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Especie protegida

Los atropellos, la gran amenaza para los linces

En lo que va de año, diez linces ibéricos han muerto por esta causa en Andalucía

Desde enero diez linces ibéricos han puerto atropellados en Andalucía EFE/Nuno Veiga

J. M. Carmona

El año 2018 va camino de convertirse en un nuevo año trágico para el lince ibérico en carretera , cuyas muertes por esta causa ya ascienden a 18 en la península ibérica, 10 de ellas en Andalucía. A ello hay que sumar uno más encontrado en la balsa del campo de golf de Matalascañas a mediados del mes pasado y cuya muerte no pudo revelarse en un principio tras la necropsia realizada al cuerpo del animal. En 2017 se produjeron 31 muertes de este tipo, 18 de ellas en Andalucía.

Si bien las estadísticas crecen cada año y ponen de manifiesto que el atropello es la causa principal de muerte del lince , hay que tener en cuenta el crecimiento poblacional de este felino que cada vez se encuentra más en hábitats donde antes estaba desaparecido, por lo que es normal que se amplíe su presencia en carreteras y se produzcan más accidentes de este tipo. «Al principio solo había presencia de linces en Doñana y Andújar en apenas 125 kilómetros cuadrados y ahora estamos hablando de unos 2.000 kilómetros cuadrados en la actualidad», explicaba a ABC el director del proyecto Life Iberlince, Miguel Ángel Simón.

De hecho, la población de lince ibérico roza ya los 600 ejemplares de los que la mayoría, unos 450 , se encuentran en territorio andaluz. A ello han contribuido los distintos programas de recuperación y las inversiones millonarias que han hecho que este peculiar felino pase de estar «en peligro crítico de extinción» a solo «en peligro de extinción» en poco más de dos décadas.

Puntos negros

Ahora muchas de las actuaciones se centran en intervenir sobre los puntos negros que jalonan el territorio andaluz y donde el lince es más asiduo a encontrar la muerte por atropello. Sobre todo en Jaén, donde se encuentra el mayor núcleo poblacional de este animal y donde se produjeron siete de los diez atropellos de este año en Andalucía. Así lo atestigua el último lince atropellado, una hembra de dos años radiomarcada que fue hallada muerta el pasado 23 de junio en la carretera A-312, dentro del término municipal de Vilches (Jaén). En abril, otra vía jiennense, la A-301 perteneciente a la localidad de La Carolina, presenció la muerte de un joven macho. También a mediados de marzo murió un cachorro dentro del término municipal de Marmolejo, más otro en febrero. Enero fue, sin duda, el mes más trágico tras concentrar cinco muertes de linces, tres de ellos de nuevo en Jaén y uno de ellos de nuevo también en la A-301 de Vilches, considerado como uno de los puntos negros.

Mientras, esta especie autóctona de la península ibérica continúa su paulatina recuperación gracias al proyecto Life Iberlince que dirige Simón. Durante una visita para conocer algunos de los lugares donde se está reintroduciendo el lince, este experto subrayó que los próximos retos son dos: consolidar las áreas donde se ha reintroducido el lince fuera de Andalucía y conseguir conectar las diferentes poblaciones para propiciar un intercambio genético que fortalezca la especie.

A largo plazo, Simón confía en reducir las liberaciones procedentes de la cría en cautividad «porque la especie llegue a tener capacidad de supervivencia por sí misma» y se sitúe «en una senda de normalidad».

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