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Economía

La factura de un Brexit duro llegará a Córdoba en enero de 2021 con más de 70 millones en juego

Los expertos aconsejan elaborar planes de contingencia para saber a cuánto ascenderán los costes si no hay acuerdo

Una planta de envasado de aceite de oliva de Córdoba Valerio Merino

Rafael Verdú

La salida del Reino Unido de la Unión Europea , efectiva desde el 1 de febrero, tendrá consecuencias en todos los órdenes. Las autoridades comunitarias se han esforzado en presentar un Brexit negociado con un divorcio amistoso, frente al guion de «Historia de un matrimonio» esbozado el otoño pasado, con ambas partes cerradas a la negociación. Quizás en el ámbito puramente político el «Brexit blando» haya calado en la sociedad, pero en los aspectos comerciales la realidad apunta lo contrario. Y sólo en Córdoba hay más de 72 millones de euros en juego, la cifra de exportaciones de empresas locales al Reino Unido en 2019. En el ámbito agroalimentario se cuentan 120 empresas afectadas y, en general, el 15% de los exportadores tiene negocios allí y se verá afectado por el Brexit.

Para entender las consecuencias de un Brexit duro para Córdoba , la patronal de los empresarios CECO organizó ayer una jornada informativa centradas en las exportaciones agroalimentarias, si bien sus conclusiones pueden adaptarse a todo el sector productivo. Como dijo Antonio Díaz, presidente de CECO, «no hay nadie que se libre de volver a pagar tasas y aduanas». El protagonismo de la jornada, en la que participaron una quincena de empresas y colectivos cordobeses, recayó en Belén Palao , socia del despacho . Esta experta en trámites aduaneros se lo dijo sin paños calientes a los empresarios: «Las lechugas se quedan en los contenedores».

Palao empezó detallando los tres modelos de acuerdo de libre comercio que podrían servir de base para establecer la relación comercial entre la UE y el Reino Unido: los tratados ya existentes con Noruega -que no forma parte de la Unión pero sí del espacio económico-, Turquía -el eterno aspirante - y Canadá . Los dos primeros ya están descartados puesto que implican, de un modo u otro, una cesión de soberanía o competencias por parte del socio comercial de la UE y ésos son, precisamente, algunos de los motivos que auparon a los euroescépticos en el Reino Unido. Sólo restan, por tanto, la letra y el espíritu del pacto con Canadá, que contempla «la igualdad de condiciones en la negociación» y una reducción o supresión de aranceles en muchos productos y servicios, según explicó Palau.

Los problemas

La cuestión no es tan sencilla como trasponer el acuerdo de libre comercio con Canadá, llamado CETA por sus siglas en inglés, al Reino Unido. Para empezar, la UE y el país norteamericano tardaron siete años en definir su relación. Y no hay tiempo para eso. Las autoridades británicas y europeas pactaron mantener el libre comercio hasta el 31 de enero de este año. El Reino Unido se reservó la potestad de aplicar una prórroga , pero una sola, por un plazo máximo de otros dos años. En total serían menos de tres años para culminar unas negociaciones que acaban de empezar ahora. Es poco tiempo, pero podría bastar si no fuera porque Boris Johnson , primer ministro británico y adalid de los euroescépticos, no tiene ninguna intención de aplicar ese mecanismo. Palau explicó que «el Reino Unido está convencido de que no será necesario pedirla», por lo que «volvemos al escenario del Brexit duro con todo lo que ello conlleva. No estamos en una situación nada clara, no tenemos tranquilidad».

Belén Palao, ayer en la jornada de CECO sobre el Brexit Valerio Merino

Sin un acuerdo el 1 de enero de 2021, ambas partes comenzarán a aplicar aranceles a determinados productos mientras los líderes políticos se sientan en la mesa de negociación. A cuáles y en qué cuantía es algo que está por ver, pero lo cierto es que el Reino Unido estará en una posición de fuerza que podría emplear para «intentar romper a la UE» puesto que «sus intereses son completamente diferentes de los nuestros», dijo Palau. O lo que es lo mismo, divide y vencerás. El Reino Unido podría buscar acuerdos bilaterales con uno o varios de los 27 miembros restantes de la UE, enfrentando a los demás.

Las cifras

Desde que el Brexit fue aprobado en referéndum en junio de 2016, las exportaciones de Córdoba hacia el Reino Unido no han parado de crecer. La exportación, aclaró el también socio del bufete Andersen José Miguel Soriano , fue la solución de las empresas españolas ante la crisis, y funcionó bien. En aquel año, Córdoba vendió al Reino Unido por valor de 67,5 millones; era el octavo socio comercial por volumen de facturación. Las cifras subieron hasta el récord de 94,3 millones en 2018, un aumento del 40% en tan solo dos años que convirtió a los británicos en el sexto país de recepción de productos cordobeses.

Pero ahí se frenó la subida. En 2019, según los datos del Instituto de Comercio Exterior , las exportaciones se quedaron en 72,7 millones hasta noviembre, último mes del que existen datos. En comparación al mismo periodo del año 2018, la caída fue del 18%.

El turismo

El Brexit impactará también en una de las principales vías de ingresos de la provincia, especialmente en la capital: el turismo. Al suprimirse los tratados que permiten la libre circulación de personas entre el Reino Unido y la UE , harán falta más requisitos para residir, o simplemente visitar, Córdoba y su entorno. Y no son pocos los afectados. Sólo en el año 2019, según los datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE, la provincia recibió un total de 34.015 visitantes procedentes de alguna de las cuatro entidades que conforman el Reino Unido ( País de Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda del Norte ).

El turismo británico en Córdoba ocupa actualmente la quinta posición entre los visitantes extranjeros, con un 2,81 por ciento sobre el total -incluyendo turistas españoles, que son la mayoría-. Sólo están por detrás de Francia , que aporta el 5,91 por ciento, Estados Unidos (3,70 por ciento), Italia (3,40 por ciento) y Alemania (3,06 por ciento).

Por número de pernoctaciones, los británicos durmieron en la provincia el pasado año un total de 67.045 noches, el 3,27 por ciento, lo que los coloca en la cuarta posición tras adelantar a los italianos en este apartado. Y son los que más pernoctan de media, con 1,97 noches.

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