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Juan Ramón Jiménez, 60 años sin su poesía

El poeta natural de Moguer murió tal día como hoy en San Juan de Puerto Rico

Retrato de boda de Juan Ramón Jiménez y su esposa ABC

CANDELA VÁZQUEZ

Este martes se cumplen 60 años del fallecimiento del escritor onubense Juan Ramón Jiménez , el final de una vida cargada de sentimientos y simbolismos que marcaron su trayectoria.

Juan Ramón Jiménez es uno de esos onubenses de excelencia que pusieron en evidencia el potencial intelectual de la Andalucía rural. Natural de Moguer , siempre puso en valor en su obra la belleza de los paisajes que le rodeaban y nunca se desvinculó por completo de su tierra a pesar de mudarse en varias ocasiones a lo largo de su vida.

«La blanca maravilla de mi pueblo guardó mi infancia en una casa vieja de grandes salones y verdes patios. De estos dulces años recuerdo que jugaba muy poco, y que era gran amigo de la soledad...»

Y es que una de sus mayores inquietudes existenciales fue el poder alcanzar la eternidad, no caer en el olvido tras fallecer y perpetuar su obra a través del tiempo. Un objetivo que, sesenta años después de su muerte en San Juan de Puerto Rico , ha conseguido y que desde este medio vamos a perpetuar recopilando los hitos más importantes de la vida del moguereño.

1

Juan Ramón Jiménez en su época colegial ABC

Nunca acabó Derecho

Juan Ramón Jiménez siempre fue un estudiante ejemplar, tras obtener Bachiller, estudió en la Universidad de Sevilla Derecho y Pintura, ambas carreras profesionales fueron abandonadas por el poeta.

El moguereño decidió dedicarse exclusivamente a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses. Escribió sus primeros trabajos en prosa y verso, y empieza a colaborar en periódicos y revistas de Sevilla y Huelva.

2

Estuvo ingresado en varias ocasiones por su padecimiento ABC

Tendencia a la depresión

El poeta moguereño atraviesa a lo largo de su vida por varias crisis de neurosis depresiva, llegó incluso a permanecer ingresado en Francia y en Madrid a causa de este padecimiento.

En sus obras se puede apreciar el desasosiego existencial por el que atraviesa, de hecho, su obra Animal de fondo exigió tanto de él que se sumió en una prolongada depresión que le empujó a ser ingresado en 1950 en el Washington Sanitarium and Hospital, de Takoma Park, Maryland.

3

Platero y yo, su obra narrativa más popular ABC

Tiene un premio Nobel

El 25 de octubre de 1956, la Academia Sueca concedió a Juan Ramón el Premio Nobel de Literatura. Fue un premio a toda una carrera, al conjunto de su obra, pero con una mención muy especial a «Platero y yo», una de sus obras narrativas más conocidas.

Como reconocimiento a «su poesía lírica» y a su «elevado espíritu y pureza artística que constituye dentro del lenguaje español» la Academia le otorgó el máximo premio.

4

El poeta Juan Ramón Jiménez ABC

Hiperestesia

El escritor, además de su tendencia a la depresión, padecía hiperestesia, una distorsión sensorial que hacía que percibiera los sentidos de forma intensa. En el caso del moguereño, tenía el oído tan fino que tuvo que cambiar de vivienda en muchas ocasiones por el ruido que percibía de sus vecinos.

Dicen que la hiperestesia también tuvo que ver con el enamoramiento del poeta y Zenobia Camprubí, el amor de su vida, puesto que ella estaba riendo en el piso de al lado y Juan Ramón Jiménez se enamoró de su risa.

5

Uno de los últimos retratos del matrimonio en Puerto Rico ABC

Zenobia Camprubí

Zenobia Camprubí era hija de uno de los ingenieros de la Junta de Obras del Puerto de Huelva, a la sazón establecido en La Rábida y que podría haber conocido allí en el año 1909.

Juan Ramón asistió a una conferencia de don Manuel B. Cossío y logró ser presentado a Zenobia. La joven tenía un gran talento que llamó la atención del poeta, además de culta y sensible, le parecía una mujer agradable, finísima y muy inteligente.

En enero de 1916, Juan Ramón abandona Madrid, pasa una semana en Moguer, con su madre y hermanos, y el 30 embarca en Cádiz rumbo a América para casarse con Zenobia. El 2 de marzo, contrajeron matrimonio en la iglesia de Saint Stephen, de Nueva York. Tres meses pasaron por tierras americanas: Boston, Filadelfia, Baltimore, Washington… En este viaje escribe Juan Ramón Diario de un poeta recién casado.

Tal fue el amor que sintió Juan Ramón por su mujer que tras caer ella enferma en 1951 de cáncer de matriz, el poeta no fue capaz de levantar cabeza y se agravó su estado de salud. Tras el fallecimiento de Zenobia, en 1956, Juan Ramón se encerró, dejó de comer y se aisló de todo el mundo. Desnutrido y en un estado verdaderamente lamentable, fue ingresado en el Hospital Psiquiátrico de Hato Tejas. Murió en San Juan de Puerto Rico en 1958.

6

El poeta tuvo que exiliarse en EEUU ABC

Exiliado de la Guerra Civil

Durante la Guerra Civil española (antes de su exilio), Juan Ramón y Zenobia acogen a niños huérfanos por culpa de la guerra. La pareja llega incluso a vender joyas y enseres personales de valor para poder mantenerlos.

El moguereño se siente inseguro en Madrid y es Manuel Azaña quien ayuda a salir de la capital al matrimonio por vía diplomática. Se instala en Washington como agregado cultural. En 1937 se traslada a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino falangista, Juan Ramón Jiménez Bayo, perece en el frente de Teruel, lo que dejó a Juan Ramón absolutamente destrozado. Según Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio».

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