Entrevista con el presidente del Parlamento
Jesús Aguirre: «En el Parlamento seguiré hablando igual para que la gente me entienda»
Asume la Presidencia de la Cámara como un premio a su gestión del Covid. Contra la confrontación política quiere aplicar la «vacuna» del diálogo
Jesús Aguirre: «Moreno tiene muy meditadas las decisiones que toma sobre su Gobierno y sólo él las sabe»

Jesús Aguirre (Córdoba, 1955) es el hombre de la semana en Andalucía. Aun teniendo una pandemia sin precedentes y todos los elementos en su contra, se convirtió en uno de los consejeros más populares del Gobierno de Juanma Moreno. Su gestión y talante son ... las virtudes que ha visto en él el presidente de la Junta para entregarle las riendas de un Parlamento con mayoría absoluta del PP y a ser posible –ésa es su voluntad– sin rodillo.
Su Whatsapp no ha parado de vibrar desde su elección el pasado jueves, que fue una sorpresa para él y para casi todos. Desde entonces, ha recibido unos 650 mensajes con felicitaciones, incluido el de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, con la que ha mantenido «grandes discrepancias». Le han llamado también presidentes y consejeros de comunidades gobernadas por el PSOE.
Aguirre está tan exultante como abrumado por la responsabilidad. En la primera entrevista que concede a un periódico después de su nombramiento, avisa de antemano al periodista de que está «más institucional» ahora que es la segunda autoridad de Andalucía después del presidente de la Junta. Pero lo que no va a cambiar es su forma de expresarse porque lo importante es que la gente lo entienda.
- ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando le llamó Juanma Moreno para que acudiera al Palacio de San Telmo? ¿Que iba a ofrecerle seguir como consejero de Salud y Familias?
- Llevaba ya un par de meses trabajando con mi equipo en el decreto con la nueva estructura de la consejería por si me nombraba consejero o a quien nombrara, para explicarle las líneas que nosotros habíamos pensado.
- Entonces, ¿se presentó a la reunión con el decreto de estructura de la consejería?
- Como siempre, yo voy con mis documentos bajo el brazo. Él me dijo que era la persona idónea para presidir el Parlamento, después de pensarlo mucho. Yo le agradezco su confianza.
- ¿Le explicó por qué lo había elegido a usted?
- Quizás por mi carácter. Me estuvo comentando que necesitaba a una persona dialogante porque una mayoría absoluta no puede ser un rodillo, sino tender puentes. Que mi talante lo había demostrado al abordar la pandemia con los grupos de asesores del coronavirus, el Ministerio de Sanidad y los sindicatos. No fue fruto de un día, sino que llevaba ya tiempo que me tenía en mente. Para mí fue una sorpresa muy agradable, pero una sorpresa.
- En su toma de posesión, usted estaba exultante recibiendo felicitaciones de todos. Pero, ¿no ha echado de menos que la oposición también lo apoyara en lugar de votar en blanco?
- Yo me quedo con que fue unánime el aplauso de todo el arco parlamentario cuando me autoproclamé presidente, que no sabía yo cómo hacerlo. El resto son decisiones que toman los grupos políticos, pero ninguno puso otra alternativa. Espero tener buena relación con todos.
- Da la sensación de que cada uno está encastillado en su posición. ¿Cómo piensa sortear las trincheras?
- Con diálogo. Hay una frase que suelo utilizar y es que cuando tú hablas con, no hablas de. El Parlamento es un punto de diálogo. Si no lo tenemos aquí, ¿dónde lo vamos a tener? Yo soy dialogante. Lógicamente habrá disparidad de criterios e intentaré buscar un punto de conexión entre todos. Mientras menos se tenga que votar y más se llegue al consenso, mejor todavía.
Con mayoría absoluta del PP y el control de la Mesa del Parlamento, ¿va a funcionar el rodillo?
- Si el rodillo fuera a funcionar, entonces el presidente directamente no me habría nombrado a mí. Él es persona de diálogo, lo ha dicho por activa y por pasiva, y buscaremos siempre el punto de consenso y que no haya ninguna gana de confrontación.
Mayoría absoluta del PP
«Si el rodillo fuera a funcionar, entonces el presidente no me habría nombrado a mí. Buscaré siempre el consenso»
- Por lo pronto, se ha propuesto mejorar su dicción para dar discursos.
- [Risas] Sí es verdad que tengo que mejorar un poco la dicción para los discursos. No mi jerga, porque es la que tengo y con casi 67 años no la voy a cambiar. Tengo que mejorar también mi escritura, que es terrible. Cuando hablo debo hacer mejor las pausas y entonaciones, para transmitir el mensaje. Hay ámbito de mejora, pero yo hablo para que la gente me entienda.
- ¿No va a refrenar esa naturalidad ahora que es el segunda autoridad de Andalucía tras Juanma Moreno?
- No, cómo la voy a refrenar, si mi contacto con la sociedad es a través de mi forma de expresarme. Siendo segunda autoridad seguiré hablando como cuando era consejero para que la población me entienda.
