Hazte premium Hazte premium

José Javier Amorós - PASAR EL RATO

Expedición al río

La alcaldesa tiene una visión más amplia del botellódromo. Cree que Sadeco puede hacer al río una psicoterapia adecuada

Imagen del macrobotellón del miércoles en la pasada Feria de Córdoba ÁLVARO CARMONA
José Javier Amorós

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nunca beben a gusto de todos . Los jóvenes botelloneros . Beben y beben y vuelven a beber, como los peces del villancico, aunque de otras fuentes y con distinta intención. Según el cantar, de poca exigencia lógica, los peces beben en el río por ver a Dios nacer. Según la costumbre, de poca exigencia lógica, los jóvenes botelloneros beben en el río por ver amanecer. Y usted que lo vea.

Mañana, miércoles de Feria en Córdoba , jóvenes de distintas juventudes se agruparán para beber , porque la bebida en cantidad necesita cómplices. Administrada con sabiduría, la bebida es un placer lento y sosegado, que individualiza y resulta compatible con la creación artística. Beber atropelladamente, sin otro propósito que beber , como si la bebida fuera una actividad que tiene el fin en sí misma, quita perspectiva para tratar con indulgencia el pasado . Como los jóvenes botelloneros tienen poca vida anterior, pueden hacerla desparecer fácilmente de un copazo. Beber, beber y no pensar en nada.

Cuentan las crónicas de la ciudad que el año pasado se juntaron para beber más de diez mil aspirantes a hígado graso . Se amotinaron amistosamente cerca del río, sin más desorden que el contenido de las botellas. Y su propia iniciativa. A uno le parece que la bebida tiene sus sitios y sus ritos, y beber licor a la orilla del río es una falta de respeto al agua que no has de beber . Nos priva del éxtasis que proporciona la contemplación de la naturaleza, y lo sustituye por las pequeñas muertes que viven en las botellas. A la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir le parece inapropiado el lugar de la concentración, porque puede sufrir el río, aunque nada dice sobre los efectos del alcohol en los jóvenes bebedores. Botellón, sí, pero lejos de mis asuntos . La alcaldesa de Córdoba tiene una visión más amplia del problema, por eso es la alcaldesa. Y considera que la empresa municipal de limpieza puede hacerle al río la psicoterapia adecuada , para que pueda volver a fluir limpio y feliz después del espectáculo. La alcaldesa tiene un sentido literario de los acontecimientos, que los sublima. Quizá nos hallamos en Córdoba ante una actualización de la «Anábasis», de Jenofonte, la expedición alcohólica de los diez mil. Cuando los expedicionarios se retiren, después de haber recorrido sin descanso el monótono paisaje de las botellas, a la mirada quedarán cincuenta toneladas de basura . Que tendrán que recoger los empleados de Sadeco, que no habían tomado parte en la batalla.

La bebida es una asignatura que necesita aprendizaje . Y en los colegios y en las universidades, donde tantas cosas inútiles se enseñan, debería enseñarse a beber. Para que también se conviertan en costumbre expediciones de los diez mil a la Feria del Libro , que dejen los estantes vacíos y los cerebros llenos. Después, con el corazón en orden, se podría «conversar una botella». A uno le inspira simpatía la juventud, también cuando cae derrotada por el botellón, ese enemigo sin grandeza. Será porque uno ha pasado tanta vida con los jóvenes , y del trato viene el cariño. «Comprenderlo todo es perdonarlo todo», decía el joven Rimbaud, que murió con 37 años, después de «Una temporada en el infierno». Por puro cariño, uno les desea que aprendan a beber y a leer y a vivir . Y que envejezcan llenos de comprensión y de perdón. El perdón, claro, necesita una copa de menos para resultar creíble.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación