Ruta por los pueblos más bonitos de Córdoba para escaparse en Semana Santa

D.D.

22/03/2021
Actualizado a las 22:20h.

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Córdoba seguirá con cierre perimetral durante la Semana Santa para evitar la propagación del coronavirus y una cuarta ola de contagios. Sin embargo, la movilidad dentro de la provincia está permitida y los días festivos que se avecinan son la mejor oportunidad para visitar pueblos con encanto cargados de historia, cultura, buena gastronomía, naturaleza y ocio . Si no los conoces, este es el momento. Y si ya has recorrido sus calles, seguro que hay rincones por descubrir.

En todos los listados de las localidades de Córdoba con más encanto figura Priego. Enclavado en la comarca de la Subbética, la localidad aúna el sabor de las tradiciones y los modos de vida agrícola con un poso de historia incuestionable.

En este municipio hay mucho que ver, aunque cualquier visita debería comenzar por el monumento por excelencia de este pueblo: las Fuentes del Rey y la Salud . En cuanto a la primera, tras sucesivas actuaciones que arrancaron en el siglo XVI, se terminó de construir a principios del siglo XIX; en concreto en 1.803. Con sus tres estanques de distinto nivel y sus 139 caños, está declarada Monumento Nacional. Respecto a la fuente de la Salud, se construyó en el siglo XVI y tiene igualmente la declaración de Monumento Nacional.

Otro imprescindible de Priego es su Castillo , que surgió con un objetivo defensivo, de ahí su carácter austero. Es una fortaleza de origen árabe, pero que fue reformada entre los siglos XIII y XIV.

Destaca su Torre del homenaje, también conocida como 'Torre Gorda', que se encuentra en el que fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1943 y cuya ubicación se encuentra en el patio de armas. Su altura es de 30 metros , parte de los cuales son semisubterráneos en la actualidad.

Después llega el momento de acceder al Barrio de la Villa , que fue el antiguo núcleo urbano de la ciudad, de origen musulmán. Tiene la catalogación de Conjunto Histórico-Artístico desde 1972.

Las mejores vistas del pueblo las ofrece el tajo natural del Balcón del Adarve , donde hay enclavados varios alojamientos para turistas. Cerca de uno de los extremos del Balcón se encuentran las Carnicerías Reales, el que fue matadero y mercado del siglo XVI.

Tampoco hay que perderse las múltiples iglesias que suponen una muestra destacada del barroco andaluz. Cita ineludible es el templo de la Asunción (siglos XVI al XVIII), con su espectacular sagrario. Se trata de una obra maestra del barroco español. Además, hay que visitar por las iglesias de la Aurora, San Francisco, el Carmen, las Mercedes, San Pedro, San Juan de Dios (templo y hospital) y Angustias.

Priego cuenta, además, con varios museos reseñables , como el Museo-Casa Natal de Niceto Alcala-Zamora, quien fuera primer presidente de la II República. En la lista, Histórico Arqueológico y la Casa Museo del pintor local Adolfo Lozano Sidro.

Los amantes de la naturaleza tienen en este municipio rutas de gan belleza que se extienden por el Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Para los que gustan de los retos, la subida a la Tiñosa cumplirá sus expectativas: se trata del monte más alto de la provincia con 1.570 metros. Otra opción también es visitar alguna de sus 21 aldeas , ideal para los que quieran desconectar al máximo.

Existe un bono turístico por cinco euros -puedes consultar todos los detalles aquí- . Puedes descargarte folletos y planos de la localidad con los horarios de los museso y los monumentos pinchando en este enlace .

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Muy cerca de la capital cordobesa, a tan solo 76 kilómetros, se encuentra Zuheros, uno de los municipios más bonitos de España , según un gran número de rankings turísticos.

Este pueblo, decarado Bien de Interés Cultural en la modalidad de Conjunto Histórico-Artístico y que cuenta con una población que apenas supera los 600 habitantes, guarda en sus estrechas calles, el encanto de antaño. En Zuheros, el viajero puede desconectar de las prisas del día a día y sumergirse en la calma de un municipio con multiples atractivos.

