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SECTOR PRIMARIO

Una fórmula matemática pone en riesgo a la ganadería andaluza

Los ganaderos aseguran que si se aplica el nuevo coeficiente de admisibilidad de pastos el resultado sería una merma de la superficie disponible para el ganado

Una fórmula matemática pone en riesgo a la ganadería andaluza ABC

ANTONIO AGUDO

Ser ganadero no es nada fácil. Hay que bregar con las reses y rebaños y el manejo de los animales no está exento de problemas. Plagas, enfermedades, importaciones de terceros países y las complicaciones propias de un mercado muy sensible a los vaivenes son algunas de las dificultades que los ganaderos tienen que salvar en Andalucía . Ahora, a todo esto, tiene que añadir el problema de las matemáticas, o mejor dicho, la aplicación de las nuevas fórmulas matemáticas para calcular las ayudas y subvenciones que cada ganadero tiene que recibir. Según acaba de denunciar la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (COAG) «la aplicación de un modelo matemático, el denominado coeficiente de admisibilidad de pastos, para reducir las hectáreas admisibles para cobrar el pago básico supone un grave perjuicio para la ganadería productiva, ya que no se distingue al profesional del que no lo es, ni se prima la actividad»

Esta es la principal conclusión que obtuvo COAG tras haber participado en la última reunión en la sede de la consejería de Agricultura con el director general de Producción Agraria, Rafael Olvera. Según indica la organización agraria la reducción de hectáreas viene marcada por Bruselas, «que exigió que disminuyeran las hectáreas admisibles para cobrar las ayudas del Pago básico (PAC). Pero el Ministerio ha diseñado un método de cálculo, particularizado por la Consejería de Agricultura, que perjudica a los sectores ganaderos andaluces, porque en lugar de partir del terreno, aplica un criterio matemático que no tiene en cuenta las particularidades de las explotaciones».

Es decir que si se aplica el nuevo coeficiente de  cálculo va  provocar una concentración de los importes en la asignación inicial (menos hectáreas con mayor valor), por lo que los ganaderos se verán perjudicados a la hora de converger, porque la media de sus derechos será superior a la de su región y en consecuencia deberán ceder más, pudiendo llegar a perder hasta un 30% (que es lo máximo que permite la PAC). Además, al afectar al pago básico, esta medida también afecta al «greening» o «pago verde», porque este tramo se calcula en función de las hectáreas admisibles, por lo que el importe también se reducirá.  

COAG denuncia que esta medida perjudica doblemente a la ganadería ecológica , porque además de todo lo anteriormente citado, la reducción de hectáreas provocará una reducción de la prima ecológica. Por todo ello, la organización agraria no comparte el modelo que se va a poner en marcha, y que supone la culminación de una línea de trabajo que «desvincula los apoyos de la actividad (desacoplamiento de ayudas, como la de la vaca nodriza), obviando la profesionalidad y la actividad».

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