La autovía del olivar sigue en obras tres meses después de su hundimiento

La autovía del olivar (A-316) sigue en obras en el término de Baeza casi 3 meses después de que se hundiera un tramo a causa del temporal de primavera. El elevado número de conductores que transita a diario por la misma se encuentra con uno de los carriles convertido en un tramo de doble sentido, de modo que en un espacio de 4 kilómetros la autovía se convierte en una carretera convencional a causa de las obras que se llevan a cabo en una infraestructura inaugurada hace tan sólo 2 años .

El problema es tanto mayor cuanto que afecta a las poblaciones más turísticas de la provincia, Úbeda y Baeza, ciudades patrimonio de la humanidad, cuyos visitantes soportarán durante los meses de julio y agosto la ralentización del tráfico derivada del hundimiento de la calzada. De hecho, la previsión de la Junta de Andalucía es que el arreglo de la autovía del olivar concluya tras el verano , dado que sólo se ha ejecutado el 60% del proyecto.

El temporal dejó en evidencia el trabajo ejecutado por la concesionaria de la construcción de la autovía , cuya calzada derecha se hundió hasta 26 centímetros. Por esta razón se instaló señalización provisional en el tramo habilitado para la circulación y se iniciaron en la zona afectada trabajos para reforzarla con pantallas de pilotes, mientras el terraplén se estabiliza con cemento a presión y se reponen las capas superficiales.

Hasta tanto no concluya el arreglo, la situación de la autovía sirve al PP como munición política. A juicio de esta formación política, el hundimiento ha dejado patente la falta de mantenimiento de infraestructuras que son competencia de la administración autonómica. En concreto, de la A-316, que se hundió, sin necesidad de temporal, en septiembre 2017, cuando esta formación política presentó un escrito para solicitar un estudio del terreno.

A las deficiencias en la construcción de esta obra, que costó 38 millones de euros , se une el diseño del tramo conecta los municipios de Úbeda y Baeza, que cuenta con 3 rotondas en una distancia de tan sólo 8 kilómetros, lo que impide a los conductores mantener una velocidad constante. De hecho, hay quien, aunque en teoría es una opción más lenta, escoge para desplazarse la carretera convencional que une a ambas poblaciones.