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educación

La escuela católica andaluza celebra el «diálogo y escucha» de la Junta para paliar la desigual financiación frente a la pública

XVI Congreso de Escuelas Católicas

Los colegios cristianos han llevado a cabo el mayor evento educativo de la escuela concertada en España con un congreso de cerca de 2.000 personas en Granada esta semana

Imagen del XVI Congreso de Escuelas Católicas TWITTER

Álvaro Holgado

Granada

Cerca de 2.000 directores, profesores, titulares de centros y expertos nacionales e internacionales. Esas son las cifras de lo que ha sido la celebración del mayor evento educativo de la escuela concertada en España este 2022. De carácter bianual, la cita se ha dado en Granada, en el Palacio de Congresos, donde se ha debatido y expuesto en sucesivas ponencias a lo largo de tres días, desde el pasado jueves, lo que significa el futuro de estas instituciones y cómo afrontar los retos que se le presentan. Un evento que ha remarcado la «buena salud» que desprende la concertada.

Entre los asistentes, figuras destacadas en el ámbito de la educación desde la filosofía, la antropología o la misma teología. Entre los ausentes, una también muy destacada como la de la ministra de Educación, Pilar Alegría. En 2019, la ministra Isabel Celaá sí que acudió a la cita, entonces celebrada en Madrid. Su discurso, eso sí, estuvo lleno de polémica tras declarar que «escoger una enseñanza religiosa» no era «un derecho constitucional».

La presencia del Gobierno esta vez ha sido de un perfil más bajo, estando presentes la subsecretaría del Ministerio y la actual presidenta del Consejo Escolar del Estado. En Andalucía, esa posición contraria a la concertada ha estado presente hasta hace bien poco, aunque el paradigma, desde el cambio en la Junta sea bastante distinto en estos momentos. A preguntas de este periódico, Rafael García Porras, secretario andaluz de Escuelas Católicas, celebra « la situación de diálogo, escucha y apertura» frente a a la situación de «acoso» que se vivió con los sucesivos gobiernos socialistas.

«Desgraciadamente sigue habiendo un estereotipo totalmente falso con la concertada. Basado en el desconocimiento. No existe ninguna razón para etiquetarnos como centros que seleccionan o discriminan y mucho menos que solo tenemos alumnos escogidos « explica García Porras a propósito de las críticas que desde parte del Gobierno se sigue haciendo hacia este modelo.

Los mitos, señala, son eso, mitos. «La mayoría de colegios de Escuelas Católicas no están en capitales de provincia. Nunca nos hemos negado a recibir a alumnos inmigrantes o refugiados, incluso el curso pasado cuando sucedió la invasión de Ucrania, nos ofrecimos a la administración a recibir cuantos alumnos ucranianos fuesen necesarios. Los colegios de nuestra organización que están en zonas deprimidas o con riesgo de exclusión reciben a tantos alumnos como solicitan nuestro centro«.

Puntos de encuentro

La consejera de Educación, Patricia del Pozo, durante su intervención en el congreso e.p.

El lema del evento, de hecho, ha sido el de 'Inspiradores de encuentros', donde se ha puesto a debate, desde muchos enfoques, cuál es el papel de la escuela en la actualidad desde el prisma católico. «Ser punto de encuentro allí donde estemos» resumía en ese sentido el secretario nacional de Escuelas Católicas, Pedro Huerta.

Los principales obstáculos para ello, tal y como relata García Porras, se encuentran en dos aspectos. El primero tiene que ver con la tasa natalidad, decreciente en toda España y en Andalucía. Esto, que afecta por igual a todos los centros, sean públicos o concertados, se agrava con respecto a estos últimos. El modelo concertado supone un 20% de la comunidad educativa de Andalucía, pero sin embargo, tal y como insiste el secretario autonómico «a pesar de ser una educación cada día más demandada, no tiene los mismos recursos que los centros de titularidad pública, ni en financiación económica, ni en recursos humanos«.

Este es el segundo problema de base al que se enfrenta la concertada la infrafinanciación. «Lo que pedimos es el compromiso del mantenimiento de unidades y de centros. Nosotros solo pedimos a la Consejería que se nos dé a los alumnos y alumnas de la concertada los mismos recursos económicos y humanos que los centros de titularidad pública. El profesorado, los alumnos y los centros educativos que realizan este servicio público que los padres eligen deben tener a su disposición los mismos recursos«, insiste García Porras.

La «injusticia», además, es doble teniendo en cuenta que los principales afectados no son los centros en sí, sino los propios alumnos. El compromiso de la consejera de Educación de la Junta, eso sí, es firme y motivo de esperanza en el caso andaluz, afirma el secretario autonómico, de cara a paliar este asunto.

«Personalmente no creo que tuviera importancia la posición del Gobierno de España en el devenir del congreso. La presencia de la consejera de Patricia del Pozo, el viernes 25, fue suficiente. Se mostró feliz de participar y abierta al diálogo y a la escucha. Fue afable, cordial y con la pasión que le caracteriza, ponderó el trabajo de los profesores durante la pandemia y el esfuerzo de los centros, lo agradeció y afirmó que pasito a pasito, se irá avanzando en la equidad de las dos redes educativas« resume el secretario andaluz.

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