Las cuentas de Andalucía para 2023 ya suman 1.347 millones de fondos europeos
La administración andaluza ha consignado 2.520 millones de los Next Generation para gastar hasta 2026
El problema es la gestión de ese dinero porque el destino concreto viene determinado por el Gobierno central

Resulta curioso destacar que en el período de más incertidumbre económica a corto plazo, con una inflación por encima de dos dígitos que ahoga a las familias, con dificultades para el abastecimiento de energía a causa de la guerra de Ucrania, el problema que ... tiene la administración andaluza no es de dinero, sino de cómo gastarlo.
La Unión Europea ha diseñado un mecanismo extra de financiación para superar la pandemia del Covid, unos fondos denominados Next Generation que tienen como objetivo modernizar el sistema productivo y permitir a las economías nacionales dar un salto cualitativo con el que superar las pérdidas que ha causado la pandemia. Al margen de las disputas políticas, los enfrentamientos dialécticos entre las administraciones, y los problemas de gestión de la administración central lo cierto es que los fondos van llegando.
Andalucía ha recibido hasta la fecha un total de 2.520 millones de euros, una cantidad que se ha repartido en diferentes programas hasta el año 2026, según explican a ABC fuentes de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos que dirige Carolina España.
Y faltan otros 1.347 millones de euros que van a estar incluidos en el Presupuesto 2023 que el próximo viernes 28 de octubre aprobará el Consejo de Gobierno y llegará al Parlamento de Andalucía para su tramitación en tiempo y forma con el objetivo de que esté disponible el 1 de enero de 2023.
Fines concretos
¿El problema? esa importante cantidad de dinero está destinada a unos fines concretos, sin posibilidad de cambio alguno. La Unión Europea ha marcado unos criterios generales... y el Gobierno central establecido los conceptos de gasto que no siempre se adaptan a la realidad de Andalucía, según explican desde el Gobierno andaluz.
Los fondos están destinados a la Agenda Urbana Rural y la lucha contra la despoblación, la educación y el conocimiento así como nuevas políticas de empleo.
Desde la Consejería de Hacienda denuncian la falta de un «mando único» en el Gobierno central lo que provoca una descoordinación entre los ministerios que hace todavía más confusa la ejecución de este dinero. Lo que sí está claro, como sucede con todos los fondos que la UE manda a las regiones, es que hay un control férreo del gasto; hay que justificar el último céntimo de euro gastado y si hay dudas, se retiran los fondos. Es decir, los técnicos de la UE no los certifican con lo que el receptor tiene que devolverlos.
Hay un ejemplo que evidencia esta realidad. Los fondos europeos financian la construcción de nuevas guarderías, unas infraestructuras que no son necesarias en Andalucía que cuenta con centros suficientes. El Gobierno andaluz preferiría invertir esos fondos en concertar plazas con la privada para esta etapa de la educación pero no puede hacerlo con el dinero de la Unión Europea.
Una situación similar se produce con las infraestructuras hídricas. El Gobierno de la Junta, con el presidente a la cabeza, insiste en demandar más inversiones en canalizaciones, desaladoras y trasvases, inversiones que no están contempladas en estos fondos por lo que las que se lleven a cabo deberán hacerse con medios propios de la Junta de Andalucía. El secretario general del PSOE, Juan Espadas, afirmaba ayer que el Gobierno central «se ha comprometido a destinar fondos europeos a la lucha contra la sequía». un programa que, de momento, no está vigente.
Turismo y vivienda
La situación es tan farragosa como desigual en cada una de las consejerías de la Junta. Porque hay fondos Next Generation cuyo destino sí se adapta a las necesidades de Andalucía. Es el caso del plan de ecovivienda. Los fondos europeos financian las mejoras climáticas de los edificios de viviendas: nuevos aislamientos para fachadas o cubiertas, instalación de sistemas de energías renovables como placas solares fotovoltaicas, placas solares para agua caliente, aerotermia o calderas de biomasa, o el cambio de ventanas o sistemas de iluminación. La Consejería de Fomento ha elaborado un plan específico para repartir estas ayudas y la consejera del ramo, Marifrán Carazo, ha estimado que serán más de 25.000 familias andaluzas las que se verán beneficiadas de estas subvenciones para la rehabilitación de viviendas y edificios.
Estas ayudas del Plan Ecovivienda se marcan reducir en al menos 30 por ciento el consumo energético de los hogares. Además, si se logran las cuantías máximas de las ayudas, incluso se pueden incluir en los proyectos medidas para la accesibilidad, como la instalación de ascensores. Las ayudas son compatibles entre si siempre que no se subvencione el mismo objeto.
El Plan de Turismo Sostenible que ha puesto en marcha la Junta es otro caso de gestión de los fondos europeos Next Generation. Los planteamientos de la Unión Europea coinciden con las necesidades de Andalucía.
El objetivo del plan, que afecta a una buena parte del tejido productivo que tiene relación con el sector, es permitir un nuevo modelo de gestión en la principal industria de la comunidad autónoma e impulsar una renovación a través de los fondos europeos. Los retos son trabajar contra la estacionalidad, apostar por la digitalización de la industria turística y propiciar una gestión sostenible que regule los flujos turísticos a lo largo del tiempo, sobre todo en zonas más deprimidas económicamente. El presupuesto es ambicioso, cerca de 547 millones hasta el año 2027.
El reto está ahora, según reconocen desde Hacienda, en gestionar con la mayor eficiencia estos fondos y todos los demás que se irán sumando. Y ahí sí que la cifra es astronómica, 15.000 millones para la próxima década.
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