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Bioética y legislación

El derecho va un paso por detrás en la regulación de la biomedicina

El Magistrado del Tribunal Supremo, Antonio del Moral, ha indicado que en la sociedad surgen nuevas incertidumbres que aún no tienen una legislación clara

El derecho va un paso por detrás en la regulación de la biomedicina

Rita M. Marín

Durante su participación, este fin de semana, en las II Jornadas de Bioética “La muerte en el proceso vital”, organizadas por el Colegio Mayor Alsajara, el Magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Antonio del Moral ha querido reflexionar acerca de las incertidumbres que surgen con las nuevas posibilidades técnicas y morales que plantea la Biomedicina en el campo del Derecho. “El derecho suele ir un paso por detrás en el ámbito de la regulación biomédica, los jueces deben conocer los conflictos que surgen y, en base a eso, crear una normativa que trate de legislar cada caso”, ha explicado del Moral.

La Biomedicina aborda aspectos fundamentales de la convivencia humana, y nuevas situaciones que hace unos años eran impensables. “Un tema controvertido podría ser el de la Eutanasia”, ha comentado Antonio del Moral, a un auditorio que estaba expectante ante esta cuestión, “la legislación española no admite la eutanasia si la entendemos como el fallecimiento provocado directamente por compasión o razones similares. La inducción o auxilio al suicidio o el homicidio voluntario están penados”.

Aunque, también aclaró que había que diferenciar los tratamientos paliativos prestados para aliviar el sufrimiento que puedan tener como efecto un acortamiento de la vida. “No existe ningún óbice legal cuando la lex artis aconseja esos tratamientos. No hay que confundir matar con aliviar el dolor”.

En esta conferencia del Moral quiso dejar una idea clara, no existe un derecho al suicidio o a morir. “En estos términos no está reconocido ni en España, ni en ningún país”, ha aclaro el Magistrado Supremo, ante comentarios sobre algunos casos que se han dado en países como Bélgica u Holanda, “la experiencia de estos países no es digna de ser imitada, pues suponen deslizarse por una pendiente resbaladiza en que resulta difícil poner coto”. Así, del Moral quiso plantear algunas preguntas a su auditorio para hacerles reflexionar acerca de esta cuestión tan compleja, que sin embargo, en el ámbito legal está bastante clara: ¿No sería discriminatorio aceptar la solicitud de unos casos y no de otros? ¿Es que la vida de unas personas es menos digan de ser vivida y se les sitúa en la posición de dar explicaciones por querer seguir viviendo?

“El derecho español no admite el homicidio por compasión”, afirmó rotundamente del Moral. De ahí la importancia de que la legislación fuese coherente y obedeciese a principios asentados. 

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