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Cultura

Salvador Gutiérrez Solís, la receta de un escritor de Córdoba para enganchar con la literatura en Twitter

El autor explica las claves del éxito a la hora de contar historias en la red social

Salvador Gutiérrez Solís posa en la librería Luque de Córdoba Valerio Merino

Luis Miranda

«Estaba tan tranquilo leyendo en la hamaca cuando unos gritos me han sobrecogido. En la sombrilla de al lado, una mujer morena llora con desconsuelo, algo grave le debe haber sucedido. Rápidamente me acerco hasta ella, y hago todo lo posible por calmarla, pero está muy alterada». ¿Quién no querría saber lo que ocurre después de haber leído este primer tuit? Tres signos (>>>) invitan a continuar con la lectura y l os que conocen Twitter ya saben que después del primer mensaje vendrán más, toda una historia que no por cualquier cosa se llama hilo.

Sostiene el escritor Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968) que para que una historia que se quiere contar mediante esta red funcione la clave está precisamente en el primer mensaje , en el primer tuit. «Ahí tienes que demostrar que eres capaz de despertar la atención de los lectores », cuenta. Si se les crea una intriga, continuarán con la lectura y la ansiedad crecerá en cada texto en que se les den información y también nuevos enigmas.

Con ella consiguió enganchar hace pocos días a más de 1,8 millones de personas que conocieron la historia de una mujer que había perdido a su hija pequeña en la playa, de cómo la gente que tomaba el sol colaboró en su búsqueda y también de las sospechas con algunos de los que estaban en la arena.

Una historia en redes

El escritor cordobés tenía una amplia carrera como novelista con libros impresos , pero dio un salto de dimensiones inesperadas cuando en mayo de 2020 decidió escribir una historia a través de Twitter , por el procedimiento de enganchar unos mensajes con otros para generar un relato a través de píldoras de 280 caracteres cada una.

Es lo que se conoce como un hilo , y a su juicio es una palabra bastante exacta, porque es algo de lo que uno se agarra para tirar para contar la historia. Por eso, insiste, es fundamental «crear la intriga» que arranque en las primeras letras.

Todo comenzó con el perro Lucas , una historia que relató tras el chispazo que prendió un hecho real que le puede pasar a cualquiera. Sus vecinos se dejaron el despertador programado en unos días en que estuvieron fuera y eso le dio pie a una historia con un hijo desaparecido al que se había dado por muerto.

El primero tuvo una audiencia de un millón de lectores que lo animó a seguir para atender a un público que desde entonces permanece expectante y que no duda en recomedarlo a los demás.

El éxito fue instantáneo , los lectores se multiplicaron y el narrador encontró no sólo nuevos públicos, sino también la posibilidad de afrontar casi un género nuevo . Hay antecedentes en internet de esta forma de narrar, pero reconoce que no ha tomado otro modelo que el de su propia inspiración de escritor ya muy experimentado.

Un puzzle

Para Salvador Gutiérrez Solís, la historia va naciendo como cualquier otra, con el escritor pergeñando el argumento , los personajes y su comportamiento, pero varía a la hora de escribir. Las frases y los párrafos ahora tienen que ser «como piezas de un puzzle». Una maqueta en un programa de edición de 280 caracteres , los máximos que permite un mensaje, sirve para distribuirlo entre los distintos tuits.

La dosificación consigue el interés de los lectores , que quieren saber por qué los vecinos del protagonista encienden una linterna todas las noches o qué tiene de misteriosa la limpieza de un trastero. Sus historias de misterios rápidos y sospechas tienen algo en común, y es el uso de la primera persona.

Twitter es una red llena de gente que habla así y en el pacto con el lector está no el que lo éste crea que la historia es real, sino que lo parezca. Otra clave es conseguir que la gente se identifique , que le pueda pasar a cualquiera: «Algo que se ha repetido con la historia de la niña perdida en la playa es que mucha gente me ha contado que a ellos les pasó que fueron niños que se extraviaron, o que les pasó con sus hijos. Encontramos algo que forma parte de nuestra vida», dice el escritor.

«Mucha gente me ha contado que a ellos les pasó que fueron niños que se extraviaron»

Salvador Gutiérrez Solís

Escritor

Fundamental también es el soporte gráfico , que en Twitter ayuda a captar la atención de los lectores con imágenes que no tienen que suplantar al texto, sino completarlo, y que él realiza de forma muy sencilla , con fotografías y aplicaciones informáticas.

Otra de las claves de sus relatos es la sospecha , algo por lo que confiesa fascinación. «La doble lectura, el qué pasará, los falsos culpables me interesan mucho », cuenta sobre la forma para concebir unos relatos que llegan a todo el mundo, sobre todo a los usuarios de lengua española.

Ha habido, cuenta el autor, personas de lugares como México y Chile que le han ofrecido realizar podcasts , es decir, narraciones sonoras que se colgarían en la red, pero por el momento no han dado el salto de este formato. «Su sitio sigue siendo Twitter», según el autor de ‘El lenguaje de las mareas’.

le seduce la idea de que las historias formen parte de una adaptación a cuentos convencionales . «Sería algo así como unos episodios vecinales», dice. Sueña en algún momento con que algunos tengan el formato de novela gráfica. Así, argumenta, las historias conservarían el carácter escrito y a la vez visual que tienen en Twitter.

Por el momento los lectores interesados en sus historias pueden encontrarlas en el perfil del autor, @gutisolis , y allí podrán conocer los que ya están y los que se publiquen en las próximas semanas. La idea, dice, es que salga al menos uno al mes . La lectura adictiva de los hilos vecinales de Twitter sigue servida.

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