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Cultura

El olvidado barrio de las letras de Jaén

El Cántico Espiritual, la Biblia políglota y la casa de Miguel Hernández confluyen en el casco histórico ante la apatía general

La Catedral de Jaén está integrada en el barrio de las letras Javier López

Javier López

El manuscrito del Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz , obra cumbre de la poesía mística, descansa en una urna de plata custodiada por las monjas del convento de carmelitas descalzas de Jaén. A dos centenares de metros el seminario diocesano cobija uno de los escasos ejemplares de la Biblia políglota, cuya edición sufragó Felipe II . Cerca se encuentra también el tesoro literario del archivo histórico de la Catedral. Y en un entorno próximo se alza la casa en la que residió Miguel Hernández .

A pesar de esto, no existe un itinerario que refleje la confluencia cultural. El barrio de las letras de Jaén es desconocido no ya para los ciudadanos, sino para las propias administraciones públicas, que no han reparado en la importancia de promocionar una zona del casco histórico en la que la alta literatura depara historias capaces de entusiasmar a quienes la visitan. Historias como la del periplo del Cántico Espiritual, que una vez editado, tras nacer en hojas volanderas, sobrevivió a dos purgas , una de monjes mitigados y otra de milicianos, por la maña de las monjas para esconder en ambas ocasiones el manuscrito del santo de Yepes.

«Descubre tu presencia, / y máteme tu vista y hermosura; /mira que la dolencia/ de amor, que no se cura/ sino con la presencia y la figura». Así reza la undécima estrofa del manuscrito del Cántico Espiritual dictado directamente por San Juan de la Cruz que guardan las monjas en el primer convento de España dedicado a Santa Teresa . Esta estrofa aporta aún más belleza a la lira excelsa del poeta abulense, condensada en un libro que, aunque atrae a visitantes al inmueble, no lo hace en el número que merece.

Para José Luis García , propietario de la librería Metrópolis, ubicada también en el casco histórico, la existencia del barrio de las letras es un hecho, pero también lo es, afirma, la ignorancia de quienes tienen la obligación política de reflejarlo como tal. El librero considera que detrás de la pasividad se esconde también el complejo de inferioridad de una población que no es consciente de la relevancia del legado cultural de su ciudad.

El ejemplar de la Biblia políglota forma parte de él. Editado en 1571, contiene las versiones hebrea, caldea, griega y latina con sus traducciones latinas. Fue impresa en Amberes por el librero flamenco Cristophe Plantin bajo la dirección del hebraísta Benito Arias Montano , escogido personalmente por Felipe II. El objetivo común era realizar la mejor edición de la cristiandad. Y el intento fue bueno. Su estado de conservación es excelente. Como lo es el de la mayor parte de los 5.000 volúmenes de la biblioteca del Seminario anteriores al siglo XX.

Entre ellos, además de la Biblia políglota, destacan dos incunables, impresos en 1483 y 1484, escritos por el fraile dominico francés Jean Capreolus en defensa de la teología de santo Tomás de Aquino . También existen un texto editado antes de 1500 en la Catedral de Jaén, cuyo archivo abarca 3.500 metros lineales de estanterías distribuidos en 27 salas.

El vicario general de la diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas , considera acertada la definición de barrio de las letras para el eje urbano convento-seminario-Catedral. Y como deán enumera la contribución del templo a la causa: en el archivo se encuentran el Códice gótico (libro de copias de documentos reales fechados a partir del siglo XIII), el proceso de beatificación de San Juan de la Cruz (del siglo XVII), el misal del cardenal Merino (realizado en Italia en 1513 a mano y miniado) y un incunable, el misal jiennense publicado en Sevilla en 1499.

Próxima a la Catedral se haya la plaza de los Naranjos, en una de cuyas viviendas residió el poeta Miguel Hernández durante la Guerra Civil . A la figura del escritor alicantino se le tributa un homenaje continuo en Jaén a instancia de la Diputación provincial, pero el Ayuntamiento no aprovecha la circunstancia de que residió en un inmueble capitalino para integrarlo en un itinerario que incluya el convento de las carmelitas, el seminario y la Catedral.

«Hay propuestas así que se hacen en otros lugares de España y funcionan», aclara el escritor jiennense Emilio Lara , ganador del premio Edhasa de narrativas histórica con su novela Tiempo de esperanza, quien cita a Madrid como ejemplo. Lara asegura que a una ciudad como Jaén promocionar este itinerario le reportaría al menos dos beneficios: incrementaría la autoestima de los jiennenses y generaría ingresos derivados del turismo.

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