La campaña de cítricos en Córdoba perderá este año entre un 8 y un 12 por ciento de producción

El aforo que ha publicado la Consejería de Agricultura , Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible prevé que la campaña en Córdoba acabará con una producción final que alcanzará las 350.047 toneladas, 30.093 menos que en el periodo 2018-2019, lo que supone un descenso del 8 por ciento . La provincia se mantiene en tercer lugar en Andalucía (donde se cree que se llegará a las 2,18 millones de toneladas) en relación a la cosecha de este cultivo, únicamente por detrás de Sevilla y Huelva. Córdoba también obtiene la medalla de bronce en cuando a la disminución de su producción. En Cádiz se augura una caída del 53,4 por ciento y en Granada del 32,3 por ciento.

La variedad con más presencia en la zona citrícola de la provincia, que agrupa unas 11.000 hectáreas, volverá a ser la naranja dulce, que llegará a las 340.780 toneladas, lo que supone un 97,3 por ciento de toda la producción prevista. En este caso la bajada estimada es algo superior al 7 por ciento . Por detrás aparece la mandarina, con 5.942 toneladas y un decrecimiento de más de más del 40 por ciento, y el limón, son sólo 70 toneladas y una caída de casi el 83 por ciento. La excepción es el pomelo , que subirá un 24,6 por ciento, quedándose en 3.028 toneladas.

El informe de la Administración autonómica señala que «la presente campaña ha estado marcada por la ausencia de incidencias climatológicas extremas durante el desarrollo del cultivo, aunque se ha registrado un déficit hídrico considerable que ha obligado a incrementar los riegos en gran parte de las zonas productoras». No obstante, el hecho de que el invierno haya sido seco, junto una primavera cálida, ha posibilitado una menor presencia de plagas y enfermedades en las plantaciones, según los técnicos de la Junta.

El máximo responsable de la Sectorial de los Cítricos de Asaja en Córdoba, Nicolás González , indicó a ABC que el aforo de la Consejería se queda «corto», ya que sus previsiones son que la cosecha pueda descender en torno a un 15 por ciento, con especial incidencia en algunas variedades como es el caso de la navelina , en la que podría haber una merma de hasta el 30 por ciento, aunque en otras, como la salustiana , se espera sólo un 5 por ciento de menos de producción. La sequía y las altas temperaturas están detrás de estas estimaciones.