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Educación

Un grupo de menores de 15 años atemoriza a un instituto en Huelva

El IES Saltés de Punta Umbría pide ayuda tras denunciar decenas de agresiones y amenazas a docentes por padres y alumnos

Alumnos del centro educativo a la salida de clase Alberto Díaz

M. Rosa Font

En el Instituto Saltés de Punta Umbría , donde el claustro de profesores ha denunciado en bloque una situación extrema al convertirse en diana permanente de alumnos conflictivos -que amenazan y cargan contra los docentes con agresiones físicas y verbale s-, los días se suceden entre la calma (la tónica general) y el temor.

Solo este curso, el personal lleva presentadas ante la Guardia Civil una decena de denuncias por amenaza e insultos, y requiere su presencia con demasiada frecuencia para que controle el consumo y la venta de drogas, no solo de puertas afuera sino también en el interior del centro.

En el IES Saltés acuden a clase unos 700 alumnos y la gran mayoría permanece al margen , ajena a conflictos. «Son pocos dentro - comenta una menor a la salida del instituto- pero es cierto que les nota mucho en la zona en la que tienen sus clases».

De hecho, detrás de las denuncias y de los más de mil partes que llevan puestos los profesores por amenazas como «te voy a partir los dientes , me cago en tus muertos, puta», «tú te acuerdas lo que le pasó a Laura Luelmo? pues ten cuidado», «cállate zorra» o « te vas a arrepentir si me pones un parte» hay un grupúsculo - que está localizado- de no más de 40 alumnos .

Se trata de escolares cuyas edades oscilan entre los 12 y los 15 años , que acumulan expulsión tras expulsión : reingresos al instituto seguidos de sanciones similares por los mismos motivos y vuelta a empezar. En la memoria de los más veteranos, el caso de acoso que sufrió una profesora en torno a 2008 por parte de una escolar adolescente (15 años), que tuvo un mes y medio de expulsión como castigo.

Los ataques verbales , denuncian los docentes, llegan en ocasiones también de boca de algunos progenitores y, salvo un mínimo porcentaje, el acoso y las amenazas tienen como objetivos a docentes mujeres.

«Yo creo que lo que está ocurriendo es consecuencia de que se ha perdido el respeto a los maestros, que los mismos padres –en términos generales- se lo hemos ido quitando», lamenta María, una madre que espera en su coche la salida de su hijo.

«Le tengo dicho a mi hija (13 años) que si ve algo raro o una pelea, que no se meta y avise a los profesores. Aquí, entre los estudiantes, hay miedo a represalias », afirma Javier, uno de los padres que espera a las puertas del centro el fin de la jornada escolar para recoger a sus hijos.

«Hay agresiones y hay drogas, sí. Los profesores y los padres – continúa- estamos atados de pies y manos porque algunos no sabrán multiplicar pero se las saben todas y no puedes ni entrar porque es su intimidad, o a separarlos si ves una pelea porque te buscas un problema». «Esta situación necesita medidas fuertes».

Entre buena parte el alumnado, especialmente entre los de mayor edad, y los docentes del instituto hay estos días una especie de pacto de silencio, desde que se hizo casi viral el documento que el claustro de profesores ha remitido a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía y un vídeo que da detalles de las amenazas y agresiones verbales de que están siendo víctimas.

Reunión con la Junta

El profesorado espera en silencio que la Administración educativa haga movimientos y llegue en una próxima reunión , que podría tener lugar a comienzos de la semana próxima, con una solución bajo el brazo , por cuestión de «seguridad y salud».

Ayer, la delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta en Huelva , Estela Villalba , calificó de «global y complejo» el problema del Instituto Saltés de Punta Umbría, y manifestó que, desde la semana pasada "«está trabajando» con el profesorado, recabando toda la información sobre la situación creada en el centro y diseñando una estrategia de apoyo a la comunidad educativa, en contacto con la Dirección por parte del Servicio de Inspección.

«Hay que unir todas las voluntades, Cuerpos de Seguridad, Ayuntamiento y sus servicios sociales, AMPA, claustro, para darle la vuelta a este problema de convivencia que se ha generado», manifestó Villalba.

El Instituto Saltés de Punta Umbría estuvo en el pasado marcado en rojo algunos cursos, lo que corresponde a un centro catalogado como de difícil desempeño por sus especiales circunstancias y características. De un año para otro, Saltés desapareció de ese catálogo en el que el claustro quiere volver a aparecer, según manifiesta en el escrito dirigido al departamento de Educación de la Junta. Esta catalogación se traduce en un mayor apoyo por parte de la Administración en términos aumento del profesorado y de personal de apoyo, y una ratio menor, de entre 17/18 alumnos por clase.

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