- Antonio Burgos se congratulaba de que usted no hable 'tertulianés' como otros políticos. ¿Cómo sobrelleva lo de ser pasto de 'memes' y bromas en las redes sociales?
- Al principio fui muy criticado y ahora me dicen que soy popular. Yo de los 'memes' me río. Muchas veces los provoco. Hay que reírse de uno mismo. ¿Voy a ser más serio que un ajo? No. Hay que ser optimista.
Espontaneidad y buen humor
«Yo de los 'memes' me río. Muchas veces los provoco. ¿Voy a ser más serio que un ajo? No. Hay que reírse de uno mismo»
- ¿Va a poner especial atención también en que no se le quede el micrófono abierto durante los plenos?
- Por supuesto. Tendré que tener cuidado porque soy muy descuidado.
- ¿Cómo rebate a los que desde la izquierda le echaban en cara que se ha deteriorado la sanidad pública bajo su mandato como consejero?
- El tiempo pone a cada uno en su sitio. Las cifras son las que son. Busque y compare. ¿Que tiene ámbito de mejora? Por supuesto. ¿Que tenemos que ir a más? No le quepa duda. Si después de una pandemia y de otras vicisitudes tenemos una cifras positivas en comparación con otros sitios es porque se ha gestionado bien.
- En su etapa como consejero ha protagonizado encontronazos con la oposición. Una de las más duras en las críticas ha sido la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que el pasado jueves le dio una afectuosa felicitación. ¿Echa de menos el respeto a las formas en la política?
- Yo no creo muchos anticuerpos. Cuando veo a Inma o a Ángeles Férriz, las saludo efusivamente, independientemente de que en el calor del debate parlamentario yo soy brusco y vehemente y defiendo de forma clara mis postulados, como hacen otros. Pero debemos mantener el respeto dentro y fuera de la Cámara y si ha habido alguna desavenencia, es cuestión de volver a hablar y ya está. Habremos tenido palabras más o menos bruscas, pero dentro de una 'entente cordiale'.
- Uno de los problemas a los que se enfrenta su sustituto o sustituta es la falta de médicos pediatras y de familia, su especialidad. Como consejero, ¿se ha visto en apuros para encontrar a médicos a los que contratar incluso mejorándoles las condiciones?
- Tenemos un déficit de casi 600 médicos menos anual en los próximos tres o cuatro años en atención primaria y hay que optimizar los recursos que tenemos. De ahí que durante el verano se esté cubriendo el déficit con jornadas complementarias de los propios médicos de familia y pediatras que voluntariamente han decidido trabajar unas horas por la tarde. Hemos pedido al Ministerio que aumente las plazas de formación MIR y homologue a médicos extracomunitarios, que son asuntos de su competencia, para intentar solventar el problema. En febrero de 2020 nosotros hicimos una estrategia para reforzar la atención primaria porque sabíamos la demografía sanitaria que íbamos a tener por las jubilaciones de médicos.
- Ha vivido varias plagas: listeriosis, covid, virus del Nilo y del Mono... ¿Pero está preparado para el virus de la confrontación parlamentaria?
- Bueno, creo que vengo ya 'picardeado' de la confrontación. Ya dije que el Parlamento era mi segunda casa. Sólo por el coronavirus he comparecido más de 70 veces, teniendo en cuenta el número de interpelaciones y preguntas. Si antes era mi segunda casa, ahora es casi la primera. Vengo baqueteado. El control del Gobierno es una de las principales funciones del Parlamento y he aprendido muchísimo de eso para estar ahora donde estoy.
La primera ley
- En su primer discurso ponía como deberes a los nuevos diputados andaluces que busquen soluciones a los problemas. ¿Los ciudadanos tienen la percepción de que el Parlamento es una institución alejada de ellos?
- Una de mis líneas de trabajo va a ser acercar el Parlamento a la población, salir del Hospital de las Cinco Llagas, transmitir nuestro trabajo e imbuir a la sociedad de lo importante que es. Eso hay que hacerlo en las trincheras, la calle, yendo a los pueblos para transmitirlo. Nosotros somos la correa de transmisión del pueblo andaluz. No podemos legislar en contra de lo que éste busca o anhela. Luego, tenemos que estar muy al pie de lo que demanda la sociedad. Es nuestra razón de ser.
- ¿Cuál le gustaría que fuera la primera ley que debate el Parlamento en esta legislatura?
- Una de las primeras leyes que espero que traiga el futuro consejero de Salud es la de atención temprana para los niños con problemas de desarrollo físico, psíquico o psicomotriz. Se trata de intentar diagnosticarlos enseguida, estimularlos al máximo, integrarlos en los colegios y seguirlos hasta integrarlos también en la sociedad. Esa ley se quedó en ciernes y ya tiene todos los vistos buenos. Espero que sea el quinto pilar del bienestar de Andalucía y que sea de las primeras en llegar a este Parlamento. Para mí sería un motivo de orgullo porque la hemos trabajado muchísimo en la consejería y no entró por pocos días en el último Consejo de Gobierno [antes de las elecciones del 19 de junio].
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