PERFIL
El decapitador de Halloween: el sicario que aprendió a cortar cabezas «para sobrevivir»
'El Mexicano', declarado culpable de matar y cortar la cabeza a un vecino, fraguó una personalidad delictiva y macabra durante sus 32 años en México
El jurado declara culpable de asesinato al decapitador de Halloween: «Pido perdón por esa acción inadecuada»
Día de Halloween de 2020 : Encuentran una cabeza humana dentro de una bolsa en un contenedor de Huelva

M.J.B.N es onubense, criado en la barriada de Guadalupe, callejero popular de Huelva, y patrona del país que le presta su alias: 'El Mexicano'. Es una zona de esas con sabor a pueblo en el que los vecinos se conocen y ... las relaciones personales trascienden las propias de la vecindad.
Pero a M.J.N.B, que ya supera los 50, todos lo llaman El Mexicano. Pasó en tierras americanas 32 años de vida adulta desde los 90 y fue allí donde fraguó su personalidad y desarrolló su lado macabro. De su etapa en México hay algunas certezas y muchas sombras, fue en sus cárceles donde aprendió a decapitar «para sobrevivir», ha reconocido en más de una ocasión. La más reciente durante el juicio en el que se le ha declarado culpable de matar y cortar la cabeza a un vecino y por el que ha sido considerado «culpable» por el jurado popular que lo juzgaba.
Cárceles mexicanas y el cartel de Sinaloa
¿Cómo dio con sus huesos en los presidios mexicanos? Fue la consecuencia de un historial delictivo de lo más variopinto. Decían sus vecinos que había trabajado como sicario en una tierra en la que las decapitaciones suelen ser prácticas de ajustes de cuenta en los carteles de la droga. Él se jactaba de haber pertenecido al cártel de Sinaloa, de ser culturista y entrenador. En México fue detenido en 2009 como cabecilla de una banda de atracadores en la zona de la ciudad de Monterrey. Tras cumplir la pena regresó a la capital onubense.
Víctima y verdugo se conocían de la infancia, de haber recorrido juntos las calles de niños. La confianza retomada tras el regreso de México hizo que mantuvieran una relación personal, tanta como para que la noche de los hechos acudiese a casa de quien iba a morir por su mano con cierta normalidad. La familia insiste en que la vinculación era de temor, de pavor hacia el decapitador, un sentimiento que el tiempo demostró como cierto.
El Mexicano apenas llevaba unos meses de nuevo en Huelva. Compartía con C. R. M. viajes adicciones si bien éste último había estado en tratamiento. En el momento de la muerte tenía prescrito el consumo de metadona por la Seguridad Social dentro del proceso de desintoxicación. Un nexo fatal. Una supuesta afrenta familiar por la muestra de un vídeo de contenido sexual con familiares suyos fue el desencadenante de la pelea, sostuvo en su testimonio.
Cortó la cabeza de su víctima para pasearla como triunfo, para aplicar las reglas tribales que había aprendido durante su estancia en México
Los psiquiatras que lo trataron tras la detención lo describieron como una persona que presentaba «rasgos narcisistas» y que en su entrevista explicó que la motivación de sus actos fue por producirse «un atentado al honor de su familia». No presentaba trastorno mental alguno. No había atenuantes psiquiátricos.
A este punto responde su actitud tras el crimen. La decapitación es un «ritual» que aprendió en las cárceles de México, en las que cumplió una condena de más de diez años por «robo». Dice que fue «víctima de una trampa», si bien no oculta que formó parte de uno de los cárteles de droga «más peligrosos del país», aseverando que se vio abocado a ello porque «o eran otro o eras tú».
Cortó la cabeza de su víctima para pasearla como triunfo, para aplicar las reglas tribales que había aprendido durante su estancia en México. Una demostración de poder. Incluso, y ahí fue como surgió el operativo policial que culminó con su detención, llegó a exhibirla a los viandantes. Lo hizo con la profesionalidad propia de quien sabe lo que hace, como «un carnicero, porque sabe cortar en tres o cuatro cortes». Realmente no era la primera que cortaba.
La vida del 'Mexicano' es un círculo de drogas, delincuencia y criminalidad. Una combinación peligrosa que encontró en la noche de Halloween de octubre de 2020 su clímax de terror. Un vecino, viejo amigo de la infancia y que había tenido problemas de drogas como él, cometió el error de cruzarse por su vida.
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