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El pueblo granadino de Bérchules revive su Nochevieja en agosto, con campanadas, uvas y mantecados

La peculiar fiesta comenzó a celebrarse en 1994 después de que un apagón impidiera a este pequeño municipio de La Alpujarra celebrar la llegada del año nuevo a la manera tradicional

No se ha escatimado ningún detalle: hay música en directo, fiestas para los niños y hasta los Reyes Magos harán acto de presencia

Imagen de archivo de una Nochevieja de Agossto en Bérchules. europa press

Guillermo Ortega

Granada

Parece una leyenda pero la historia es real como la vida misma. En Bérchules, una pequeña población de la comarca granadina de La Alpujarra donde están censados poco más de 700 habitantes, se aprestaban a celebrar la Nochevieja para dar paso al año 1994.

El pueblo sufría por entonces frecuentes apagones de luz y entre algunos había cierta aprehensión. ¿Se iría justo esa noche tan especial? Pues precisamente eso es lo que ocurrió: un nuevo y molesto corte de luz dejó a los vecinos compuestos y sin uvas. Los más ingeniosos tiraron de transistor con pilas y las escucharon por alguna emisora. Los demás se quedaron con las ganas.

El disgusto fue enorme. Pocos días después, el pueblo se echó a la calle como no lo había hecho nunca. Decir que todos los residentes en Bérchules se manifestaron no sería demasiado exagerado, porque la estimación de asistentes se sitúa por encima de las 700 personas. Exigían que no hubiera más cortes, pero en el fondo también estaban mostrando su enfado por no haber cumplido por la tradición.

El 11 de enero de ese año, a instancias de un empresario local llamado Miguel Toro, el ayuntamiento acordó que desde entonces, al margen de que en Nochevieja fuera todo bien, el pueblo celebraría la entrada del nuevo año en una fecha muy especial: el 5 de agosto. En verano, los cortes de luz, que estaban relacionados con el frío, eran mucho más infrecuentes.

Desde entonces, la Asociación Berchulera de Nochevieja en Agosto y el Ayuntamiento han organizado ese acto cada 5 de agosto y este año llega a su vigésimo novena edición. Hay todo lo que tiene que haber en un fin de año: uvas, serpentinas y hasta trajes de gala. A la fiesta no sólo se apunta la gente local sino también turistas que no pueden resistirse a una juerga.

Así que este 5 de agosto toca fiesta grande, con pasacalles, anís, polvorones -cosas ambas que con estas temperaturas puede que no entren igual de bien- uvas y las doce campanadas de rigor a la hora indicada en la plaza central del pueblo, frente a la Iglesia de San Juan Bautista. También se sumarán, ya puestos, los Reyes Magos.

Las fiestas, de hecho, arrancaron el viernes 4 de agosto con una fiesta infantil y, después, música en directo a cargo de los grupos Desidia y Desertores del Arao y del DJ Hulio. Hoy hay pasacalles, charanga, una fiesta de espuma para los más pequeños y a las once de la noche, una hora antes del momento estelar, un pregón a cargo de Alba Pérez, jugadora del Granada C.F. femenino, y de Joaquín Martín de Oliva, perteneciente a la unidad Grea-112.

Después de las campanadas, como está mandado, más fiestas, más música en directo y, en fin, todo lo que haga falta hasta que aguante el cuerpo de los asistentes, que como además mañana es domingo no necesitan madrugar. En Bérchules están «muy orgullosos» de que lo que empezó siendo una reivindicación haya terminado convirtiéndose en una fiesta mal. Y las fiestas siempre ese agradecen.

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