TRIBUNALES
Koke, de futbolista promesa en La Rosaleda a líder narco confeso en prisión
El exjugador del Málaga ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía para cumplir seis años de prisión
Reconoció ante la Audiencia Provincial que lideraba una organización de tráfico de drogas

Koke Contreras fue un jugador al que se miró con ilusión desde la grada de La Rosaleda en Málaga. Debutó con el equipo en Segunda B y participó en el ascenso a Segunda. Meses más tarde, jugó la Intertoto contra el Gent. Entró y salió del equipo, alternando el filial con la primera plantilla. Era la gran promesa goleadora. Desde sus comienzos en 2002 se le miró con cariño desde la grada: aquel niño podía traer grandes tardes de gloria, pero fue un juguete roto, que ha confesado una década después ser el líder de una organización de narcos.
Antes de sus tejemanejes con las drogas, llegó a jugar en el Olympique de Marsella, después de una cesión al Sporting de Lisboa y la irrupción de Djibril Cissé en la Ligue 1, se marchó a Grecia. Su destino fue el Aris de Salónica. Allí sí dio pinceladas que lo que pudo haber sido.
Sin embargo, Contreras (no confundir con el exportero de Málaga y Real Madrid con el mismo nombre), se convirtió en un trotamundos en busca de fortuna. El Dynamo de Houston en Estados Unidos y el Blooming de Santa Cruz en Bolivia, fueron sus destinos hasta que, en 2011, fichó por el Rayo Vallecano. Sólo estuvo media temporada en Madrid y marcó un gol en cinco partidos. Acabó en Tercera, en la Unión Deportiva Alhameña. En 2019, fue detenido en una operación antidroga de la Guardia Civil.
Ahora ha confesado que era el 'jefe' de la banda. En la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga, después de un acuerdo con la Fiscalía, reconoció ser el líder de un grupo de narcos. Dijo ante el tribunal que, en el periodo comprendido entre octubre y noviembre de 2019 se dedicó a traficar con sustancias estupefacientes.
El resto de acusados lo señalaron como el cabecilla. Era quien acordaba las cantidades, el precio, a qué guarderías llevar los cargamentos, así cómo qué vehículos se usaban para los transportes. El exjugador confesó. Por eso el fiscal pide ahora seis años por tráfico de drogas y organización criminal.
En un segundo escalón estaba Sonic. Era el financiero. La Fiscalía asegura que daba soporte económico al banda con un sistema de 'hawala', una red de confianza para el traspaso de dinero sin dejar rastro. El acuerdo sellado con el Ministerio Público le llevará cinco años a prisión por un delito contra la salud pública.
Rebaja de penas
Después de ellos, estaban el último escalón de la organización. Ahí se encontraba el hermano de Koke, que hacía labores de transporte y envasado de la droga. Así como otros dos socios más, reconoció los hechos y el fiscal le pide algo más de seis años por organización criminal y un delito contra la salud pública (tráfico de drogas). En ese mismo escalón hay un cuarto miembro de la banda, que también confesó, pero al que le condenan, además, por delito de tenencia ilícita de armas.
El resto de acusados, hasta llegar a los 17 que se sentaron en el banquillo, tendrán penas que van desde los cinco y los dos años de cárcel. Entre los condenados están la expareja de Koke en ese tiempo. A ella se le achacan labores de custodia y entrega del dinero procedente del tráfico de drogas. La fiscal le colocaba como la persona que pagaba y cobraba a proveedores e intermediaba en las operaciones.
Por la confesión de los delitos las penas para los acusados se han visto notablemente rebajadas. En el caso de Koke, el Ministerio Público pedía 16 años de prisión, por lo que reconocer los hechos y llegar a un acuerdo para la condena le quitado diez años de cárcel. Es la tónica general. Por ejemplo, la que fuera pareja del futbolista, se enfrentaba a una pena de doce años de cárcel y, tras el acuerdo, tiene un petición de pena de dos años.
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