Detectan en colegios de Córdoba grupos de Whatsapp para incitar a menores al suicidio

Puede poner los pelos de punta, pero es lo que detectaron algunos centros educativos de Córdoba y trasladaron a este servicio. Según Casas, ahí había «niños que no saben ni dónde se meten» y, aunque sea un hecho aislado, «nos ha llegado a través de algunos centros educativos de Córdobaque lo han detectado».

O también se han encontrado grupos de Whatsapp para explicar cómo autolesionarse con cuerdas o cuchillas. ¿Qué pretenden con ello los adolescentes? «Que hablen de mí, bien o mal pero que hablen de mí porque quiero ser el protagonista en los comentarios», explica el experto.

'Among Us', 'Fortnite', AuronPlay, TikTok, Twitch, sexting, grooming... Si tiene usted hijos y todo esto le parece un galimatías , puede que tenga un problema: desconoce por completo el mundo en que los menores se relacionan entre sí.

No es un universo 'per se' bueno ni malo, sino diferente al que generaciones anteriores han empleado para comunicarse. Y cuando los padres carecen de los referentes que usan sus hijos en las fases tempranas de su desarrollo, empiezan la incomprensión y los disgustos . Algunos pueden ser graves .

En el mundo digital, las pantallas cobran vida. Los adolescentes usan los dispositivos como los móviles, tablets, ordenadores y otros gadgets para casi todo, incluso para el sexo. Para analizar su impacto en la sociedad actual, y los problemas que puede generar un espacio como este, tan desconectado de lo que han vivido padres y abuelos, el Colegio de Abogados de Córdoba organizó en la tarde de este jueves un coloquio con distintas perspectivas sobre «Adicciones sin sustancias: menores y nuevas tecnologías».

Sí, las pantallas pueden crear adicción. Pero no está ahí el verdadero problema, explica José Antonio Casas, psicólogo y director del programa contra el ciberacoso de la Junta de Andalucía , en el que participan más de 400 centros escolares .

Asegura que «muchas familias no comprenden que todo esto es un medio más para socializarse , los chicos quedan a través de esas plataformas, ahí juegan y se relacionan». Es el propio Casas quien cita algunos de los términos que arrancan este reportaje. «Cuando los menciono parece que estás hablando en chino y sólo hablo del contexto en que nuestros chicos son referentes», dice.

La falta de experiencia de los padres en un entorno nuevo les lleva a no saber enfrentarse a situaciones que antes no se daban. No pueden adelantarse a «situaciones comprometidas» , entre las que sobresale el 'sexting'. El anglicismo remite a una forma de iniciarse en el sexo a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías.

No hay nada malo en ello, asegura Casas, pero sí en practicarlo sin consentimiento. Por ejemplo, cuando un novio despechado (porque este problema lo sufren mucho más las chicas) publica imágenes de su expareja adolescente. Las menores están «atrapadas entre la espada y la pared. No quieren quedar como mojigatas, pero si se pasan y mandan fotos de contenido sexual a los amigos, pasan a ser la ... del pueblo». El propio Casas omite la palabra. No es necesario ser más explícito.

Mucho más grave es, como indica el psicólogo, el consumo de la pornografía entre los menores de 12 años , que les lleva a descubrir el sexo mediante «prácticas duras». O el 'grooming', que dicho en castellano es la pederastia a través de las redes sociales. También ha aumentado, porque los pedófilos «saben que hay muchos chicos que no están supervisados», revela.

La colaboración de los centros escolares es básica para detectar y prevenir estas conductas. Para eso existe el programa Agente Tutor , una unidad específica de la Policía Local de Córdoba con media docena de agentes que comanda el oficial Juan Jesús Alcántara. «Hay un incremento paulatino de adicciones sin sustancias, y también con sustancias», relata, dado que «en particular niños y adolescentes tienen una necesidad permanente de usar las pantallas».

El problema más frecuente -opinión en la que coincide con el psicólogo Casas- es el ciberacoso . Alcántara lleva en Agente Tutor desde 2014 y entonces los casos eran anecdóticos. Ahora, por el contrario, «cada vez más con cierta premura nos llaman los centros educativos porque detectan casos concretos de chicos que se molestan entre ellos».

Detrás viene el 'sexting', «que se está normalizando» , y a menor escala el 'grooming' o pederastia, que afecta «sobre todo a chicas aunque los chicos no están libres», describe el oficial. Se pueden dar un par de casos al año de este último delito en Córdoba, «pero es que hace cuatro años eran cero».

Un último delito relacionado con el consumo de redes sociales es el aumento de la violencia de los hijos hacia los padres . Alcántara asegura que los menores «están acostumbrados a tenerlo todo y a tenerlo ya, y desde pequeños han tenido pocos límites en el uso de las nuevas tecnologías». Lo que no hay que hacer, explica, es prohibir su uso sino enseñar a manejarlas. De ahí le llegan muchas demendas de familias a las que «les faltan herramientas para reconducir» los accesos de violencia de un menor.

Y así se llega al colofón de la violencia y el mal uso de redes sociales y productos tecnologías: cuando el adolescente ya ha cometido el delito . Para Berta Aparicio , diputada de Menores del Colegio de Abogados, que ha constatado cómo «las adicciones en la adolescencia son una realidad incontestable». Cita el caso del parricida de Elche , «que nos ha dejado fríos».

Sin llegar a esos extremos, a los tribunales cordobeses llegan casos de adolescentes «que se pasan todo el día con comportamientos antisociales» fruto de la adicción a las pantallas, con un aumento de la violencia paterno-filial, dice Aparicio. Al menos deja un consuelo y, tal vez, una puerta a la esperanza: «Los chavales mienten menos que los mayores y reconocen los hechos». Así siempre resulta más fácil reconducir una situación, por complicada que sea.