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Laura Luelmo

Las otras jóvenes que salieron solas de casa y ya nunca más volvieron

Al igual que el caso de Laura Luelmo, las desapariciones de Anabel Segura, Eva Blanco, Sonia Carabantes o Diana Quer conmocionaron a España

Bernardo Montoya, detenido por la muerte de Laura Luelmo, confiesa el crimen

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Diana Quer, Rocío Wannikhof, Denise Pikka, Anabel Segura, Miriam García, Leticia Rosino, Eva Blanco, Desirée Hernández, María Teresa Fernández y Sonia Carabantes ABC
María Jesús Pereira

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Ha vuelto a pasar. Una joven sale sola y termina siendo asesinada. Esta vez le ha tocado a Laura Luelmo , la joven profesora de Zamora de 26 años asesinada por un vecino de la localidad onubense de El Campillo. Antes de ella tuvieron el mismo destino en España otras jóvenes que caminaban solas y fueron atacadas de forma violenta por uno o o varios hombres, conmocionando a la sociedad españolas.

Las otras mujeres que salieron solas y ya nunca más volvieron a sus casas fueron Anabel Segura, Diana Quer, Rocío Wannikhof, Sonia Carabantes, Leticia Rosino, Denise Pikka, María Teresa Fernández, Eva Blanco y, si nos remontamos a décadas atrás, las tres jóvenes de Alcàsser, entre otras.

Anabel Segura

Anabel Segura ABC

Este año se han cumplido 25 años del secuestro de Anabel Segura , quizá el primer caso de desaparición de una joven que movilizó a toda la sociedad española. Cuando tenía 22 años y estudiaba 4º de Económicas, salió de su casa de la Moraleja para a correr el 12 de abril de 1993. Unos delincuentes sin experiencia alguna la vieron cuando practica deporte en una zona en construcción; sobre la marcha improvisaron un secuestro; la mataron pocas horas después y pidieron un rescate de 150 millones de euros.

Los autores del secuestro fueron Emilio Muñoz y Cándido Ortiz, el primero repartidor en una empresa de mensajería, y el segundo, fontanero. La desaparición de Anabel generó un movimiento de apoyo a la familia y en solidaridad la gente se puso el lazo amarillo para pedir su libertad.

Dos veces fue la familia a entregar la cantidad exigida, pero los secuestradores no aparecieron. Estos habían enviado a la familia una cinta grabada simulando ser Anabel, que decía que estaba bien. Tuvieron que pasar dos años y medio para que la Policía Nacional diera con los secuestradores en Toledo, donde Emilio y Felisa tenían una churrería.

El Tribunal Supremo les condenó a 43 años y seis meses de prisión a los dos hombres y a dos años y cuatro meses a Felisa García, esposa de Emilio, por encubrimiento. Cándido falleció cumpliendo su pena en la cárcel, mientras que Emilio está en libertad por la derogación de la doctrina Parot.

Diana Quer

Diana Quer ABC

El 22 de agosto de 2016, la joven de 18 años Diana Quer desapareció sin dejar rastro cuando regresaba a la casa de veraneo de su madre en A Pobra (A Coruña) tras disfrutar de las fiestas del pueblo. A las 2,42 horas de ese día mandó su último mensaje a una amiga indicando que alguien le había seguido. A las 2,58 horas se pierde la pista sobre su móvil en el puente de Taragoña. A la mañana siguiente, su madre descubre que no ha ido a dormir y sobre las 12,00 horas denunció los hechos en la Guardia Civil temiendo lo peor.

Un día después de su desaparición, la Policía Judicial se ocupa de la investigación junto con el equipo de secuestos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Un mariscador localizó su teléfono en la ría, bajo el puente de Taragoña. Una empresa extrajera logró desbloquear el móvil de Diana en julio de 2017, lo que permitió saber mejor su localización.

José Enrique Abuín Gey, alías « el Chicle », un vecino de Rianxo (A Coruña), se entera de que le están siguiendo y pregunta a un guardia civil conocido la razón, argumentando que la noche de los hecho estaba con su mujer en las fiesta de A Pobra. Posteriormente cambió su versión y dijo que la noche del 21 al 22 de agosto estuvo robando gasolina con su mujer, aunque su móvil situabaa la mujer en la casa. Los cuñados de Abuín Gey también dieron cobertura a la coartada del Chicle. Sin embargo, una cámara de una gasolinera mostró un coche como el del Chicle abandonando A Pobra a la misma hora en que se pierde el rastro a Diana Quer

Todo apuntaba a José Enrique Albuín pero el juez instructor quiere más pruebas. El 26 de diciembre de 2017, una joven denuncia que el día anterior un hombre trató de meterla en un maletero cuando estaba en Boiro, próximo a A Pobra, y la descripción coincidía con la del Chicle. El 29 de diciembre se detiene a José Enrique Abuín y poco después a su mujer.

