Hallan los restos de Sibora Gagani en el piso de Torremolinos donde indicó su asesino que la había emparedado

La Policía Nacional ha hallado un cuerpo en el piso en el que se buscaba a Sibora Gagani en Torremolinos. A los restos se le están practicando pruebas de ADN para confirmar que es la mujer desparecida en 2014. Sin embargo, los investigadores están seguros de que se trata de la joven albanesa, ya que todo coincide con la descripción que hizo el presunto asesino que cómo hizo desaparecer el cuerpo hace nueve años. El propio delegado del Gobierno, Pedro Fernández, confirmó que el asesino había dicho que la mató, la disolvió en ácido y luego ocultó los restos en una pared del piso que habían compartido.

El hallazgo se ha producido este martes por la tarde. Agentes de la Policía Nacional llevan inspeccionado la vivienda desde primera hora de la tarde. Un piso que a lo largo de los años ha sido alquilado y habitado por familias, sin saber el macabro secreto que ocultaban sus paredes. Un tumba escondida en la barriada del Calvario, a pocos metros de la Jefatura de la Policía Local y del Ayuntamiento de Torremolinos.

La mujer estaba donde dijo su presunto asesino a un policía en la comisaría de Torremolinos. Una confesión que luego no ratificó ni ante la Policía Nacional ni tampoco ante el Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad. Sin embargo, semanas después de aquella confesión espontánea, se ha hallado un cuerpo en este lugar. Los agentes han tenido que hacer varias inspecciones del piso, tumbar paredes y buscar restos, pero finalmente la han encontrado.

El caso de Sibora se reactivó tras la muerte de otra mujer: Paula. Después de que Marco, el presunto asesino de las dos, asestara catorce puñaladas a su pareja, la foto del supuesto homicida fue difundida al estar el supuesto delincuente fugado. Esas imágenes del asesino llegaron a Italia, donde la familia de Sibora entró en 'shock'. Era el novio de su hija y hermana desaparecida.

El detenido conoció a la albanesa en Nettuno, un municipio metropolitano de Roma en 2009. Allí residían ambos. Un año más tarde, decidieron irse de Italia. El destino fue Torremolinos. Sibora iba y venía a Italia. Su novio se quedó a trabajar. Ella sólo estaba temporadas, luego regresaba con su madre. En 2013, Sibora volvió a Italia con la intención de dejar la relación. No quería regresar a España. Sin embargo, cambió de opinión. Volvió al año siguiente, cuando se le perdió la pista.

Según los datos de la desaparición, su novio habló por última vez con ella por WhatsApp el 7 de julio de 2014. En ese tiempo, la chica se había ido de su lado. Se había instalado sola en un apartamento de la calle Hoyo. Su madre dijo entonces a la Policía Nacional que, antes de desaparecer, mantenía contacto diario con ella por teléfono o por Internet. Además, aseveró que nunca había hecho algo así.

No era normal. La desaparición era extraña. En su domicilio estaban todas sus cosas y el móvil había dejado de estar operativo el día de su ausencia. Se la había tragado la tierra. «Marco nunca ayudó. No hizo nada por encontrarla, tampoco se preocupó. Era la única persona con la que mi hermana tenía contacto en España, despareció y nunca denunció. En los nueve años que lleva desaparecida no ha llamado para preguntar si se sabe algo de ella. Nada», señaló Kseva Gagani a ABC en una entrevista, convencida de su hermana había sido asesinada.

El caso estaba parado, hasta que Marco mató a Paula el pasado 17 de mayo. El supuesto asesino el asestó catorce puñaladas aquella mañana cuando ella se preparaba para ir a trabajar. Luego huyó del lugar. Estuvo seis horas desaparecido. La Policía lo buscó, rastreó mostrando su foto a los vecinos y esta imagen corrió por las redes sociales como la pólvora. Una amiga de la familia de Sibora, sorprendida por quién era el asesino la mandó a Italia. Semanas después a Marco, que está ya en prisión, tiene otro supuesto asesinato por el que responder.