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CULTURA

Dialogar desde casa con pinturas de Julio Romero de Torres y Sorolla

El Ayuntamiento pone a disposición del público una pequeña muestra virtual de las obras del pintor cordobés

Exposición Diálogos Con Julio Romero ABC

Pilar Montero

Si alguna vez fue posible capturar conceptos tan abstractos como el duende del flamenco, la pureza de los sentimientos del sur y la identidad de una ciudad, Córdoba , grandiosa en la expresión de su sencillez, fue el pincel de Julio Romero de Torres el único con la maestría suficiente como para lograrlo,rodear esos valores de un halo de misterio y magnetismo tales que se antepusieran por siempre al paso del tiempo.

Este año, en el 90 aniversario de su muerte, la figura del artista sigue extendiendo su influencia y, como demostración, la Delegación de cultura del Ayuntamiento de Córdoba, en colaboración con la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, y por iniciativa del restaurador del Ayuntamiento, Enrique Ortega, han puesto en marcha la iniciativa Diálogos con Julio Romero , en la que varios cuadros del pintor de la musa gitana dialogan con las piezas de otros artistas, algunos coetáneos y otros no tan cercanos a su tiempo.

El primero de los elegidos para esa connivencia ha sido el impresionista Joaquín Sorolla, en concreto, la imagen de Doña Enriqueta García (1890), que se sitúa junto a otras dos mujeres de Romero de Torres, Bendición Sánchez (1904) y la protagonista de Naranjas y Limones (1927). Una selección enfocada, sobre todo, a la mirada del espectador, a sus preguntas, sus recuerdos, su imaginario; a los momentos de su vida en Córdoba entre los que el pintor se ha colado más de una vez sin miramientos.

Para Teodoro Fernández Vélez, Historiador del arte y autor de una biografía de Julio Romero que espera su salida inminente en la editorial Almuzara, la comparación de estas tres obras podría entenderse como un breve recorrido por la serie más «luminista» del pintor, con Bendición Sánchez, propia de sus primeros años, en los que se le denominaba, explica Teo Fernández, «Sorollista, con acepción negativa en la época por su supuesto intento de imitación a Sorolla», hasta llegar a Naranjas y Limones, donde el estilo simbolista del autor ya estaba personalizado y definido.

Pero un nuevo diálogo tendrá lugar más adelante, aseguran fuentes del Ayuntamiento, con obras del inclasificable y polifacético Pepe Espaliú , por lo que las pinturas de Romero de Torres volverán a tomar nuevos significados,a plantearse su sentido primigenio. Aun así, la extensa sombra simbolista del pintor seguirá siendo alargada. «En entrevistas de la época Romero de Torres dejaba muy claro que, para él, el buen arte debe ser atemporal, y que las peores obras pasarían de moda, mientras que las mejores permanecerían. Una idea que compartía con su amigo Valle-Inclán , por la que le tildaron de arcaísta, pero su intención era referirse a la importancia de que la esencia permanezca en el arte», comenta Teo Fernández.

Debido a la emergencia sanitaria actual, el aura de las obras de arte queda lejos, pero el visitante puede acceder de modo virtual a PlataformaCulturaCordoba.es o mediante la cuenta de instagram @museojulioromero para reinterpretar la esencia de los trazos de Julio Romero.

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