El Chicle se autoinculpó pero dijo que la muerte fue producto de un atropello accidental. El 30 de diciembre la mujer del Chicle admite que ella no sabía dónde estaba su marido la noche de los hechos y el detenido se derrumbó y llevó a la fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hasta el cadáver de la joven el 31 de diciembre de 2017, un año y medio después de su desaparición. El cuerpo estaba un pozo de agua de una fábrica abandonada de la parroquia de Asados. El Chicle será juzgado por los delitos de homicidio o asesinato, detención ilegal y contra la libertad sexual.

Rocío Wannikhof

Rocío Wannikhof ABC

El 9 de octubre de 1999, Rocío Wanninkhof , de 19 años, salió de la casa de su novio, en la Cala de Mijas (Málaga), a las 21,30 horas para dirigirse a su casa, que distaba solo 500 metros. Rocío quería ducharse y volver a casa de su novio para ir a la feria de la localidad malagueña de Fuengirola. Sin embargo, nunca llegó a la feria.

Su madre, Alicia Hornos, se extrañó al no verla en la cama a la mañana siguiente. El novio dijo que no fue a la feria porque se quedó dormido pero que a Rocío la habían visto en la feria, por lo que se pensó que se había quedado a dormir en casa de alguna amiga. A escasos metros de la casa de Rocío encontraron unas zapatillas deportivas idénticas y un pañuelo de la desaparecida, así como manchas en el suelo. La Guardia Civil halló en un descampado una gran charco de sangre donde Rocío se desangró y huellas de un vehículo donde presumiblemente se trasladó a Rocío.

El día 2 de noviembre de 1999 apareció el cuerpo de la adolescente, totalmente desnudo, en unos terrenos ubicados entre Marbella y San Pedro de Alcántara. La autopsia determinó que fue apuñalada y el cadáver fue rociado con líquido inflamable y quemado, por lo que no pudo precisarse si fue violada. Cerca se hallaron dos bolsas de basura con prendas de Rocío.

Finalmente fue detenida como culpable Dolores Vázquez, expareja de Alicia Hornos, quien la incriminó. La investigada negó los hechos pero una fibras encontradas en el cadáver de Rocío y que correspondían con la ropa deportiva de Dolores Vázquez la incriminaron, que ingresó en prisión. Un jurado popular la declaró culpable del asesinato en 200, y un juez la condenó a 15 años de prisión y a indemnizar a la familia de Rocío.

En 2003, la investigación de la desaparición de otra joven en Coín, muy cerca de Mijas, permitió confirmar que el ADN del asesino de Sonia Carabantes era el mismo que el del hombre que se fumó un cigarro junto al cadáver de Rocío Wannikhof: el británico Tony Alexander King. El descubrimiento libró de culpa a Dolores Vázquez, con quien se había cometido una gran injusticia.

Sonia Carabantes

Sonia Carabantes ABC

La desaparición de Sonia Carabantes se produjo el 14 de agosto de 2003 cuando regresaba a su casa de una romería del municipio malagueño de Coín, adonde su familia se había trasladado a vivir dos años antes tras una larga estancia trabajando en Suiza. El hallazgo de restos de sangre y algunas pertenencias hacían esperar un desenlace trágico. Cinco días de búsqueda intensa concluyeron con el hallazgo de su cuerpo oculto bajo unas pesadas piedras en un camino rural de Monda de difícil acceso.m

La autopsia reveló que la adolescente había muerto estrangulada con un ensañamiento desmedido, ante el que la joven luchó, arañó a su asesino y bajo sus uñas dejó un rastro genético del que tirarían los investigadores hasta dar con su asesino... que también fue el de Rocío Wanninkhof.

El resto biológico coincidía con la saliva hallada en una colilla que se recogió en el lugar donde mataron a Rocío Wanninkhof, la joven de Mijas que cuatro años antes había sido asesinada cuando regresaba a su casa tras estar con su novio. Curiosamente, por la muerte de Rocío había sido condenada una amiga de la familia, Dolores Vázquez.