Cualquier visitantes que llegue a Zuheros debe bajar a la Cueva de los Murciélagos , uno de los yacimientos del Neolítico más importantes y y el primero con arte rupestre del Paleolítico Superior, lo que ha propiciado su declaración como Bien de Interés Cultural y que atrae a visitantes de todo el mundo. Más información y entradas, aquí . El entorno, que incluye numerosos senderos que siguen el cauce del Río Bailón , es ideal para adentrarse en la naturaleza y practicar deportes como el senderismo o la escalada.

Otro emblema del pueblo es su Castillo , antigua fortaleza musulmana (tenía el nombre de Sujayra, origen del actual nombre del pueblo), en la que destaca el grandioso torreón prismático rematado por almenas, datado aproximadamente del siglo XII.

Durante el S. XIV se completó como un palacio renacentista (obra de Hernán Ruiz I), por los Señores de la Casa de Córdoba. En 1760 la torre mayor del viejo castillo árabe se convirtió en Torre del Reloj, siendo restaurada en 1960, año del que data su aspecto actual.

¿Qué más se puede ver en Zuheros? Su Museo Arqueológico . Este recinto alberga los hallazgos encontrado en la Cueva de los Murciélagos y otros descubiertos en la localidad. Destaca por el período Neolítico, con cerámicas decoradas a la almagra, elementos de adorno y todo tipo de utensilios de piedra y hueso. También llama la atención los materiales de la Edad del Cobre y del Bronce. Finaliza en la etapa romana de la que sobresale la escultura de un personaje togado y un sarcófago labrado en piedra.

Además, los visitantes no pueden perder la oportunidad de entrar a la iglesia de los Remedios , antigua mezquita, de la que queda la base del alminar (actualmente campanario), destaca su retablo y la propia talla de la Virgen que es del siglo XIII.

Por Zuheros pasa una de las vías verdes más importantes y extensa de la geografía española, la Vía Verde del Aceite de Oliva . Unos 128 kilómetros entre las provincias de Jaén y Córdoba, ideal para disfrutar de la bicicleta por un camino sin gran dificultad.

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Iznájar, la villa del corazón de Andalucía, ha ido ganando fama en los últimos años y se ha convertido en uno de los destinos turísticos imprescindibles de la provincia de Córdoba.

El principal reclamo de Iznájar es sin duda su embalse , marco ideal para la práctica de deportes náuticos, la pesca, la acampada y el baño en zonas como la playa de Valdearenas, un kilómetro y medio de arena fina acondicionada como lugar de baño y recreo.

Pero esta localidad cuenta también con monumentos y lugares con encanto. Las siete centurias que los árabes permanecieron aquí dejaron huella. Buena muestra es su el Castillo de origen árabe que domina el cerro, y desde el que se pueden apreciar unas bellas vistas.

La fortaleza cuenta con una gruta natural conocida popularmente como la 'Cueva de la Reina' , hoy bajo las aguas del embalse, que conectaba el arroyo de Priego con La Villa. Cuenta la leyenda que la reina bajaba con sus sirvientas por esta gruta para lavar la ropa en el río y, un día, los caballeros Molero apresaron a una de ellas y la obligaron a entregar las llaves del castillo y así pudieron entrar y conquistarlo.

Próximo a él se alza la iglesia de Santiago Apóstol . Es de estilo renacentista y se cree que detrás de ella está la mano de Hernán Ruiz el joven. Otros edificios de importancia patrimonial son la ermita de La Antigua, el Pósito y la casa de las Columnas , uno de los palacetes señoriales que aún se conservan.

Una de las grandes riquezas del término municipal de Iznájar la constituyen sus aldeas , que no sólo aportan valores paisajísticos, «sino que son expresión de usos y costumbres tradicionales, artesanía y arquitectura popular», destaca la web de su Ayuntamiento.

Así, la villa está formada por numerosos diseminados rurales que constituyen el aspecto más característico de su paisaje y uno de los exponentes más representativos de su población que, lejos de concentrarse en el casco urbano, se dispersa a lo largo de los 137,6 kilómetros cuadrados del término municipal. Pincha aquí para conocer más sobre las aldeas de Iznájar .

