Vacuna AstraZeneca en Córdoba | Los docentes reciben la dosis final: «Se me ha hecho muy larga la espera»

Baltasar López

05/06/2021
Actualizado a las 14:39h.

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La vacunación para miles de cordobeses , igual que en el resto de España, se convirtió en una asignatura pendiente después de que las autoridades sanitarias decidieran a principios de abril decidieran parar la vacunación con AstraZeneca por haber causado trombosis en un número muy pequeño de casos. El 25 de mayo se empezaron a administrar en la provincia las segundas dosis a todas esas personas, pertenecientes a profesiones esenciales, que sólo habían recibido el primer pinchazo de AstraZeneca .

Este fin de semana , se escribe un importante capítulo para cerrar este episodio dentro del proceso de vacunación. Los centros de salud de la avenida de América y Carlos Castilla del Pino recibirán a 6.000 docentes , a los que se terminará de inmunizar. Pueden elegir entre repetir con AstraZeneca u optar por Pfizer. En Córdoba , a finales de mayo el 93% de los trabajadores de profesiones esenciales había optado por ponerse la segunda dosis de AstraZeneca .

En el centro de salud de Avenida de América hoy, cinco de junio, la vacuna de esta farmacéutica ha vuelto a sacar aprobado general . Al menos, eso se deduce de las opiniones recabadas por ABC entre los profesores que han recibido esta mañana su segundo pinchazo. Eso sí, entre los docentes, algunos han confesado que les ha costado decidirse por repetir con AstraZeneca.

Francisco José Moreno , maestro en el IES Mario López de Bujalance, no está en el primer grupo. Asegura que no le ha costado mucho decidirse por volver a ponerse la misma vacuna. No obstante, sí ha reconocido que «he tenido una mínima duda, porque las informaciones que te llegan no son claras, pero he decidido seguir con AstraZeneca, que creo que es lo que ha hecho el resto del profesorado ». « No se me ha hecho muy largo el tiempo hasta recibir la segunda , porque con la primera ya te tranquiliza y a esperar», asegura, para finalizar indicando que « ya vamos consiguiendo la deseada inmunidad de rebaño ».

La puerta trasera del centro de Salud de Avenida de América ha sido un goteo constante de profesores , que han incidido en la buena organización de la vacunción y en no haber sufrido retrasos sobre la hora que tenían asignada.

Laura Martín , docente del CEIP Luis de Góngora de Almodóvar del Río, es también de las que tenían claro que iba a pedir que le administraran de nuevo la misma vacuna . «No me ha costado decidir. Me estuve informando y sabía que me quería poner la misma que la primera vez. Si me hubieran dado a elegir en la primera dosis, hubiera pedido Pfizer . Pero, como me puse AstraZeneca, he elegido la misma», ha matizado.

Confiesa que se le «ha hecho largo» el periodo que ha pasado hasta recibir la segunda dosis . Y expone que «personas que no se habían vacunado todavía [cuando ella recibió el primer pinchazo] ya tenían las dos dosis antes de hoy y al final me han cogido a mí».

Otros han podido disipar rápido las dudas al tener una buena fuente a la que acudir . Es el caso de Juan José Molina , profesor en el centro Torrealba de Almodóvar. A él apostar por Pfizer o AstraZeneca sólo le ocupó el tiempo que llevó consultar a «un médico, que es familiar». «Me recomendó que me pusiera AstraZeneca», ha asegurado.

Y eso es lo que ha hecho , pese a que, recuerda, con la primera dosis, tuvo bastantes efectos secundarios . « Lo pasé mal 24 horas, pero he seguido el consejo de mi familiar, que es médico », rememora. Asegura que, al haber completado su ciclo de inmunización, siente «mayor tranquilidad» . «Los profesores somos un colectivo muy expuesto, pero también muy afortunado» al estar ya vacunado cuando hay «muchísima gente» que aún no lo ha sido, concluye.

La mañana va transcurriendo, sin colas ni aglomeraciones. Y con un ambiente relajado y distendido . «¿Vamos a ver qué nos han metido? Igual Anís del Mono», dice un profesor, despertando la sonrisa de otros docentes. Por las ventanas del centro de salud, se escucha repetir a las enfermeras, dirigiéndose a los vacunados, una serie de frases: «Pase», «¿En qué brazo...».

De una de esas salas donde se administran las dosis , sale Cristina González, profesora en el CEIP Victoria Díez de Hornachuelos. Ella confiesa que «me ha costado muchísmo decidirme» sobre qué vacuna ponerse. Ha consultado por las redes sociales y a amigos médicos. Y se ha vuelto a poner AstraZeneca. «De mi centro, sólo dos personas han elegido Pfizer. El resto hemos repetido», argumenta.

Añade que «se me ha hecho muy larga» la espera para recibir la segunda dosis. «He sentido angustia y agobio », admite, recordando el momento en que se decidió suspender su proceso de vacunación. «Pero a partir de hoy, estoy más tranquila con la enfermedad», finaliza.

Aunque el ambiente, como se ha indicado, ha sido relajado, también ha habido quienes no han ocultado su nerviosismo . Una profesora, tras ser vacunada, comentaba por el móvil a su interlocutor que había pasado la noche «mirando el reloj y diciendo: 'Voy o no voy'».

Inquietud también ha evidenciado José Manuel Pigne , docente en el CEIP Luis de Góngora de Almodóvar. «Yo venía con miedo, por los comentarios ; por lo que leo y por lo que me informo», cuenta al periodista. Se ha decantado por repertir AstraZeneca , «por lo que leo a los profesionales sanitarios, que comentan que no es bueno mezclar vacunas».

Afirma que la espera para recibir la segunda dosis se «me ha hecho eterna» tras recibir la primera en febrero. «Tuvimos mucha incertidumbre las primeras semanas. Es como si te dejaran abandonado», dice, rebobinando a aquellos días de abril en que se anunció que su vacunación con AstraZeneca quedaba suspendida tras rebirir la primera inyección. « Me he sentido como el queso, semicurado », finaliza José Manuel, con humor.

Un toque simpático da también a su análisis Manuel Ruiz , del CEIP Victoria Díaz de Hornachuelos. Él ha repetido vacuna respecto a la primera dosis. « Como la bebida. Mejor no mezclar », afirma, pero luego, ya más serio, enseña al plumilla un parche en su brazo. «Soy diabético. Me asesoré con mi médico de cabecera y a mi endocrino», explica y le recomendaron que volviera a ponerse AstraZeneca. Y eso acaba de hacer.

Manuel asegura que hoy está «igual de tranquilo» que ayer. Aunque sí mira al presente con cierto optimismo, porque «poco a poco se va aclarando la situación», pues piensa que la epidemia va entrando en una fase que se va controlando.

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