La difusión de esa coincidencia entre el ADN hallado bajo las uñas de Sonia y el de la colilla hallado junto al cuerpo de Rocío llevó a Cecilia Pantoja, una residente británica, a recordar la conducta sospechosa de su esposo, Tony Alexander King, cuando desapareció la joven mijeña y la extraña actitud que se reprodujo cuando el caso de Sonia saltó a la Prensa.

La mujer de King contó sus sospechas a una amiga y fueron a contarlo a la Policía Nacional. El análisis del ADN de King confirmó las sospechas de su mujer y fue detenido el 18 de septiembre de 2003, un mes después de matar a Sonia y cuatro años después de asesinar a Rocío Wannikhof. Tony Alexander King fue condenado a 36 años de prisión por abusar sexualmente y asesinar a Sonia, otros 19 por el crimen de Rocío y a siete más por agredir y tratar de violar a una mujer en Benalmádena en 2001.

Leticia Rosino

Leticia Rosino ABC

Leticia Rosino , de 32 años, paseaba sola el 3 de mayo de 2018 por una carretera de Castrogonzalo (Zaragoza), cuando un menor de 16 años que había sacado a pastar las ovejas de su padre la cogió por el cuello, le tapó la boca, le obligó a cruzar la carretera y recorrer un trecho, dejándose una de sus zapatillas por el camino, lo que demuestra su resistencia. El menor la condujo hasta una pista deportiva, donde le golpeó con una piedra en la cabeza, quedando semiinconsciente y perdiendo así su capacidad de reacción para repeler la agresión sexual sufrida, lo que implica que se perpetró el delito de violación.

El agresor, que alegó que esa mañana su padre le había golpeado la misma mañana del suceso y que descargó su ira contra Leticia, volvió a golpear a la joven con distintas piedras hasta que perdió la vida. Apareció la víctima sin parte de su ropa, que el asesino usó para envolver la piedra y lanzarla por un barranco. El menor se lavó las manos en un abrevadero de ganado cercano y cuando el pueblo entero comenzó a buscar a la joven participó como voluntario.

Los restos de sangre en la ropa del menor y el semen hallado en la víctima delataron al asesino, que terminó confesando, aunque intentó también implicar a su padre. El adolescente, que pidió perdón a los padres, no se opuso a la pena máxima pedida por el fiscal y la familia de Leticia. El Juzgado de Menores de Zamora le impuso ocho años de internamiento en régimen cerrado y cinco más de libertad vigilada al menor de 16 años de Castrogonzalo (Zamora) que violó y asesinó a Rosino.

Denise Pikka

Denise Pikka ABC

La estadounidense de 40 años Denise Pikka Thiem hacía el Camino de Santiago cuando desapareció el 5 de abril de 2015 cuando hacía el tramo entre Astorga y El Ganso. Denise se desvió del camino para visitar la localidad de Castrillo de los Polvazares pero una flecha mal puesta la desorientó y acabó cerca de la finca propiedad de Miguel Ángel Muñoz Blas. Su cadáver fue hallado cinco meses después en estado de descomposición y tapado por arbustos en Castrillo de los Polvazares.

«No quería matarla pero la golpeé», confesó a la Policía Muñoz Blas. La autopsia concluyó que «los golpes propinados por el acusado determinaron la muerte de Denise por traumatismo craneoencefálico severo con destrucción de centros neurológicos vitales, procediendo el acusado a continuación a realizarle un corte en el cuello con un arma blanca».

Según la sentencia, Miguel Ángel Muñoz la enterró en un agujero en su finca tras cortarle las dos manos, sin que aún se hayan encontrado. Calcinó las ropas de la mujer, pero se apropió de 1.132 dólares que llevaba Denise y que cambió en abril de 2017 en una oficina de Cajamar de Astorga. La presión policial le llevó a cambiar el cadáver hasta el lugar donde se halló.

Miguel Ángel Muñoz Blas, de 41 años, fue detenido el 11 de septiembre de 2015 en un bar de la localidad asturiana de Grandas de Salime. Fue el único acusado por el crimen de la peregrina y fue condenado a 23 años de prisión, 20 por asesinato (la pena máxima que contempla la Ley) y tres por robo.

María Teresa Fernández

María Teresa Fernández ABC

La joven de 18 años María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto del año 2000 cuando la localidad granadina de Motril estaba de fiestas. Desde hace 18 años, los padres de María Teresa luchan para que no se abandone la investigación del caso y poder al menos recuperar el cuerpo de su hija para cerrar el duelo. Al igual que los padres de Marta del Castillo, ellos dicen que no se actuó en las 48 horas siguientes a la desaparición. Piensan que no había medios ni ganas.

