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Memoria Histórica

La Junta promueve de nuevo la búsqueda del cuerpo de García Lorca

Supondría el segundo intento tras el fracaso de 2009

La Junta promueve de nuevo la búsqueda del cuerpo de García Lorca ABC

Luis Javier López

En una superficie de unos 300 metros cuadrados del llamado Peñón del Colorado, entre las localidades granadinas de Alfacar y Víznar se llevará a cabo un sondeo arqueológico para delimitar la existencia de una posible fosa de la Guerra Civil, y en la que se cree que pudiera estar el cuerpo del poeta Federico García Lorca.

Impulsados por la dirección general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, estos trabajos tienen como objetivo localizar y delimitar fosas de víctimas de la contienda española dentro de «un proceso más amplio» de las intervenciones hasta ahora realizadas en el llamado barranco de Víznar, según el director de este organismo, Luis Naranjo. Pero a nadie escapa que la posibilidad de que el cuerpo del universal poeta granadino fusilado en estos parajes la madrugada del 18 de agosto de 1936 pueda aparecer en una de estas fosas está detrás de las actuaciones arqueológicas que darán comienzo el próximo 17 de noviembre en el término municipal de Alfacar.

Si las condiciones meteorológicas lo permiten en esa fecha, el equipo coordinador de los trabajos técnicos comenzará a retirar el material que cubre la zona que ha sido estudiada con un georradar desde el pasado mes de diciembre en este paraje. Para ello se contará con la colaboración de la Consejería de Fomento y Vivienda que retirará toda la tierra que se supone que cubre el subsuelo original , que ha sido objeto de numerosas intervenciones del hombre, como una pista de motocross o la construcción de un polémico campo de fútbol, que se inició en 1998 y se paralizó más tarde ante la presión de movimientos memorialistas, la familia de García Lorca y la propia Junta de Andalucía.

Tal y como ha explicado hoy Javier Navarro, arqueólogo coordinador, después de conocer la estratigrafía del terreno lo siguiente será ahora, para después «realizar una intervención arqueológica manual para delimitar las anomalías detectadas» por el georradar -una de ellas con profundidad suficiente para ser un enterramiento común- y hacer los sondeos para comprobar la posible presencia de restos humanos.

Con un presupuesto de 15.000 euros y un plazo aproximado para realizarlos en unos diez días , los trabajos pretenden ser un «modelo» para futuras intervenciones similares en la búsqueda de fosas «de víctimas del genocidio franquista», en palabras de Naranjo. El proyecto cuenta con el apoyo de las universidades Politécnica de Valencia, del País Vasco y la de Zaragoza además de la inglesa de Nottingham no descartándose que pueda incorporarse al mismo próximamente la de Granada.

Segundo intento

El enclave en el que ahora se va a intervenir –frente al llamado cortijo de Gazpacho- se encuentra a unos 500 metros del Barranco de Víznar y a similar distancia del parque Federico García Lorca de Alfacar. Fue en este último lugar donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 la posteriormente fracasada búsqueda de fosas con la esperanza de hallar restos del poeta.  

Ahora, la posibilidad de que puedan encontrarse restos del poeta granadino en la zona del Peñón del Colorado viene aumentada porque la ubicación de las anomalías del terreno inspeccionado por el georradar coincide con los testimonios recogidos en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que señalaban el posible enterramiento de García Lorca en un «pozo alargado con un color de tierra gris» , junto a un pequeño camino (el cauce del arroyo del Peñón del Colorado). Esta hipótesis ha sido también investigada después por el historiador Miguel Caballero, autor del libro 'Las 13 últimas horas en la vida de Federico García Lorca' y cuyas obras son habitualmente usadas por la Dirección General de Memoria para documentar posibles emplazamientos de fosas.

En todo caso desde la dirección del proyecto de excavación que se iniciará en breve, se advierte de que «no se trata de una exhumación» , según el arqueólogo Javier Navarro. Primero porque, según el protocolo establecido, si se encontraran restos óseos se comunicará el hallazgo a un juzgado para que decida al respecto. Y segundo, y no menos importante, porque la decisión de una posible exhumación autorizada por un juez corresponde ejecutarla también a las familias de las personas cuyos restos puedan hallarse. En este caso particular, serían los allegados a Lorca y otros fusilados junto a él –el maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Joaquín Arcollas y Francisco Galadí- los que tomaran la decisión definitiva.

 

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