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«Mami me lavó el cerebro»: La Justicia italiana da la custodia del hijo menor de Juana Rivas a su padre para «protegerlo»

El menor se quedará bajo la tutela de Francesco Arcuri después de probarse que la madre de Maracena inducía a su hijo a mentir contra él

Rivas le había «obligado a decir» que su padre «le pegaba y le tiraba por las escaleras» y que, sino, «mami iba a ir presa»

A lo largo de una durísima sentencia, el Tribunal de Cagliari ha ordenado un régimen de visitas muy restrictivo y monitorizado por los servicios sociales

Imagen de archivo de Juana Rivas ABC

Álvaro Holgado

Granada

El Tribunal de Cagliari ha sentenciado a favor del padre la custodia del hijo de menor de Juana Rivas y Francesco Arcuri. La madre de Maracena, ya libre tras ser indultada parcialmente por el Gobierno y cumplir los meses que le quedaban de condena por el secuestro de los menores en 2016, solo podrá visitarlo en un régimen muy estricto, siempre monitorizado por los servicios sociales y sin poder, en ningún momento, llevar a cabo esas visitas fuera de la región donde reside, Cerdeña, Italia.

El fin de la medida no es otro que «proteger» al menor de la madre. Según la sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, se ha demostrado que indujo al niño a mentir sobre Arcuri y unos supuestos malos tratos que se han demostrado falsos.

La decisión de la Justicia italiana se describe a lo largo de casi 40 folios especialmente duros con el papel de Rivas. En todo momento, la granadina aparece como un peligro para su hijo, llegándose a señalar una «búsqueda espasmódica« de indicios contra Arcuri, llevando reiteradamente al menor a al hospital para que pediatras y neuropsiquiatras corroboraran su versión.

Las citas del menor en una de sus declaraciones deja a la vista, además, el chantaje al que Rivas tenía sometido a su hijo menor para que esas acusaciones se probaran. «Mami es como que me lavó el cerebro hablándome de papá, diciéndome mentiras sobre papá, que papa me pegaba, no es verdad», señaló el menor y cita la sentencia. De la misma manera, le inducía a dar graves acusaciones sobre unos malos tratos que según el análisis de pediatras, los servicios sociales italianos y profesores el instituto de su hijo, nunca existieron.

«Me decía que, sino le contaba a ella, mami iba a ir presa», destaca el texto, al tiempo que incide en que la madre le espetó al hijo: «tu padre te pega, te tira por las escaleras...si no dices esto, no te dejo ir a Carloforte nunca más». Las palabras del niño se acentúan, además, por el comportamiento reiterado de Rivas en este sentido, cuya conducta llega hasta este mismo 2023, cuando pasó las vacaciones de Navidad con ella.

La defensa de Rivas adjuntó unos mensajes de Whatsapp donde describía «una conducta cada vez más grave contra su madre por parte de su padre». El mismo niño contó a una educadora de Nápoles que «él no había escrito esos mensajes, sino que había sido su madre, utilizando aplicaciones y el sistema de pantallazos para alterar los mismos». El menor, de nuevo, corroboró con la educadora napolitana que había descrito abusos por parte de su padre solo porque estaba inducido por Rivas.

Régimen de visitas

Entre los argumentos que se dan para dar la custodia a Arcuri se cita, lógicamente, el secuestro de Rivas a sus dos hijos y por los que se mantuvo desaparecida durante semanas para que estos no volvieran con su padre. La justificación para ese acto, ocurrido en 2016, la daba la madre granadina en unos supuestos malos tratos hacia ella y a sus hijos que nunca se han probado.

De hecho, la sentencia del tribunal italiano se basa en un informe pericial que señala claramente la perniciosa conducta de Rivas para sus hijos. Según este informe, la madre «no muestra conciencia alguna de sus actos pasados» e insiste en «ser víctima de violencia de género», alejando a los hijos de su padre. Tal y como ya dictaminó la Justicia española, « se recrimina además que »no tuvo en cuenta el perjuicio de que estas acusaciones se dieran en medios de comunicación«. Era, en palabras del tribunal »totalmente inconsciente del daño psicológico que había generado en sus hijos«.

El padre, por su parte, según el informe pericial, «resultó ser un padre funcional y adecuado, receptivo y comedido, y demostró que protege, o al menos intenta proteger, la relación madre-hijo». Según el perito, respondía positivamente « a todos los indicadores de habilidades parentales».

Por todo ello, entre otras cuestiones, el tribunal italiano ha decidido un régimen de visitas realmente estricto para Rivas en cuanto a su hijo. La medidas son excepcionales y tratan, en el fondo, de impedir la conducta continuada de tergiversación y perjuicio para el menor en todo este tiempo.

La madre de Maracena sólo podrá verle los fines de semana, después del colegio y volviendo con el padre los domingos. Siempre, especifican, que no interrumpa cualquier actividad social del menor. Cualquier visita, además, se dará en su residencia, en Carloforte, con el límite de alejamiento en Cerdeña. Los servicios sociales monitorizarán y dejarán constancia de informes sobre cada visita.

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