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Protegido por su imponente Castillo, la localidad de Almodóvar del Río está cargada de historia. Ha participado en los acontecimientos como la Guerra de la Independencia, la desamortización de Mendizábal y, finalmente, en el movimiento campesino de la II República, la Guerra Civil o la emigración masiva de sus conciudadanos en la década de los 70.

El monumento estrella de la localidad es, sin duda, su Castillo, una fortaleza levantada por los árabes en el año 760 y que ha sido testigo de muchos acontecimientos a lo largo de su historia. Los últimos, relacionados con contiendas e intrigas, pero ficticias, ya que ha servido de escenario para la séptima temporada de la famosa serie 'Juego de Tronos' . En la vida real, sus muros han servido de prisión a personajes como Doña Juana de Lara (esposa del infante Don Tello o al I Duque de Benavente, hermanastro del Rey Pedro I) y han custodiado los tesoros de Castilla.

Durante el reinado de Pedro 'El cruel' , los familiares de los prisioneros que cumplían condena en las mazmorras de este castillo tenian que pagar para sufragar los gastos de manutención del preso. Cuando no se abonaba esa cuota, se tiraba a los desdichados reos por un agujero que había en mitad de la celda (solían romperse alguna extremidad) y allí los dejaba morir, rodeados de esqueletos.

Tampoco hay que perderse la ermita del Rosario , que destaca por su portada barroca adintelada con frontón partido por una hornacina flanqueada por volutas. Por otro lado, la colección etnológica con que cuenta Almodóvar es también digna de ser vista: sus más de 4.000 piezas la hacen única en la provincia de Córdoba.

La iglesia de la Inmaculada Concepción; la exposicón de máquinas de coser y carteles de toros, o el portus romano son otros de los enclaves que no hay que pasar por alto si se visita Almodóvar.

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Cabra, el centro geográfico de Andalucía y la puerta de entrada al Parque Natural de las Sierras Subbéticas . Esta localidad se encuentra situada a unos 70 kilómetros de Córdoba y cuenta con un rico patrimonio monumental y paisajístico.

Este municipio tiene mucho que ver. Arrancamos desde la plaza Vieja con una imponente vista del campanario y el Castillo de los Condes de Cabra (colegio de las Escolapias) con su Torre del Homenaje. Tuvo gran importancia por las guerras entre el rebelde Omar ibn Hafsún y los califas gobernantes de Córdoba. Fue conquistado por Fernando III en 1240 y experimentó importantes reformas con posterioridad.

Cuentan las leyendas que el rey nazari Boabdil fue apresado y llevado prisionero al Castillo de los Condes de Cabra. Y que, pese a todo, el rey árabe de Granada fue tratado bastante bien por petición expresa de Gonzalo Fernández de Córdoba, con el que entabló amistad, pese a estar en bandos rivales.

Bajamos al barrio del Cerro, antiguo arrabal cristiano, que conserva el auténtico aroma a claveles y gitanillas en sus casas blancas de tejas de barro.

Esta ciudad guarda una de las colecciones de época romana más interesantes de la provincia en su Museo Arqueológico . Una oferta cultural que se completa con el vetusto Museo del Instituto Aguilar y Eslava, uno de los centros de enseñanza más antiguos de España, con una interesante muestra de historia natural. La casa del novelista Juan Valera, el Castillo-Palacio de los Condes de Cabra o el Centro de interpretación del Tren del aceite son parte de su encanto.

Además, para los amantes de la naturaleza, el pueblo cuenta con la ruta del río Bailón , de unos 11 kilómetros, que se tarda en realizar cuatro horas y 30 minutos y parte del entorno de la Ermita de la Sierra de Cabra.

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A los pies de Sierra Morena se extiende el municipio de Hornachuelos, que tiene en su Parque Natural un atractivo paisajístico y turístico de primer nivel pero que además exhibe músculo patrimonial con sus iglesias y monasterios.

Hornachuelos ofrece al visitantes naturaleza y un pasado árabe que se deja ver en sus callejuelas. En su paisaje urbano destacan el Castillo, con su plaza de armas y el recinto amurallado datados de los siglos VIII o IX, y la Iglesia de Santa María de las Flores, declarado Monumento Histórico Artístico y que acoge, entre otras imágenes, la talla de la Virgen de las Angustias, la imagen de María Reina de los Ángeles.

