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Economía

La tasa turística en Córdoba: el debate que divide

Voces a favor y en contra de gravar las estancias en la capital

Un turista toma una foto en el Casco Valerio Merino

R. R.

Tasa turística, sí. Tasa turística, no . Y pocos términos medios porque el debate no da para tanto. Los agentes sociales y económicos se encuentran en estos momentos en un diálogo fuerte sobre la pertinencia de cobrar por visitar la ciudad de Córdoba en cuanto la legislación lo permita. Los documentos internos del Imtur que ha conocido este periódico aseguran que la cuestión va a ser, de todo, menos pacífica.

El principal defensor de la tasa es el Imtur , o sea Izquierda Unida, que es quien está capitaneando el debate para su implantación . Los responsables del organismo autónomo han dejado por escrito su punto de vista asegurando que el pago de una pequeña cantidad no va a significar en ningún caso una contracción de la demanda. Sostienen que hay experiencias internacionales de sobra para entenderlo así.

Citan por ejemplo las tasas turísticas de ciudades con una enorme capacidad de seducción. Desde París a Venecia disponen de elementos simulares que llegan al cinco por ciento del precio de la habitación en Berlín , los cuatro euros de Bruselas, el euro de Lisboa, los cincuenta céntimos de Malta o hasta los cinco eruso de Milán. Viena cobra el 3,2 por ciento de la habitación. El Imtur pide que no se venda el caso como un impuesto más, a pesar de que lo es, sino como una oportunidad para disponer de recursos con los que financiar la actividad turística.

Ni de broma

Los empresarios y artesanos asegura, por el contrario, que ni de broma van a pasar por una cuestión como ésta. La posición de CECO y Hostetur es que todo serían desventajas para los empresarios regulados que sí le cobrarían el impuesto a sus clientes mientras proliferan los pisos en Airbnb que se irían de rositas. También advierten lo mismo sobre los autobuses. La medida, creen, fomenta el uso de vehículos no regulados .

La Asociación de Artesanos sostiene que la situación actual no es la mejor para una medida tributaria. Mantienen que el negocio se encuentra en fase de contracción y que crear un tributo a la actividad solo va a agravarla. Proponen la política de Málaga de crear oferta para generar demanda .

La UCO, presente en el consejo asesor del Imtur, ha hecho una propuesta doble. En primer lugar, apoya la tasa turística si se establecen unas políticas creíbles de gasto. Creen que puede revertir a la ciudad lo que el turismo genera. Sin embargo, si esas condiciones de transparencia no se dan lo que recomenda es que ni se intente. Entre otras cuestiones, no cree que sea bueno que el dinero vaya a políticas de promoción sino que se destine directamente al cuidado del patrimonio material e inmaterial .

Los grandes defensores están en la Federación de Asociaciones de Vecinos Al Zahara que considera que es una idea razonable para introducir el elemento de sostenibilidad en la actividad turítica. Propone que tenga determinados topes como que no la paguen los menores de 16 años, quienes viajan por fuerza mayor, el turismo social (actividades como el Imserso), los enfermos desplazados y los acompañantes. Propone un marco finalista amplio de gasto que permitan financiar desde la preservación del medio físico hasta la rehabilitación de edificios históricos.

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