RELIGIÓN

«En Venezuela, la situación es insostenible y la Iglesia es la voz de los que no tienen voz»

El obispo Juan de Dios Peña Rojas habla en Córdoba de la crisis que atraviesa su país

Juan de Dios Peña Rojas, en el patio del Obispado de Córdoba Rafael Carmona

16/01/2020 a las 23:17h.

Juan de Dios Peña Rojas es obispo de la diócesis venezolana de El Vigía-San Carlos del Zulia, muy cerca de la frontera con Colombia, donde acuden muchos ciudadanos a comprar bienes básicos. Este viernes presidirá una misa (20.00 horas) en la parroquia de la Esperanza y dos venezolanos residentes en Córdoba darán su testimonio.

¿Cómo está sufriendo su pueblo la situación por la que pasa el país?

Nuestra región está golpeada, como todo el país, pero en una situación más precaria . Porque nosotros decimos que la capital, Caracas , es como una burbuja: allí nunca se va la energía eléctrica, hay combustible y todos los alimentos se consiguen, aunque dolarizados. Pero en la región de donde yo vengo hay que colas de tres y cuatro días para comprar gasolina. Los medicamentos son escasos, con la ventaja de que tenemos la frontera cerca, pero no desfavorecen los costos, porque implica que tenemos que adquirir dólares para poder ir al puerto a comprar, ya que el bolívar no vale nada. Es la realidad de un pueblo que percibe tres dólares como sueldo mínimo al mes, que es prácticamente nada. Con eso sólo se puede comprar un cartón de huevos. Eso lleva a que la mayor parte de la población esté en situación de desnutrición y lo más lamentable y preocupante, con muchos niños desatendidos.

De Venezuela llegan noticias de que sus ciudadanos sufren carencias pero también represión.

La represión es brutal, así como el abuso del poder. Estoy cerca de la frontera y la cantidad de alcabalas que colocan militares y policías cada día aumenta. Desde esos lugares reprimen económicamente a la población. Les quitan dinero, les quitan alimentos que compran en Colombia. Cobran un peaje para el paso. Les quitan sus bienes para también ellos atender necesidades , porque la realidad es que el militar venezolano no está ganando muy bien, al menos en los cuadros inferiores. Porque son pueblo como nosotros.

¿Cómo es que el pueblo no se ha levantado ante esta situación?

No sé si es una virtud o una tragedia. Hasta comienzos del siglo pasado tuvimos muchas luchas internas por el caudillismo, pero es un país muy pacífico, y esa situación lo lleva a acostumbrarse y adaptarse a las situaciones que se viven. No sé si es una virtud o una tragedia. Pero ciertamente es que en los últimos meses la situación se ha agravado. La situación es insostenible. Las cifras que da Cáritas de personas que han salido a América son seis millones , sin contar los que se han venido a Europa.

¿Y cómo es con el Gobierno socialista? Hugo Chávez solía aparecer con la cruz, aunque no se sabe si era de verdad o un adorno...

Era de adorno. No basta con decir que uno es cristiano y que cree en Dios, hay que demostrarlo. Si bien en Venezuela, gracias a Dios, no hay una persecución abierta como se ve en otros países, con obispos presos o enviados al exilio, sí hay muchos ataques por los medios de comunicación. Lo que sí se trata es de desprestigiar , de generar una matriz de opinión negativa, para quitarle fuerza a la Iglesia, para dividirla. Pero si algo caracteriza al episcopado venezolano es la unidad . Hasta ahora no nos han dividido y todos somos conscientes de la gran responsabilidad que tenemos y que tenemos que estar a la altura de estos acontecimientos. Esperamos poder seguir anunciando el Evangelio , porque creo que somos la voz de los que no tienen voz. También somos la memoria, porque el pueblo olvida rápido, y nos tocará recordar para no volver a cometer los mismos errores.

«En mi región hay colas de tres o cuatro días para comprar gasolina y las medicinas son escasas»

¿Qué fuerza y medios tiene la Iglesia en Venezuela para atender esto?

El catolicismo se calcula que esté por encima del 70 por ciento de la población. En enero, el director de una empresa medidora de datos de opinión nos hablaba de que la institución que goza de más credibilidad es la Iglesia. Voy a la oficina de Cáritas a atender a la gente, porque no sólo damos un medicamento al que va a buscarlo, sino que escuchamos a la gente. Hemos aprendido a atender al ser humano , sin proselitismos ni ideologías políticas. Han llegado de otras confesiones religiosas y con todo el cariño del mundo se les atiende. Allí han llegado chavistas, que uno sabe que son chavistas, y que siguen creyendo en un proyecto político.