Los fieles del patrimonio religioso no pueden dejar de visitar la Iglesia de Bembézar del Caudillo, la Iglesia de Mesas de Guadalora, la Iglesia de Céspedes y la Iglesia de La Puebla de Parrilla. También destacan la Iglesia de Nuestra Señora de la Sierra, heredera del monasterio del Tardón, y el antiguo convento de Santa María de los Ángeles.

Otro de los enclaves imprescindibles para los cordobeses que se acerquen a descubrir esta la localidad es la antigua Posada del siglo XVII y otras casas particulares de la época como la de Los Caballeros o la calle de la Palma. También sorprenderán al turista los palacios y jardines de Moratalla , al sur del pueblo, inspirado en el patrón Versalles, que ahora mismo se ecuentra en pleno proceso de reforma.

Sobre las cuevas que existen en la entrada sureste del pueblo se pueden ver las 'casas colgantes' , en el barranco Caño de Hierro. Sus miradores (Puerta de la Villa, el paseo Blas Infante, el del barrio de la Corraliza, el de la Plaza del Mirador y el de la calle de la Palma) son también de visita obligada.

Tampoco hay que pasar por alto su Parque Natural Sierra de Hornachuelos, donde se enclava su popular parque multiaventura. Entre su rica fauna destaca el lince, especie en peligro de extinción. Surcado por el río Bembézar y, en el extremo oriental, por el Guadiato, la encina es su elemento vegetal más abundante.

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Enclavada en el centro de Andalucía y perteneciente a la Mancomunidad del Guadajoz y Campiña Este, este municipio cuenta con una población que sobrepasa actualmente los 21.000 habitantes y un patrimonio que no se puede pasar por alto para propios y extraños.

El yacimiento de Torreparedones es una cita imprescidible: también conocido como Torre de las Vírgenes, está ubicado en plena campiña cordobesa, entre los ríos Guadalquivir al norte y el Guadajoz al sur, aunque más próximo a este último y justo en el límite septentrional de los términos municipales de Castro del Río y Baena. La situación topográfica de Torreparedones, sobre una de las cotas más elevadas de la zona, es ciertamente estratégica, pues sus 579.60 metros sobre el nivel del mar de cota lo convierten en el «techo de la Campiña», motivo por el cual estuvo ocupado por el hombre desde los tiempos más remotos.

El edificio que alberga al Museo del Olivar y el Aceite de Baena fue hasta el año 1959 el molino de José Alcalá Santaella. La mayor parte de la maquinaria de la almazara data de mediados del siglo XIX. Dispone de una superficie de más de 800 metros cuadrados de exposición distribuidos en dos plantas. En la planta baja hay una zona de recepción alrededor de un molino completo dotado de un empiedro con dos grandes piedras troncocónicas, una termobatidora, y la prensa hidráulica con su vagoneta de la Fundición La Cordobesa.

Otra edificación que hay que visitar en el Castillo de Baena , construido en el siglo IX sobre restos romanos, después del saqueo que realizó Omar Ibn Hafsun al asentamiento que entonces existía. Con los almorávides y almohades la fortaleza fue ampliada, llegó a tener siete torres. El edificio ha sido sometido a una reforma integral que ha supuesto ya 3,7 millones de euros.

Constituyó un temido bastión fronterizo con el reino de Granada. En sus estancias se alojaron personalidades como los Reyes Católicos, el Cardenal Cisneros y el Condestable don Álvaro de Luna.

Como curiosidad, en sus mazmorras estuvo Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán : nada más casarse, con 24 años, fue prisionero del conde de Cabra que le mantuvo humillado en una jaula en este castillo durante tres años y medio. También estuvo preso el propio Boabdil, apodado el Chico, rey de Granada, que permaneció un tiempo en la torre de las Arqueras tras ser capturado en la batalla de Lucena.

Dónde dormir y comer en Baena

la localidad de aquella «Moza tan fermosa / non vi en la frontera / como una vaquera / de la Finojosa» a la que cantó el Marqués de Santillana, es un municipio del norte de la provincia que destaca por su monumentalidad, historia y gastronomía , y ha brillado durante siglos por su riqueza agrícola y ganadera.

