JAÉN
Una empresa de Jaén indemnizará con 4.100 euros a una joven a la que despidió tras saber que era gitana
Empezó a trabajar en octubre en un supermercado que subcontrata los servicios de una empresa de limpieza y fue despedida el mismo día por la encargada
Una empresa se ha comprometido este lunes en un acto de conciliación celebrado en el Juzgado de lo Social número uno de Jaén a pagar una indemnización de 4.100 euros a una joven a la que despidió en su primer día de trabajo cuando tuvo conocimiento de que era gitana .
Según informó la Fundación Secretariado Gitano (FSG), los hechos denunciados tuvieron lugar el pasado mes de octubre, cuando una empresa de servicios de limpieza contrató a esta joven, llamada Amara F.F., por recomendación de su cuñada, antigua trabajadora de esta compañía, que no es gitana.
El mismo día en que la joven empezó a trabajar en un supermercado que subcontrata los servicios de esta empresa de limpieza, la encargada de la misma preguntó por WhatsApp a su cuñada si Amara era gitana.
Tras esta conversación, la encargada despidió a la joven , con el pretexto de que se había reincorporado a su puesto una empleada que estaba de baja, un argumento que acabó demostrándose que era falso.
Antes de interponer una demanda por despido nulo, la joven intentó el pasado mes de noviembre el preceptivo acto de conciliación ante el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación, al que no compareció la empresa demandada.
Por ello, la joven presentó, con el apoyo de la FSG, una demanda por despido nulo ante la empresa que la discriminó.
Ante esta situación, este lunes, cuando estaba fechado el juicio por despido nulo, las partes alcanzaron un acuerdo ante el juzgado , por el cual la empresa reconoce los motivos alegados por la joven y se compromete a indemnizarla con 4.100 euros.
El director territorial de la FSG en Andalucía, Juan Reyes, ha mostrado su satisfacción por «haber logrado esta reparación para la víctima en un claro caso de discriminación en el empleo, una de las más graves y más habituales formas de discriminación, al limitar e impedir a las personas gitanas mejorar sus condiciones de vida y prosperar».
En este caso, señaló Juan Reyes, «se produce la circunstancia de que Amara es una mujer joven, que acababa de acceder a su primer empleo, lo que agrava aún más el impacto en la víctima».
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