Según el sumario, el día en que se perdió su rastro su padre la dejó en la calle Cuevas sobre las 21,40 horas para recoger a dos amigos y tomar el autobús de la playa para encontrarse con el novio. Sus planes pasaban por ir a la feria de Motril y un concierto. Sin embargo, ella no llegó a la playa. Los últimos que la vieron con vida fue antes de las 22.00 horas cuando iba en dirección a la parada del autobús, usando el móvil para mandar su último mensaje: «Puede que llegue tarde pero voy espérame». No llegó nunca.

En 2015, los padres pidieron en los tribunales que declararan fallecida a la hija «para evitar futuros problemas con la herencia» a las otras dos hijas del matrimonio. Hicieron esa petición después de que la madre sufriera un ictus.

Eva Blanco

Eva Blanco ABC

Eva Blanco, una joven de 17 años, desapareció el 20 de abril de 1997 cuando regresaba a casa desde una discoteca de la localidad de Algete (Madrid). Esa fue la última vez que se la vio con vida a la adolescente, cuyo cuerpo fue hallado al día siguiente en un descampado cosido a puñaladas, confirmando la autopsia que había sido además violada.

La Benemérita no perdió la esperanza de resolver el caso durante 18 años y para ello contaban con una prueba: el ADN encontrado en el cuerpo de la joven. Esa resto biológico llevó a la Guardia Civil hasta Ahmed Chelh, de 55 años, que fue detenido por presunto asesinato, agresión sexual y detención ilegal de Eva Blanco. El inculpado negó los hechos y aseguró que dos personas le obligaron a subir a un coche y eyacular sobre Blanco.

¿Cómo llegó la Guardia Civil hasta Chelhl? Los investigadores cotejaron el ADN de otras prsonas residentes en Algete en 1997 y que eran de origen magrebí. Dieron con dos hermanos de Chelh, cuyos ADN arrojaron una coincidencia del 97%. Se detuvo a Adhmed, que hasta entonces había vivido apaciblemente en una localidad francesa, sin que su última esposa, sus dos hijos habidos en ese matrimonio y los vecinos conocieran su pasado.

La última esposa de Chelh asegura que se marchó de Algete en 1999, que ella le conoció en Besançon, donde se casaron en 2003, y que él tenía ya tres hijos con su primera mujer. Finalmente, el supuesto asesino de Eva Blanco fue hallado muerto en su celada de la prisión de Alcalá Meco en enero de 2016, donde usó los cordones de sus propias zapatillas para quitarse la vida.

Las niñas de Alccàser

Desirée Hernández, Miriam García y Antonia Gómez, de izquierda a derecha ABC

El secuestro, violación, tortura, mutilación y asesinato de las jóvenes de 14 y 15 años Miriam García, Desirée Hernández y Antonia Gómez es conocido como el crimen de Alcassér. Vivían en el municipio valenciano de Alcáser y desaparecieron el 13 de noviembre de 1992 cuando hacían autostop para ir a una discoteca de la localidad de Picasent. Las familias pensaron que la desaparición de las chicas, que se habían ido sin dinero y sin maleta, era producto de una aventura juvenil.

Un vecino aseguró haberlas visto caminando en dirección a la discoteca. Una mujer declaró haberlas visto subiendo a un coche blanco en el que viajaban tres personas. Lo cierto es que las jóvenes nunca llegaron a la discoteca.

El 27 de enero de 1992, 75 días después de su desaparición, dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados en una paraje cercano al pantano de Tous. La autopsia permitió verificar que las jóvenes fueron sometidas a todo tipo de vejaciones antes de morir.

Junto a los cadáveres aparecieron distintos objetos, como un cartucho sin percutir y un videojuego. Lo más significativo fue el hallazgo de un papel junto a unos matorrales que era un volante del Hospital La Fe de Valencia a nombre de un tal Enrique Anglés. El volante les llevó a los asesinos, que tenían un coche cuya descripción coincidía con la que apuntaron los testigos. En realidad, Antonio Anglés había suplantado la identidad de su hermano Enrique en el hospital. En enero de 1993, Miguel Ricart realizó una declaración voluntaria y confesó que el crimen lo habían perpetrado él y Antonio Anglés.

Se consideró que Antonio Anglés, que huyó tras el asesinato, fue el autor material de los hechos. A día de hoy aún no se le ha encontrado. Fue juzgado por el crimen de Alcàsser Miguel Ricart, que finalmente fue condenado a 170 años de prisión, de los que sólo cumplió 21.

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