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AGRICULTURA

La vendimia se aproxima en Córdoba con menos uva, pero de mayor calidad

El marco Montilla-Moriles espera que se coseche un 10 por ciento menos

Un operario deposita las uvas vendimidas en el marco Montilla-Moriles Valerio Merino

P. Cruz

A falta de un mes para el inicio de la vendimia, productores, cooperativas y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Montilla-Moriles coinciden en sus primeras previsiones en que la cosecha de esa temporada será algo inferior a la registrada en 2018. El secretario general del Consejo Regulador, Enrique Garrido, señaló a ABC que «todas las revisiones que están realizando nuestros técnicos en los últimos días nos indican que probablemente la cosecha será inferior en la próxima vendimia porque la primavera ha sido poco lluviosa».

A su juicio, la uva recogida podría estar en un término medio en relación a la campaña pasada, que fue de casi 45 millones de kilos , y la de 2017, que se quedó en los 33 millones. Eso sí, este dirigente aseguró que la calidad que se espera es «muy buena» por el buen estado de las vides gracias a que las temperaturas en mayo, junio y en lo que va de julio han sido más suaves de lo habitual en esas fechas, salvo alguna jornada puntual. A su juicio, el escenario ideal en las próximas semanas sería que el mercurio no sobrepasase los 35 grados durante el día y que las noches sean templadas para así contribuir a terminar de madurar el fruto. «Tampoco nos interesa que caiga agua en este periodo», agregó.

Todo indica que los primeros trabajos en las explotaciones comenzarán en los primeros días de agosto con las variedades más jóvenes como el moscatel, el verdejo o el chardonnay. La uva pedro ximénez (px), que supone en torno al 85 por ciento de la superficie de la DOP, comenzará a sacarse a mediados de ese mes. Garrido calculó que la vendimia concluirá a finales de septiembre «si la climatología se comporta como hasta ahora».

La vendimia empezará hacia primeros de agosto para las variedades más jóvenes

«Será una cosecha razonablemente buena porque la falta de lluvias de este año se ha visto compensada con temperaturas suaves en junio y lo que va de julio», es la percepción que mantiene el responsable de la Sectorial de la Viña de Asaja , Juan Manuel Centella , quien estima que la producción se reducirá entre un 10 y un 15 por ciento, de modo que la cantidad final de uvas recogidas estaría en el entorno de los 40 millones de kilos.

Este dirigente agrario recalcó que estas últimas semanas tienen una gran importancia para completar el desarrollo vegetativo de la vid. En materia de precios de la uva, el representante de Asaja no es demasiado optimista. «Lo normal es que subiera por la menor cosecha que se espera, pero la superproducción vitininícola que se registró a nivel mundial en 2018 ha hecho que las existencias en las bodegas sean numerosas, por lo que nos conformamos con que no bajen», resaltó.

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