquí te diría que es la satisfacción personal . Tener lo que quiero .

«Las mujeres consumen drogas legales y en casa, para que no se vea»

¿Eso es una droga?

Hay una postura muy egoísta .

Somos adictos al placer.

Pues sí .

¿La heroína ha sido la peor droga?

Creo que fue la primera y fue muy dolorosa . Luego hemos ido conociendo más. Entonces había menos enfermedad mental asociada. La cocaína es devastadora y las drogas sintéticas también . Aquella fue una sociedad entera a la que arrasó por desconocimiento. Ahora hay otras drogas en Sudamérica, como el «paco», que es bestial. Por lo visto, es algo horroroso.

Si la droga es el síntoma, ¿cuál es la enfermedad?

Yo creo que la insatisfacción . No estar satisfecho con uno mismo y sin saber por qué. La debilidad de carácter . Y todo eso no tiene nada que ver con el entorno social.

La directora de la Fundación Emet Arco Iris, durante la entrevista concedida a ABC Valerio Merino

La droga nos acompañará siempre a la humanidad.

Yo creo que sí .

La crueldad se ensaña más con la mujer. No sé si porque históricamente hemos sido las más débiles y menospreciadas. Y todo lo menospreciado no pasa nada si se le hace más daño. En nuestro campo, si es la mujer la que consume, otro problema más. Si hablamos de violencia de género , ya sabemos que se ensaña con la mujer y se justifica en muchos casos . O se está negando por algunos grupos . Y, si hablamos de la trata de personas, las cifras están ahí.

«Hay que agarrarse a la utopía, pero sabiendo que es una utopía»

¿Cómo escapa una joven africana de la trampa de las mafias?

Yo le tengo un respeto tremendo. Nosotros las bombardeamos con información para que conozcan los derechos que tienen, la protección internacional, la importancia de que sus hijos tengan visibilidad. Nuestra experiencia nos dice que para salir de ahí tristemente va a ser cuando hayan pasado situaciones duras.

¿Hacemos todo o que está en nuestra mano?

Siempre se puede hacer más . Y esto es un trabajo a muchas bandas. En el proyecto Ödos es fundamental el Ayuntamiento de Montilla , que son los responsables de la declaración de riesgo de los menores. Tenemos niños indocumentados que no existen. No hay un registro de ellos. Y cuando una persona no existe no tiene derecho ninguno. Han pasado ya 14 familias a la segunda fase y las que quieran quedarse en España pueden tener un proceso posterior de incorporación. Todo el trabajo jurídico es tremendo.

¿Cuántas lágrimas se ha dejado usted aquí?

Me he dejado muchas lágrimas, pero también he llorado mucho de alegría . Y se compensan unas con otras.

«Los MENA son niños y niñas. Hijos e hijas. Nietos y nietas. Y son el futuro»

¿Por qué hay que tender la mano al desvalido?

Porque somos parte del mundo. Porque somos miembros de una sociedad y es como la gotita que echas en el agua. En la medida que la gente alrededor esté mejor se va a ir cundiendo como una mancha de aceite hasta que todo el mundo estemos estupendamente. Si la mancha de aceite se encuentra con un muro, ese aceite no pasa.

¿Y quedan muchos muros por derrumbar?

Se van construyendo nuevos . Eso es humano. Hay que agarrarse a la utopía, pero sabiendo que es una utopía. Esa es la forma de crecer, de construir y de madurar, siempre con las ganas de querer derribar los muros.

Menores Extranjeros No Acompañados. MENA. Cuatro letras en el ojo del huracán.

Tremendo. Y yo digo que de esas cuatro letras la principal es menores . Son niños y niñas. Que son hijos e hijas. Que son nietos y nietas. Y que son el futuro .

¿Y quién quiere poner en la diana a los niños desamparados?

Yo quiero pensar que son dardos que tienen que ver con la guerra política . No quiero pensar que tienen que ver con el carácter humano de las personas. Y la guerra política tampoco tendría que ser eso. Hay gente a la que lo distinto le da miedo. Y por culpa del miedo se pueden hacer muchas tonterías. Hay gente que reacciona muy mal atacando a quien no debe.

En la web corporativa están escritos los valores de la Fundación: justicia, dignidad, tolerancia. ¿Como andamos en la materia?

Hay quien anda bien, quien anda regular y quien anda mal. Pero hay que buscar como compañeros de camino a los que anden como tú o mejor para crecer y seguir contagiando. Hay personas que esto ni se lo huelen. No hay más remedio que seguir. No nos debe de parar que otra gente no lo haga o lo vea de otra manera. Yo soy un poco como Gandhi. No me gusta el enfrentamiento . No me siento cómoda ni creo que sea una forma de luchar. Todas las formas que busquen el bien pueden ser válidas , pero prefiero el ejemplo al enfrentamiento .

¿Cómo le ha cambiado la Fundación?

Me ha hecho crecer y madurar . Y me ha hecho más tierna. Me ha dado mucho. Y tengo mucho que agradecerle.

¿Su confianza en el ser humano sigue intacta?

Intacta no sé , pero sigue, permanece y ya no la pierdo .

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