Los padres del colegio de Granada que impone a las niñas llevar pantalón se rebelan y piden que se vote

Ahora proponen dar un paso más: hacer una consulta popular y que todos puedan pronunciarse. Todavía no han comunicado esa medida a la dirección del centro, pero lo harán vía burofax y decidirán los términos de esa especie de referéndum. Dejan claro una cosa: si pierden, se conformarán y las niñas irán en pantalón.

Así lo ha asegurado María Santolalla, abogada que representa los intereses de los padres que se oponen al pantalón obligatorio. Entiende que la consulta es una solución muy válida y que además tiene precedente. «El año pasado hubo una votación interna porque los alumnos tenían dos días clases por las tardes. Hubo protestas, se votó, ganó el no y se reestructuraron los horarios», ha explicado.

«Si en el colegio dicen que somos diez los que nos oponemos a su decisión, votar es la manera de comprobarlo«, ha retado la abogada, que admite que muchos padres sí que sabían que en este curso se cambiaría definitivamente la falda por el pantalón tras un periodo de adaptación que duró tres años. »Aceptaron porque querían mantener a sus niños allí, porque no les compensa alejarlos de su entorno por una falta o un pantalón, pero eso no quiere decir que estén de acuerdo«, ha resaltado, para añadir que muchos no quieren pronunciarse públicamente »porque tienen miedo«.

De hecho, ha insistido en la versión que dieron algunos padres en la primera semana de este curso escolar: a varias niñas les regañaron por llevar falda y se les amenazó con un parte si reincidían. Ese extremo lo negó tajantemente a ABC la directora del colegio, una religiosa llamada Esperanza. «No hubo ninguna regañina, sólo un aviso cariñoso», dijo.

Manuel Montes, portavoz del Sagrada Familia Corazón de María, ha reaccionado diciendo que la decisión de cambiar el uniforme «no es del colegio sino de la congregación», por lo que entiende que plantear la consulta «no va a llevar a ningún lado».

Sin embargo, ha asegurado que allí están siempre abiertos al diálogo. «En todo este tiempo hemos pedido a los padres que pudieran estar disconformes y a la abogada que les representa que vinieran a hablar con nosotros, que recibiríamos a todos con mucho gusto, pero nadie lo ha hecho», ha aseverado.

Entiende Manuel Montes que no hay un «paralelismo» entre la consulta que se hizo para variar o no el horario lectivo con esta que ahora se propone. «En aquel caso, la dirección del centro tenía capacidad de decisión, mientras que la medida de variar los uniformes la ha tomado la congregación«, ha insistido.