Lo que tanto tarda

No es cierto, como ha dicho esta semana el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García , que exista suelo de sobra para que iniciativas de gran calado como la que acaba de anunciar Amazon en Dos Hermanas se implanten en Córdoba. Solo es cierto en parte que él no tuviese información sobre la materia. Que la empresa tecnológica estaba rastreando el mercado inmobiliario por medio del inversor directo, el fondo inmobiliario de Goldman Sachs en España, ha sido comidilla común entre el empresariado cordobés y los políticos interesados en el asunto logístico como la alcaldesa, Isabel Ambrosio , o su asesor político, Miguel Franco. Se sabía de sobra que el asunto estaba sobrevolando por el territorio andaluz por una cuestión puramente geográfica y de lógica de negocio. Empresas como ésta están apostando por la rapidez en la entrega y necesitan descentralizar sus sistemas logísticos. El triángulo entre Sevilla, Córdoba y Málaga ha estado siempre marcado en un mapa por razones más que obvias para una iniciativa que generará, en los picos máximos, una actividad laboral de mil puestos de trabajo.

Urbanismo confunde terreno y solares. Claro que existe territorio de sobra para la implantación de empresas. Lo que han dicho los diversos informes encargados por el Ayuntamiento de Córdoba a consultoras logísticas —¿los lee alguien aparte del periodista de ABC Baltasar López ?— es que existe un problema muy serio en la capacidad de ofertar parcelas de grandes dimensiones . No existe ni un solo metro cuadrado de suelo clasificado y con un grado de desarrollo tal que permita lo que exigen ahora este tipo de inversiones: disposición inmediata. El Álamo fue diseñado para este tipo de operaciones. Contará con una parcela de 153.000 metros cuadrados para usos logísticos y varias superficies industriales que van de los 50.000 a los 60.000 metros cuadrados . Pero nada indica que se vaya a poner una piedra en este sector. Esta semana, se ha aprobado el primer documento urbanístico para cambiar el Plan General que permita acometer un proyecto privado de estas características que desarrolla Prourban El Álamo. Se han contado en esta misma sección los problemas que han tenido los promotores para convencer a Urbanismo de que había que poner en marcha un mecanismo de calificación de terrenos. En concreto, un mandato entero. Urbanismo sostiene que todo el proceso estará acabado en un año. Ojalá.

La gran lección de este mandato municipal no tiene que ver con el contenido de las decisiones sino con el larguísimo proceso que conlleva tomarlas. El mundo, amiguitos, ya no funciona así. Este tipo de inversiones las toman empresas que disponen de financiación suficiente y, sobre todo, mucha prisa . El que no dispone de una ventana de oportunidad —los terrenos elegidos en Dos Hermanas estaban listos para meter las máquinas— ha de contar con una gestión ágil y unos criterios en los que el desarrollo del negocio sean claves. Se llame como se llame la empresa. El dinero vuela y aquí no se han puesto nunca los mimbres necesarios para que sea un foco atractor.

No es exclusiva la responsabilidad de los gestores municipales de que no se disponga a estas alturas de mecanismos para responder a inversiones que se sabe que buscan localizaciones para su dinero. En este caso, sí hay que atribuirle en exclusiva que, sabiendo como saben que el problema existe , las cosas sigan como estaban tras su paso de cuatro años por los despachos del poder.