Agresiones sexuales
El cura detenido en Vélez-Málaga, a su 'novia' al ser descubierto: «Ya sabes que soy un golfo»
La mujer llegó a encarar al párroco por videollamada con otra novia anterior en Málaga a la que había grabado
Los viajes con el «amigo» cura de Vélez-Málaga que acabaron en violación
Los vídeos grabados con un móvil delataron al sacerdote detenido de Vélez-Málaga

El sacerdote detenido en Vélez-Málaga sintió vergüenza cuando fue detenido. No así cuando lo pillaron. En diciembre del año pasado, la que era su «pareja sentimental» halló de forma fortuita un disco duro. Lo conectó para ver si tenía alguna película o serie, pero ... descubrió videos grabados con un móvil en los que había varias agresiones sexuales. La mujer, entonces, encaró al padre Francisco, que respondió: «Esto es de mi vida anterior. Ya sabes que soy un golfo. Esto eran borracheras». Así lo hace constar en la denuncia que presentó el pasado 23 de agosto ante la Policía Nacional.
En esa discusión comenzó una crisis, que acabaría con el cura en prisión provisional, investigado por cuatro delitos de agresión sexual y cinco contra la intimidad. Fue un tiempo en el que la mujer, perdida, llamó a otra supuesta pareja del cura en Málaga. Fue una videollamada en la que quiso que el sacerdote hablara con esta 'exnovia'. Ahí lo instó a mostrar lo que había hecho. «Da la cara, que sepa todo el mundo lo que has hecho y cómo eres», narró a la Policía que le dijo.
Después de esos encontronazos por las imágenes, la 'novia' de Melilla decidió actuar contra el sacerdote. Por eso, en enero, según la versión de la denunciante, se fue a ver al vicario de la Ciudad Autónoma para informar de lo que había encontrado. Allí cuenta que es la 'novia' del padre Francisco y explica que tiene los videos. El vicario le dice que tiene que denunciar los hechos a la Policía, que al ser las víctimas mayores de edad ellos no pueden hacer nada.
Sin embargo, al día siguiente de la visita de la mujer el vicario cita al párroco sobre el que se cernían las sospechas. El padre Francisco reconoce que son pareja, pero miente sobre el material, aprovechando que el vicario no ha visto el contenido del disco duro. El párroco asegura que lo que hay en la memoria son fotos de una despedida de soltero con penes en la cabeza. Al regresar de esa reunión hay una fuerte discusión en la pareja, donde el cura le espeta: «Me voy a quedar sin trabajo por tu culpa».
La situación se resuelve con el traslado del párroco a las iglesias de El Burgo y Yunquera en Málaga, donde llega como auxiliar en verano. Ya no eran pareja. La relación entre ambos había seguido a distancia entre Melilla y Málaga hasta marzo. Antes de esto, hasta el mes de abril, la mujer se entrevista tres veces con el vicario para tratar este tema.
Además, manda varios correos electrónicos al secretario del Obispado para que la reciban. No está convencida. Cuenta que tiene el material con las grabaciones de las agresiones, pero en realidad solo ha podido copiar medio disco duro. El resto de lo que había en la memoria se ha perdido.
No es hasta julio que habla por primera vez con la Policía de este asunto, pero en ese momento tampoco entrega las grabaciones con las supuestas agresiones sexuales. No quería perjudicar a la Iglesia. Al final, el 23 de agosto pone la denuncia ante la UFAM de Melilla. El caso salta a la UFAM Central de Madrid el 25 de agosto, que comienza toda la revisión de las grabaciones.
Eran cuatro carpetas con iniciales, en las que había más de un centenar de videos grabados con un móvil y capturas de los mismos. Lo primero es identificar a las víctimas. Se concreta que hay cinco mujeres diferentes en esos videos. Cuatro por las agresiones y una a la que no viola, pero que sí graba desnuda sin su consentimiento.
Los investigadores de la UFAM de la Policía Nacional las citan a todas a la vez. Son residentes en Córdoba, Málaga y Madrid. Al principio les enseñan fotogramas. Solo una quiere ver todo el material que hay sobre ella. Esta mujer se identifica en cada video. Las cinco ponen denuncia, que se suma a la que ya interpuso en Melilla la 'novia' que encontró las grabaciones. Fuentes policiales aseguran que estas mujeres están destrozadas y en tratamiento psicológico por todo lo ocurrido.
Ven los sitios y recuerdan que esos días habían quedado para salir en grupo de amigos en la Feria de Málaga, en la de Córdoba o en otras ocasiones. Todos se habían conocido en colegios religiosos y había asentado su amistad en campamentos. Las mujeres ven como de algunas tienen más fotos y videos que de otras. No abusó solo una vez de ellas. Hay supuestas agresiones en sofás y camas. Ellas están inconscientes, no se mueven, no se enteran de nada de lo que está ocurriendo. Luego ni siquiera lo recuerdan.
Casi todas saben el momento y el lugar en el que ocurrieron los hechos. Sacan las ubicaciones y los días por la ropa que llevan, el peinado o la casa en la que están. Hay grabaciones de presuntas agresiones en la casa parroquial y particular de Ardales y Carratraca, desde que llegó a estos municipios de Málaga como párroco en 2017 hasta 2019.
Mientras tanto, el párroco no se queda quieto. Va y denuncia a su 'novia' de Melilla en la comisaría de Vélez-Málaga por el robo de 3.000 euros, algo que la Policía asegura que es falso, y del disco duro con imágenes comprometidas que la mujer había copiado parcialmente. Dicha denuncia es enviada Melilla. Días después es arrestado. El 11 de septiembre, tras un seguimiento, el párroco es localizado y detenido.
Ahí sí muestra vergüenza. Iba acompañado por su madre y los investigadores creen que volvían a casa después de beber. En el registro se incautan de material informático, buscan sustancias tóxicas y juguetes sexuales, como los que usaba en el video, pero no encuentran. La novia declaró que le gustaba «mucho» beber cubatas y que tomaba «alguna sustancia». La mujer dice que no sabe cuál, pero dice que le hace estar «muy desinhibido».
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