La localidad de Hinojosa del Duque cuenta con una decena de ermitas y otros monumentos y enclaves emblemáticos que no dejarán indiferentes a quienes la visiten.

Entre los lugares más destacables se encuentra la majestuosa iglesia de San Juan Bautista , que los oriundos llaman con orgullo «Catedral de la Sierra». Considerado Monumento Nacional desde 1981, se trata de un templo de origen medieval que se reconstruye a lo largo de las centurias siguientes, con una actuación sobresaliente en el s. XVI.

Tampoco hay que perderse la ermita del Santo Cristo de las Injurias , situada sobre una loma que domina toda la ciudad. o la Fuente del Pilar de Los Llanos, de estilo plateresco, construido en el siglo XVI, Localizada en uno de los márgenes del casco urbano.

Y cómo llegar a este municipio y no visitar algunos de sus rincones hinojoseños íntimos como el azulejo de la Virgen de Guadalupe, la residencia de Jesús Nazareno y el colegio Maestro Jurado.

Guía más detallada sobre qué visitar en Hinojosa del Duque .

Entre un mar de olivos y vides, pero también de huertas donde se producen los membrillos que le dan fama se encuentra enclavada la localidad de Puente Genil.

Este municipio cuenta con varios monumentos y rincones que el visitante no se debe perder. Para empezar, no se puede dejar de ver el emblemático Puente erigido por Hernán Ruiz II en 1561. Junto al río se encuentra la Ermita del Río, levantada en el siglo XVIII, con retablo de 1807.

Hay un gran número de iglesias salpicada en esta localidad, como la de Nuestra Señora de la Purificación , con retablos de los siglos XVI al XVIII; la del Convento de San Francisco de la Asunción (s. XVII), situada en la Cruz de Berral. El templo del Convento San Francisco de la Victoria, que destaca por su patio porticado del siglo XVIII; o el templo de Nuestra Señora de la Concepción.

Entre las casas notables de Puente Genil sobresale la de los Duques de Medinaceli , y hay varios edificios industriales dignos de ver, como son el de La Aurora y La Alianza.

Tampoco hay que perderse la Villa Romana de Fuente Álamo , que posee uno de los conjuntos figurativos y geométricos más importantes de España, como evidencian las escenas de la vida de Dionisos, las Tres Gracias o el mosaico Nilótico.

Aquí tienes dónde dormir y comer en esta localidad .

El pasado señorial de Belalcázar lo ha convertido en uno de los municipios cordobeses más ricos en cuanto a patrimonio monumental e histórico se refiere. Justo antes de entrar en la villa, undesvío hacia la derecha nos conduce al monasterio de Santa Clara de la Columna , uno de los más singulares y de mayor valor histórico-artístico de la provincia en lo que se refiere a la arquitectura conventual. En su interior se conserva una magníficacolección de artesonados mudéjares. Esta construcción es de estilo gótico isabelino y fue construida a iniciativa de Elvira de Zúñiga, primera condesa de Belalcázar, en el siglo XV. Actualmente está regentado por las hermanas pobres de Santa Clara, afamadas reposteras que venden sus productos de dulcería típica através de un torno.

La segunda visita obligada es al Castillo de Belalcázar , una imponente edificación que domina la localidad, que empezó a construirse hacia la segunda mitad del siglo XV, si bien en el mismo lugar ya hubo una fortaleza romana, continuada luego en época musulmana. Sirvió de residencia a los condes de Belalcázar, señores feudales del territorio. El origen del nombre actual de la localidad está en esta fortaleza, ya que proviene de la expresión «bello alcázar». Anteriormente, el municipio era conocido como Gaete o Gahete.

Al ubicarse en uno de los pasos fronterizos para llegar a la capital, este castillo ha sido testigo de guerras entre cristianos y árabes, escaramuzas del Medievo y hasta la acometida de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Se encuentra bajo la Ley Genérica del Patrimonio Histórico-Artístico .

Durante la ocupación de las tropas francesas fue utilizado como almacén y en sus muros aún hoy en día se pueden ver los restos de la artillería .

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