Una niña de cinco años, grave por el ataque de un perro que ya dejó en la UCI a una mujer en octubre

Una niña de cinco años se encuentra ingresada en la UCI del Hospital Materno Infantil de Granada tas recibir numerosas mordeduras en su cabeza por parte de un perro rottweiler. El suceso ocurrió el pasado lunes por la tarde y, fruto de él, también está ingresada otra mujer, la dueña de la perrera en la que se encontraba el can, después de recibir heridas de gravedad por el mismo animal.

La noticia, adelantada por el periódico Ideal, señala de nuevo al mismo perro que atacó a una madre y a su hija el pasado octubre, en la localidad granadina de Armilla, y que también acabó con ambas, especialmente la mujer, en la Unidad de Cuidados Intensivos. El perro, ahora reincidente, quedó ingresado en la perrera de forma cautelar y a disposición judicial, aunque se le permitía sacarlo a dar paseos, momento en que ha vuelto a atacar tres meses después.

El animal, a pesar de estar considerado Perro Potencialmente Peligroso (PPT) iba sin bozal, al igual que en aquella ocasión. Durante el trayecto, la dueña del perro lo estaba paseando por las inmediaciones del centro canino cuando una pareja con su hija paró a saludarla. El perro atacó a la menor y a la propia dueña, que hasta el momento se encuentran recuperándose y con heridas graves.

El caso del ataque del rotweiller quedó archivado en base al atestado policial que se presentó en el Juzgado de Instrucción 3 de Granada. Este, junto a otro perro de la misma raza, estaban atados con una correa larga que les daba acceso a la vía pública y sin bozal y se abalanzaron sobre la niña cuando estaban yendo de camino a una cena familiar.

La juez consideró entonces que «no puede considerarse una imprudencia grave o menos grave el dejar la puerta de entrada a la casa abierta, lo que dio lugar a que se produjese el aciago episodio».

Los canes intentaron arrastrar a la niña hacia la casa donde vive su dueño mordiéndola por el brazo. La violenta escena siguió con la madre intercediendo, a lo que el perro respondió mordiéndole el pómulo, la parte trasera de la oreja y el contorno del ojo. Las heridas, graves, se producían al tiempo que su marido se enfrentaba al otro perro. Con heridas más leves, el perro que agredía al padre de la niña se abalanzó también sobre la madre, esta vez en la ingle. Tuvo que recibir varias intervenciones quirúrgicas para no perder el ojo.

El marido consiguió finalmente separar a los perros de la víctima, que tuvo que ser traslada de inmediato al hospital. Los denunciantes han recurrido el auto judicial que archivaba el caso tras este nuevo ataque por parte de uno de los perros.